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Variedades de pica


Enviado por   •  24 de Enero de 2014  •  Tesis  •  4.335 Palabras (18 Páginas)  •  754 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La anormalidad del apetito conocida con el nombre de pica o alotriofagía, hoy todavía es un enigma para la medicina en muchos aspectos. Algunos diccionarios la definen como: "Perversión del apetito en que se apetece sustancias no comestibles". En un sentido amplio se entiende como pica a aquel impulso o deseo vehemente por ingerir algún tipo especifico de sustancia que normalmente no se considera comestible o algunos alimentos en cantidades o formas inusuales. Esto crea algunas situaciones confusas como el considerar como pica el comer alimentos muy especiados (malasia) o el comer abundantes lechugas (lectofagia). Es pertinente mencionar los conceptos de Honorio Delgado sobre el hambre y el apetito: "Distinguimos el hambre del apetito: el primero corresponde a la necesidad de alimento en lo que respecta a la cantidad; el segundo, a la preferencia o selección cualitativa de los alimentos. Las anormalidades extremas del hambre son: la anorexia y la bulimia. Las del apetito se conocen como pica."

Dependiendo del tipo de alimento o sustancia ingerida la pica toma un nombre especifico los mas comunes Geofagia o comer tierra, pagofagia o comer hielo y amilofagia o comer harina. Según la condición psicológica-siquiátrica de la persona varia la severidad del cuadro y es más extraño el objeto del apetito; así, en gestantes con anemia ferropénica suele ser frecuente la geofagia o la pagofagia mientras que en pacientes psiquiátricos o con IQ bajos no son infrecuentes la ingesta de heces (coprofagia), plásticos, hojas (foliofagia) o pinturas. Sin embargo, se dan casos muy extranos; por ejemplo, he tratado por anemia ferropenica severa a una mujer de unos treinta años, ama de casa y mentalmente normal que manifestó que consumía cada dos a cuatro días un pote de betún para zapato.

Tabla I. Variedades de pica

• Amilofagia Harinas

• Geofagia Tierra, arcilla

• Pagofagia Hielo

• Cautopirofagia Fósforos quemados

• Coniofagia Polvo de persianas

• Geomelofagia Papas

• Gooberfagia Maní

• Lectofagia Lechugas

• Litofagia Piedras

• Tricofagia Pelos

• Xilofagia Maderas

• Stachtofagia Cenizas de cigarros

• Onicofagia Uñas

RECUENTO HISTÓRICO

La primera persona que usó por primera vez la palabra PICA para referirse a este síndrome fue el médico Frances Ambrose Pare a mediados del siglo XVI, tomándolo del nombre latino de la cotorra (Pica pica) probablemente por analogía con la conducta de esta ave que suele ingerir practicamente cualquier cosa, por hambre o curiosidad.

Desde la antigüedad hasta fines del siglo XIX se han usado una serie de nombres para designar este síndrome u otros relacionados con el, tales come: mal d’stomac en Francia; erdessen, das Gelusten der Scwangern Frauen, die Schwangern Weiberlust en Alemania; y caquexia africana en Norteamérica.

Se conoce, que ya desde la época de los Faraones los pobladores de las riberas del Nilo comían el limo de sus orillas por considerarlo un alimento fructificante. En la Grecia antigua lo misma arcilla empleada para la fabricación de la cerámica conocida como de Terra Sigillata, era usada para tratar una serie de enfermedades. Se sabe que Galeno, mucho tiempo después, visitó la Isla de Lemos y llevó para Roma una buena cantidad de esta arcilla que la empleaba para tratar intoxicaciones o envenenamientos

Avicena (Abu Ali ibn Sina, 980-1037 d.c.) notable medico árabe, fue el primero en mencionar los efectos benéficos de la terapia con hierro en casos de pica. Boezo en 1638 fue el primero en hacer una clasificación sistemática de los diferentes tipos de pica, casi siempre referidos al consumo de tierra o arcilla que en ocasiones se usaba para fines medico-curativos. Cuando el mundo europeo descubre América y expande sus viajes hacia Africa y Asia, se hace evidente que la pica y en especial la geofagia era una conducta universalmente extendida, con muchas variantes en su práctica y con diversos significados nutricionales y antropológicos.

En Norteamérica y el Caribe a fines del siglo XVIII, se reconoció un síndrome que atacaba a los esclavos que se denominó la caquexia africana y consistía en: debilidad, palidez, edema, crecimiento de hígado, bazo y nódulos linfáticos, anorexia; en fase terminal, ulceraciones de piel y finalmente la muerte. Posteriores observaciones y estudios, demostraron que la geofagia sumada a una dicta fundamentalmente a base de: puerco salado, pan de maíz y melaza (dicta pelagrogenica), era la causante del problema logrando así su corrección.

En el Perú al igual que en el resto de América la práctica de la geofagia está muy extendida desde antiguo. Callen y Cameron fueron los primeros en llamar la atención acerca de la posible práctica de la geofagia por parte de los antiguos habitantes de la costa peruana. Duccio Bonavia en una investigación arqueológica hecha al norte de Lima, en un asentamiento humano de unos cinco mil años de antigüedad, encuentra coprolitos humanos con una alta proporción de arena y tierra, reafirman-do dicha posibilidad.

Weiss en un trabajo publicado en 1953, hace una detallada descripción de los conocimientos acerca de la geofagia en el Perú, menciona los hallazgos de tierras calizas comestibles en tumbas precolombinas, en recipientes muy similares a los que actualmente se usan como complemento de la coca en el "chacchado".

Resalta la diferente actitud que existió entre el conquistador Inca y el Español, mientras el primero permitió la práctica de una serie de costumbres locales, siempre y cuando se guardara obediencia al Inca; el segundo persiguió despiadadamente todo aquello que no entendía por considerarlo "demoníaco". Demás está decir que esto último no eliminó la práctica de la geofagia y que por el contrario la hizo más riesgosa.

También menciona a los cronistas y los relatos de viajeros que, en la época colonial o los primeros años de la república, habían recorrido el Perú dejando testimonio de la existencia de diversas formas de geofagia y de cómo se reprimía esta costumbre. Resalta el hecho de que en la selva amazónica no es fácil conseguir sal, ya que esta se encuentra en alejadas minas y relata su experiencia personal en el Madre de Dios, en donde pudo observar como grupos de aborígenes selváticos realizaban lo que era prácticamente un peregrinaje anual a la búsqueda de tierra salada en collpas ya conocidas.

Mejía Xesspe en 1941 publica un trabajo titulado "Contribución al estudio de la Geofagia en el Perú" en el cual hace un recuento de las diversas publicaciones hechas acerca

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