Demoscópica

El próximo Sábado 1 de Diciembre del 2012, termina el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y creo que, a pesar de los panoramas que nos marcan los procesos de campaña de los 4 candidatos y a pesar de las encuestas que las diversas casas de investigación nos muestran casi día a día, es muy difícil asegurar, e inclusive predecir, quién será el ganador de la contienda electoral del 2012. Platicando en días pasados con compañeros de la maestría de los 3 partidos punteros (PAN, PRD y PRI) me di cuenta que la percepción (al menos del grupo) sobre los resultados es muy diversa, TODOS con opiniones, razonamientos y justificaciones completamente respetables de acuerdo a la apreciación de cada uno, y de las ideologías que cada uno de nosotros manejemos, ya sea por pasión, compromiso, relación laboral y demás.

Siempre he sido de la idea que aún dentro de la política y del servicio público, puede (y debería) existir una amistad, o al menos una relación pacífica, respetuosa y cordial entre los representantes de los diversos partidos políticos que conforman las cámaras, los niveles de gobierno, etc. Y esta situación la he visto reflejada en la Senadora Tere Ortuño, compañera de maestría, y quién, a sabiendas de que ambos pertenecemos a partidos políticos distintos y contendientes, en mi pasada visita al Senado se lució como anfitriona, permitiéndonos conocer su labor en primera fila (literal), y descubrir el por qué se encuentra en el escaño que ostenta. Y mi propia labor con gente del PAN durante 2009 y 2010 en las 2 ediciones del Festival de Cine de Chihuahua, donde pude colaborar con panistas, con un sentido en común, que las cosas salieran como debían, y poder aprender de diferentes perspectivas el trabajo. Por estas mismas razones, creo incorrecto el descalificar, corregir, atacar o como gusten llamarlo, a los ensayos de los demás. Cada quién posee una visión política y partidista propia, y por X o Y razón defienden o justifican el gane de su partido o su candidato preferido.

Dicho lo anterior, y en base a un análisis realizado en conjunto con mi padre, yo opto por anticipar el triunfo del candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, como ganador del proceso electoral 2012. ¿En qué razones o justificaciones sustento mi decisión? Hace unos días tuve la oportunidad de leer un artículo bastante interesante escrito por Alejandro Páez Varela para www.sinembargo.mx donde expone las razones por las que los jóvenes podrían votar por el PRI. Entre las razones que expresa, y que comparto, es que los jóvenes entre 18 y 30 años crecieron, en su mayor parte, con los gobiernos federales azules, la mayoría de nosotros (yo incluido) no fuimos testigos (conscientes) de la devaluación de la moneda mexicana, del asesinato de Colosio, del fraude electoral de 1988, y de muchos otros aspectos negativos marcados por el PRI, sin embargo, si recordamos plenamente la caída del partido en el 2000, cuando Fox logra romper con 70 años de priísmo dinosáurico mal manejado. Y también fuimos testigos presenciales y conscientes de un mercado laboral por demás reducido, de un México sumido en el narcotráfico, la delincuencia y la guerra provocada por el gobierno federal combatiendo al crimen organizado, la mayor parte de nosotros puede contar una experiencia directa o cercana con la situación. Vivimos en un México donde la gasolina sigue subiendo exponencialmente cada 2 o 3 meses, y no podemos compararlo con el alza que tuvo en sexenios pasados porque, sencillamente, no lo vivimos en carne propia. Vimos también a López

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