Demoracia Israelí
Enviado por mbernheim • 5 de Mayo de 2019 • Monografía • 1.095 Palabras (5 Páginas) • 127 Visitas
Israel se enfrenta en la actualidad a muchos dilemas que derivan en la pregunta sobre si es posible pensar en Israel como Estado Judío y Democrático. ¿Cuál es
tu opinión? ¿Es posible mantener ambas cualidades al mismo tiempo? ¿Por qué
y cómo?
Para comenzar debería definir qué significa la palabra Democracia. Esta palabra tiene su origen en la Antigua Grecia. Etimológicamente significa “poder del pueblo”. Es un sistema político en el que todos los seres humanos somos iguales ante la ley y frente a las relaciones sociales de la vida cotidiana[1]. ¿Cumple Israel con estos requisitos?
Podemos asegurar que Israel es una Democracia cuando consideramos su aspecto procedimental. En cada elección todos los ciudadanos mayores de 18 años votan a un partido polìtico que obtendrá una cantidad de asientos proporcional a la cantidad de votos. El voto es secreto para asegurar la libertad de los votantes a la hora de elegir un partido. Los representantes elegidos votarán quién será elegido como Primer Ministro o Primera Ministra. Este cargo no será necesariamente ocupado por el lìder del Partido Polìtico más votado, sino por el líder de la coalición de partidos con más asientos en la knesset. Por ende, concluimos que Israel es un Estado Democrático en el que todos los ciudadanos están en igualdad de condiciones para votar a sus representantes.
Por otro lado, nos encontramos con situaciones como la siguiente. En el 2011 vivían en Israel 7.797.400 personas. El 75% de estas eran judìas. En ese mismo año la knesset estaba compuesta de los siguientes partidos políticos: Likud (27 asientos), Kadima (28 asientos), Israel Beiteinu (15 asientos), Avodá (8 asientos), Haatzmaut (5 asientos), Shaz (11 asientos), Yahadut HaTora Hameukhedet (5 asientos), Jadash (4 asientos), Ha’ijud Ha’leumi (4 asientos), Raam-Taal (4 asientos), Balad (3 asientos) y Meretz (3 asientos). De estos partidos, tan solo Jadash[2], Raam-Taal y Balad son partidos no-judìos. Podemos calcular entonces que este parlamento en su totalidad contiene un 90% de bancas en representación de población judía. Esto significa que 1.923.100 de árabes musulmanes, árabes cristianos, drusos, entre otras minorías no se encontraban proporcionalmente representadas, o representadas en absoluto en el parlamento israelí. Estos datos nos hacen cuestionarnos hasta qué punto es Israel una Democracia.
Quienes afirman que Israel no puede existir como un Estado Democrático se basan en que los símbolos del Estado (bandera con el Maguen David, Hatikva) son propios de el pueblo judío y peyorativos para el resto de la población. Este tipo de discriminación se repetiría a lo largo de las leyes israelíes, que buscan poner a los judíos en una situación de superioridad frente a el resto de las etnias que conviven en el Estado. Para ilustrar esto podemos considerar la “Ley del Retorno”. Según esta ley se le otorgará la nacionalidad israelì “al hijo y al nieto de un judío, a la pareja de un judío, y a la pareja del hijo y nieto de un judío”[3]. Esto significa que un judìo tendría más facilidad de obtener la nacionalidad que un descendiente de palestinos. Es cierto que existe una ley que contempla a los ciudadanos del Mandato Británico pero sólo considera aquellos que hayan permanecido en el territorio luego de 1948.
Aquellos que sostienen que Israel sí existe como Estado Democrático refutan que Israel no es el primer Estado cuyos símbolos patrios están vinculados a una religión. Tal es el caso de Suecia, Noruega y Finlandia que poseen una cruz en sus banderas y no por eso es criticada su Democracia. En cuanto a la hegemonía judía que las leyes israelíes apoyan, se fundamentan con un nuevo modelo de Democracia. La Democracia Étnica es un sistema político donde convive el compromiso del gobierno para con los valores de la democracia pero que al mismo tiempo le otorga preferencias a la etnia dominante.[4] A pesar de que esta es una concepción diferente a la Democracia con la que estamos trabajando, y de que el término tiene, en realidad, una connotación negativa, no se puede ignorar el hecho de que Israel es una Democracia bajo este criterio.
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