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Desarrollo Cooperativo Latina Americano


Enviado por   •  17 de Julio de 2013  •  7.575 Palabras (31 Páginas)  •  3.901 Visitas

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Desarrollo Cooperativo en Latinoamérica

Objetivo General:

Identificar los principales elementos que definen el desarrollo cooperativista en Latinoamérica y Venezuela

Objetivos Específicos | Contenido | Estrategias metodológicas | Recursos |

Identificar las cooperativas en el contexto latinoamericano l Reflexionar acerca las diferentes modalidades de cooperación Valorar la importancia de las cooperativas en el desarrollo local Identificar la participación social bajo la modalidad de las cooperativas Describir los inconvenientes para la acción del cooperativismo. | Breve historia del desarrollo cooperativo latinoamericano. Nuevas modalidades de cooperación. El movimiento cooperativo dentro del proceso de desarrollo local. La participación social de las cooperativas Inconvenientes para la acción del cooperativismo | Agenda 1 Desarrollo cooperativo Breve historia Lectura Nº 4 Trabajo en grupo para revisión de material. Discusión colectiva. Exposición por parte de los participantes Conclusiones grupales. | Recursos para la presentación de la información. Guía de lecturas -.Información sobre pautas para el desarrollo, cooperativista

DESARROLLO COOPERATIVO

A modo de introducción

Entendemos el desarrollo cooperativo como una alternativa viable de desarrollo sustentable, económico y social, por lo tanto es necesario destacar el vasto potencial de las cooperativas y otras organizaciones de apoyo solidario para el mejoramiento de las sociedades y, alcanzar así, la justicia social en las diversas partes del mundo

América Latina tiene condiciones muy especiales, debido a su rápido crecimiento demográfico e intensos cambios políticos, sociales y tecnológicos, aunado a la simultaneidad con que ellos ocurren, algunos llegan a decir que está “convulsionada”, yo la llamaría que está regresando a sus cimientos, a su cultura, a su idiosincrasia guerrera, a volver a tener claridad sobre su papel en el mundo, a apropiarse de sus recursos, por lo tanto está explotando con un salto cualitativo hacia delante, Lenin dice”CUANDO DECENAS DE MILLONES DE PERSONAS LLEGAN A LA CONCLUSIÓN DE QUE NO PUEDEN SEGUIR VIVIENDO COMO ANTES SURGEN LAS REVOLUCIONES”, entonces estamos viviendo una gran revolución latinoamericana.

Las cooperativas basadas en sus valores de solidaridad, respeto humano, altruismo, son las llamadas a dar respuesta contundente a las necesidades del pueblo, a alzar las banderas revolucionarias, a cambiar las concepciones de producción capitalista neoliberal, por concepciones sociales y humanistas, a cambiar la concepción patrono – obrero, por trabajo conjunto y asociado, en definitiva, a fomentar el socialismo que no es otra cosa, desde el punto de vista económico, que hacer desaparecer la explotación del hombre por el hombre, desarrollando un movimiento progresivo desde lo sencillo hasta lo complejo, desde lo inferior hasta lo superior, restituyendo las formas ancestrales de vida social de vida social, y ofreciendo un vasto campo para el progreso de las fuerzas productivas

El aprovechamiento colectivo de la tierra para usufructo individual y comunal, tal era el caso de los ayllus de la cultura inca que comprendió lo que ahora es el Perú, Bolivia, Ecuador, parte de Chile y el norte argentino. De igual modo, en las culturas del norte de América como la azteca en México y con base al calpulli, cuyas persistencias en la actividad ganadera y aun agrícola ha corroborado su vigencia en países como Perú, Bolivia y Ecuador.

Breve historia del desarrollo cooperativo latinoamericano

Los inmigrantes europeos introdujeron la idea cooperativista, principalmente, italianos, franceses, ingleses y alemanes que formaron las primeras cooperativas en Argentina, Brasil (italianos, franceses, alemanes), Paraguay (alemanes), Chile y Perú (ingleses), luego el movimiento obrero sindical propició y organizó las primeras experiencias de asociación solidaria para satisfacer necesidades de consumo, de ahorro y crédito y de servicios funerarios. En algunos países, se planteó como estrategia de lucha sindical la organización de cooperativas (Argentina, Chile, Uruguay), algunos pensadores y políticos apoyaron la idea cooperativista promoviendo, organizaciones cooperativas para establecer condiciones de justicia social. Incluso en varios países las leyes antecedieron al hecho cooperativo (Perú, Ecuador, Costa Rica), los religiosos y en especial la iglesia católica tan arraigada en Latinoamérica se pronuncia a partir la partir de las encíclicas “Rerum Novarum, Quadragesimo Anno y Populorum Progressio” que buscó mecanismos cooperativos para solucionar los problemas que afectaban a grandes capas de la población, encontrando en el cooperativismo (modelo de Antigonish) una posible solución, esta acción fue importante en los países de América Central y los de la Región Andina, El estado entonces comienza un proceso de legislación creando un marco legal para el funcionamiento de las cooperativas. A partir de las décadas del cincuenta y sesenta se brindó, a través del Programa Alianza para el Progreso, un fuerte impulso al cooperativismo como inductor de progreso económico y social permitiendo, además, que los Estados instituyeran oficinas especiales para la promoción, desarrollo y registro de cooperativas, canalizando así muchos de sus recursos y prestaciones hacia el cooperativismo. Este impulso gubernamental tuvo sus principales manifestaciones en los procesos de reforma agraria, con las cooperativas de producción y de comercialización, entre otros. Igual interés se manifestó por las cooperativas de vivienda, en menor medida por las de consumo, tardíamente por las de servicios múltiples y tibiamente por las de crédito

En una parte importante de los actuales países de la América Latina y aun antes de la venida de los europeos, se practicó y aún se practican diferentes modalidades de asociación cooperativa tradicional, especialmente en el ámbito rural y en actividades de carácter agropecuario.

Estas modalidades se observan en:

En el trabajo asociado para ciertas actividades agropecuarias como la siembra, la cosecha y la ejecución de obras de interés común. Estas formas de trabajo asociado reciben nombres como la minka en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, el tequio en México y las juntas en Costa Rica (los borucas).

En la ayuda mutua de tipo recíproco como el ayni en los países andinos y formas similares en países de base cultural chibcha (Colombia), azteca (México) y maya-quiche.

En el período colonial español y portugués el interés principal fue el uso de la mano de obra indígena en la producción minera y, en menor medida, en la agropecuaria. La escasez de mano de obra determinó la introducción de esclavos africanos

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