Derecho Empresario I: capítulo 10 Primera Parte: El Derecho Comercial
Enviado por NIZPASCUAL2019 • 29 de Octubre de 2019 • Resumen • 28.865 Palabras (116 Páginas) • 263 Visitas
Derecho Empresario I: capítulo 10
Primera Parte: El Derecho Comercial
1. Generalidades
El comercio, como actividad humana, aparece como un fenómeno natural, frente a las necesidades del hombre de obtener cosas de las que no puede autoabastecerse.
Existe comercio, para la Economía, cuando se presentan los siguientes elementos: a) Actividad intermediadora entre la producción y el consumo de bienes y servicios; b) No se alteran los productos; ya que si así se hiciera estaríamos frente a la industria manufacturera, diferente al comercio; c) Habitualidad en el ejercicio de la actividad; y d) Intención de lucro o de obtener ganancias.
Si bien la actividad comercial existe desde hace muchísimo tiempo, en la historia del Derecho, recién en la Edad Media el comercio empieza a presentarse como objeto de regulación en normas jurídicas especiales y diferentes a las del derecho común.
Ello se produjo como consecuencia de las necesidades propias de esa época, en la que normas especiales regulan principalmente el comercio marítimo, actividad para la cual resultaban inconvenientes las normas de derecho común que estaban vigentes en ese momento.
En un proceso histórico que llega hasta nuestros días, se fueron incorporando a las regulaciones jurídicas del comercio, una serie de actos y actividades que no son comercio en sentido económico, pero se consideran vinculadas a esta actividad. Ello ha tenido como propósito determinar casos en que se deben aplicar un sistema de normas especiales al comercio, diferentes a las que se establecen en el derecho común.
En un primer momento, estas normas especiales se aplicaban a los actos realizados por una “clase” de sujetos: los comerciantes en el ejercicio de su profesión, para lo cual debían agremiarse. Luego, al generalizarse la actividad, se optó por enunciar una serie de conductas o situaciones, que fueron denominados como “actos de comercio” (*), los que siempre eran regidos por la ley comercial, sin interesar la calidad de comerciante o no de la persona que los realizaba.
Las reglas y soluciones que encontraron los comerciantes para resolver sus conflictos, basadas fundamentalmente en los usos y costumbres propios del comercio, resultaron en algunos casos tan buenas, que terminaron generalizándose al ser aceptadas e incorporadas por el derecho común. Este fenómeno por el cual el Derecho Civil (derecho común) adopta como propias las normas del Derecho Comercial -es decir, cuando las normas especiales del comercio se transforman en normas comunes- ha sido denominado “comercialización” del Derecho Civil.
Simultáneamente a este fenómeno de comercialización del Derecho Civil, se produce otro descripto como fragmentación o dispersión del Derecho y que se ha producido especialmente con respecto a las normas del Derecho Comercial. El sistema de reglas especiales que integraba el Derecho Comercial en el siglo XIX (muchos países se dictaron códigos de comercio en ese siglo), empezó a fragmentarse en leyes que regulan diversas instituciones. Ello se produce principalmente en el siglo XX.
Estas leyes especiales, forman especies de “micro sistemas” autónomos, que contienen reglas propias, en las que encuentran solución casi todos los problemas que presentan los institutos regulados, realidad que se advierte claramente en el derecho argentino.
Siguiendo la tendencia mundial, nuestro país dictó su Código de Comercio en el año 1862 y luego, en sucesivas y múltiples modificaciones, se derogaron las dos terceras partes de las normas que originalmente integraban dicho código.
Los institutos regulados en esas normas derogadas, han sido motivo de leyes especiales, cuya normativa especial sirve para solucionan prácticamente todos los problemas que generen estas instituciones. Así por ejemplo, en materia de sociedades comerciales, encontraremos las soluciones legales en el propio texto de la ley de sociedades comerciales; y en lo que allí no encuentre solución seguramente aparecerá en normas del derecho común y no en el resto del ordenamiento comercial.
Las cuestiones que no están contempladas en estas leyes (y costumbres) especiales, ordinariamente no pueden ser solucionarlas con la aplicación de normas generales del Derecho Comercial, porque directamente no existen tales normas generales. Y por lo tanto, para llenar los vacíos de estos micro sistemas legales, debe recurrirse al derecho común, contenido principalmente en el Código Civil.
Estas leyes comerciales relativamente independientes o autónomas, se han dado en materias tales como seguros, títulos de crédito, sociedades comerciales, concursos (*), bancos (*), bolsas y mercados de valores (*), prendas con registro, corretajes (*), remates, tarjetas de crédito, etc. Cada uno de estos institutos se ha separado del sistema general del Derecho Comercial (lo poco que de él queda), pasando a estar regulado cada uno por una ley especial.
Por otro lado, tenemos que, principalmente en el siglo XX, cobra importancia fundamental para la economía el fenómeno de la empresa, como consecuencia de la producción industrial y comercialización de bienes en forma masiva. Durante la época de la revolución industrial se desarrollaron una gran cantidad de empresas con diversas finalidades. En la etapa de neoliberalismo que vivimos hoy, se registra el fenómeno de la globalización y concentración empresaria, lo cual ha potenciado los cambios.
Como toda empresa implica una unidad o centro de relaciones económicas, se ha propuesto que también sea considerada como centro o unidad de relaciones jurídicas, formando una nueva rama del derecho denominada Derecho de la Empresa o Derecho Empresario.
Esta nueva rama está en proceso de evolución y lejos aún de empezar a consolidarse como tal. Se opone a ella, principalmente que en el Derecho, las unidades de relaciones jurídicas se estructuran sobre la base de la existencia de una persona. Y, como veremos más abajo, las empresas no son sinónimo de sujetos de derecho lo cual impide en esta etapa de la evolución que sean consideradas como centro de relaciones jurídicas.
El fenómeno de la empresa, además, comprende cuestiones que hacen al Derecho Público, como las que se refieren a la intervención del Estado en la economía, al Derecho Fiscal, al Derecho del Trabajo, al Derecho Aduanero, etc. Y en los últimos tiempos, frente a la tendencia a la desregulación económica y privatizaciones de empresas públicas, se incluyen las normas que hacen a la libre competencia y su contracara que es la protección al consumidor.
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