Dentro y fuera del bote de la Basura

Dentro y fuera del bote de la Basura

Esta vez escribiré acerca de mí, O mejor dicho: cada vez que alguien escribe, de algún modo, escribe de sí mismo. Asi comenzamos con está autobiografía.

El libro empieza hablado un poco sobre él y una breve descripción de cómo se sintió Friedrich Perls al escribirlo, menciona que fue un tanto honesto y menciona una evolución de un niño judío a un psicoanalista mediocre.

Él se plantea una pregunta: ¿Significa esto que soy un hacedor de bien o que quiero servir a la humanidad? Y esto me hace pensar que no tenía la seguridad del gran avance que tendría su método, eso llamo mi atención, ya que con esta pregunta muestra su temor y admite que lo hace por su propio bien y por demostrar que es capaz con lo que quiere demostrar su vanidad, lo cual me agrado ya que su honestidad es demasiada cuando escribe. Pero, así como satisface su propio ego puede dejar a un lado eso y entregar el 100% a su nuevo tratamiento.

La memoria y el Orgullo estaban luchando. La memoria dijo: Fue así y el Orgullo dijo “¡No pudo ser así!, y la memoria se dio por vencida. Esta frase de Nietzsche es tocada por Friedrich y enfatiza los límites de la realidad y la imaginación o que podemos inventar las cosas o exagerarlas de mismo modo. Igual menciona: Estoy seguro que todo el alarde que hago de mí mismo, no me tengo en muy alta estima que gran parte de mi farsantería es una sobre compensación. No tan solo para compensar mi inseguridad, sino para sobre compensar y hacerles creer que soy algo real y especial. Con esto llegamos al tema de la autoestima, de ese amor propio que debió tenerse.

La Autoestima, como todos los comportamientos psicológicos, se experimenta como una posible lucha de sentimientos, Friedrich se plantea una duda muy correcta respecto a a teoría de Freud que dice que asombra el hecho de que, con toda su preocupación por el sexo no haya visto la relación entre la autoestima y la libido. La erección es una función fisiológica mientras que la autoestima es un tema de la mente.

Como seres biológicos, somos animales; como seres sociales, representamos roles y realizamos juegos. Como seres biológicos, tenemos que sobrevivir asi que matamos, pero como seres sociales lo hacemos por codicia y venganza o bien para obtener la gloria, he aquí la considerable confusión entre la realidad, la fantasía y el fingir.

Freud denomina “Yo idealizado” al auto concepto, sin embargo, utilizaba los términos “Yo” y “Súper Yo” indistintamente, siendo términos totalmente distintos. El “Súper Yo” es la función moralista que solo será denominado por un ego 100% sumiso.

Fritz Perls presenta que tratar de ser algo que no se es, tener ideales que no son alcanzables, estar atados al perfeccionismo solo para librar las criticas es una enorme brecha entre el potencial de uno se llega a tener y su mejoramiento. De igual forma nos muestra el Debeísmo: deberíamos eliminar, dejar de poseer, reprimir, negar las cosas genuinas y empezar a jugar a desarrollar roles sin un apoyo de nuestro élan vital, de lo que nos da como resultado comportamientos falsos en distintos niveles. En vez de llegar a obtener plenitud de una persona entera obtenemos la fragmentación, las peleas y la desesperación o sentida de una mente de papel. También nos habla del homeostasis y nos dice que es el sutil mecanismo autorregularte y auto controlante.

La brecha más profunda en nuestra idealización es el pensamiento mente/cuerpo: la suposición de que hay una separación y al mismo tiempo una individualidad, entre estas 2; la mente y la física. El ser humano es una unidad integral, pero tenemos la necesidad de abstraer muchos aspectos de está totalidad, todo depende del comportamiento, función social o su fisiología.

Casi todo el tiempo tenemos roles donde evitamos tener conflictos y aquí entran las proyecciones que son las cosas más desagradables: te fastidian y te enceguecen para justificar tus fallas. También nos menciona los síntomas del impasse que son: Confusión, Pánico, Lamento

Más adelante en el libro, toca un tema que me pareció relevante y con demasiada utilidad: ¿Qué juegos juegan nuestros pacientes? Con frecuencia tienden a ser 4:

• Dependencia: No puedo vivir sin ti
• Ay de mí: echa correr esas lágrimas de fácil fluir
• Chantaje: Ahora te detesto, me voy a matar
• Transferencia: Lo veo como mi padre, cariñosos e inteligente.

Con lo que llegamos a la Neurosis, entendemos que es un síntoma social de una sociedad enferma. Podría ser que los terapeutas exterioricen sus dificultades y trabajen sobre ellas en otras personas antes que en ellos mismos.

Podría ser que una neurosis, se tome por equivocación como un malestar médico y frecuentemente la neurosis es considerada una enfermedad en lugar de tomar la enfermedad como una neurosis: pensar que estas enfermo, simular una enfermedad es una de las tantas maneras como las personas inseguras manejan su mundo. Es un ejemplo claro al tener un gran trayecto entre fingir una enfermedad y la enfermedad neurótica. Este pensamiento podría llevarnos a un nuevo enfoque: considerar la neurosis desde un punto educacional en vez de uno médico. Un neurótico es incapaz de ver lo que es obvio y nos damos cuenta que ha perdido su prejuicio y sus sentidos, en comparación a una persona sana la cual cree más en sus sentidos que en sus conceptos y prejuicios.

Me es interesante el planteamiento que dice que todas las teorías e hipótesis son fantasías de modelos sobre cómo funciona realmente el mundo. Una vez que todas fueron verificadas y buscan una aplicación asumen el término de realidad y de ahí que el inconsciente y libido son tanto un hecho para los freudianos como lo son el estímulo respuesta para los conductistas.

Freud dio el primer paso, comprendiendo que el paciente no se encuentra en contacto con la realidad, habiendo extraviado la inmediatez de tener relaciones sin prejuicio con el mundo exterior y así comprendiendo que hay algo intermedio que afectaba dicha relación. A esto se le conoce como “agente perturbador complejo”

Para Freud “Analizar” significaba hacer consiente las memorias “olvidadas” y la relación con la fijación del paciente.

En lo que puedo opinar, la mayoría de los traumas que producen neurosis son inversiones de los mismos pacientes como una manera de justificar su posición.

Fritz Perls redacta una anécdota donde era amante de una mujer y que, en esa ocasión, especial, por cierto, él fue supersticiosos, menciona un poder sobre natural guardado en una estatuilla llamada “Mi-no-ga-me” que en vez de traerle suerte le dio infortunio y la termino regalando.

...