Derechos Humanos: Primera expresión de conciencia

Derechos Humanos: Primera expresión de conciencia

El presente ensayo titulado “Derechos Humanos, Primera Expresión de Conciencia”, es fortalecer el conocimiento en base al desarrollo histórico de estos derechos y las modificaciones que han venido sufriendo a lo largo del tiempo, así como analizar su impacto en el contexto actual.

Se abordaran las temáticas enlazadas a los Derechos Humanos y los factores históricos que consolidaron su declaración universal y como se han aplicado en la actual constitución política de Nicaragua.

Los Derechos Humanos son una temática de amplia extensión reflexiva y que concierne a todo individuo por cuanto se trata de un esquema global.  Por eso pretendemos valorar dicha temática desde todos los aspectos posibles y promover su aplicación en la vida colectiva.

Para entender esta temática es necesario comprender que los conflictos violentos han existido de antaño, por lo cual surgió la necesidad de proteger los valores y principios de todos los seres humanos en común.

Los Derechos Humanos son el conjunto de preceptos por el cual se otorga a todos los seres humanos todas las condiciones éticamente adecuadas y que regulan la vida social en términos de legalidad, estas garantizan que todas las personas gocen de dignidad, de libertad, de respeto y  de todo aquello por cuanto se garantice el bienestar común y colectivo sin distinción de raza, sexo o nivel social.

El surgimiento de los derechos humanos y su integración como ley universal, no fue producto de sucesos pasivos, si no, que fue el resultado de todo recorrido histórico en el que destaca la violencia, la inhumanidad y desmoralización, no de un país, sino de todo el planeta.

Son evidentes los datos históricos que revelan que antes, que se establecieran los derechos humanos, la libertad de expresión era reprimida y limitada al silencio del pensamiento, no existía igualdad social ni económica, mucho menos enfoque de género; la sociedad era un mundo estratificado y las ambiciones y deseos expansionistas del hombre se convirtieron en el verdadero colapso de la humanidad.

Por todo lo anteriormente descrito, es necesario enfatizar la importancia que tiene abordar esta temática, puesto a que resulta pertinente tratar de comprender como en medio de la crisis humana surge el mandato que aseguraría el futuro de las actuales generaciones; los derechos humanos nacieron de las cenizas que dejaron no solo las guerras, sino también las incontables situaciones de maltrato e injusticia de las que hoy se tiene conocimiento.

El programa derechos humanos ha crecido considerablemente desde sus comienzos hasta el presente. Esta surge cuando se establece en el  preámbulo de La Declaración Universal de los Derechos Humanos “considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen la base en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.”

Antes que se consolidaran los derechos humanos como tales, las personas estaban expuestas a atrocidades cometidas fuera de la ley y no existía garantía alguna para respaldar la dignidad de la persona y su reconocimiento como parte de la sociedad; es decir que no exista un estatuto en concreto que proveyera seguridad, igualdad, ni libertad a la población, pero en cambio era evidente una intensa lista de discriminación, maltrato, violencia y vulnerabilidad  a un sin número de personas que las que según las jerarquías existentes no se les reconocía su humanidad.

La razón y la conciencia nos revelan la existencia de un principio ético del derecho y el deber. Como afirma Mahatma Gandhi: “el respeto de los derechos depende de hábitos y actitudes pues es más que una exigencia”.

La lucha por alcanzar la libertades y facultades propias de cada individuo perteneciente a la raza humana se remonta, incluso, a tiempos filosóficos, ya que desde entonces el ser humano creyó en la necesidad de establecer una muralla jurídica que protegiera la vida de la comunidad y del individuo; es así como muchos filósofos como Heráclito y Sócrates pensaban que era preciso que el pueblo luche por la ley, puesto a que el peso de la justicia y la ley son definitivas en la regulación de los derechos, y que las leyes deben servir para organizar la vida del individuo y la comunidad.

A lo largo de la historia, la lucha por conseguir la verdadera libertad y cuyos frutos vemos en los derechos humanos, se escribió en base a las luchas constantes y a sucesos que invocaron la muerte y la miseria de más de un millón de personas; de los cuales cabe destacar los siguientes hechos:

1. La primera guerra mundial que dejo un saldo asombroso de más de diez millones de soldados muertos en combate, veinte millones de civiles que murieron de hambre, enfermedad y exposición a las armas utilizadas en la guerra, y otros seis millones de personas que quedaron discapacitadas sin contar las pérdidas materiales y económicas que no solo dejaron po9breza extrema sino también que modificaron el mapa de los países involucrados. A raíz de esto surgen tenciones sociales y económicas que levantaron la oposición del pueblo a la guerra, sobre todo por ser la población civil la más afectada.

2. La segunda guerra mundial, que fue considerada la segunda gran matanza, causada por la extrema exaltación nacionalista de la Alemania Nazi que fundamenta sus actos en el racismo contra los judíos  y que causara la matanza de millones de personas fusiladas, torturadas, asesinadas a causa del bombardeo, el hambre y la enfermedad.

A partir de este hecho se produce el primer juicio para condenas los crímenes de guerra, Los Juicios de Núremberg, y entonces surgen las dudas, ¿Cuántas personas murieron en nombre del racismo, de la paz y la libertad? ¿Lo que hemos logrado cubre el costo de la vida de quienes fallecieron por culpa de la guerra?

Este hecho marco profundamente la historia de los derechos humanos, y casi simultáneamente el Derecho Internacional Humanitario que dio pie al convenio de Ginebra en 1949.

Los juicios de Núremberg fueron un gran avance, en el que cuatro fiscales principales del tribunal militar internacional presentan acusaciones en contra de 24 oficiales Nazis de alto rango, donde el argumento principal lo sostuvo Robert H. Jackson (representante de Estados Unidos). “El verdadero acusador de este crimen es la humanidad…”. La guerra no puede ser algo imposible, pero se puede esperar que las acciones jurídicas pongan la fuerza del derecho internacional, sus prohibiciones y sobre todo sus mandatos al servicio de la paz. Así fue como el tribunal militar internacional impone sentencia de muerte a doce acusados incluyendo al sucesor de Adolf Hitler, Hermann Goering; tres sentenciados a cadena perpetua, cuatro sentencias de entre diez a veinte años, y absuelve a tres de los acusados.

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