Desarrollo organizacional El virus
Enviado por aljavi • 3 de Febrero de 2019 • Ensayo • 1.077 Palabras (5 Páginas) • 191 Visitas
Universidad Nacional Autónoma de Honduras[pic 1]
Asignatura: Desarrollo Organizacional.
Catedrático: Jaime Granados.
Alumno: Allan Javier Villatoro Martínez - 20122008229
Trabajo: Ensayo sobre el virus de la actitud.
Fecha: San Pedro Sula, Cortes. Enero 4-2019
Introducción
Independiente del rubro o actividad a la que se pertenezca, la actitud con la que afrontamos cada proceso a lo largo de la vida dará como resultado el éxito o el fracaso de los mismos. Dichas actitudes generan una consecuencia en cadena que afecta a mis compañeros de trabajo y produce un impacto de forma global en la empresa a la que pertenezco, ocasionando desanimo, incumplimiento de metas, pérdidas en la productividad, entre otras. Por tal motivo es imperioso detenerse y hacer introspección para reconocer las áreas de debilidad y de tal forma buscar alternativas para el mejoramiento. Para lograr reducir las fallas en las actitudes de los empleados se debe reconocer que el líder juega un papel fundamental ya que es el que debe mantener la actitud positiva entre los diferentes miembros de la organización y de esa forma estar atento cuando cualquier actitud esté afectando el desempeño entre los equipos, además será el motivador del equipo para que todos se encaminen en el cumplimiento de las metas organizacionales. Cabe mencionar que la actitud que adopta cada persona obedece a muchos factores que han venido interviniendo o influyendo y entre ellos el más importante a mencionar vendría siendo las experiencias y relaciones que se hayan atesorado a lo largo de la vida de las personas.
En el presente ensayo se presenta una interpretación personal acerca del video llamado “el virus de la actitud, describiendo 7 de los virus que se presentan en los equipos de trabajo dentro de las organizaciones y la forma en que estos vendrían a dañar el logro de los objetivos.
Virus que se presentan dentro de las organizaciones
- Irritabilidad: Vendría siendo el tipo de actitud que presentan muchos empleados a la hora de tener poco control sobre sus emociones y tener un bajo umbral del manejo del estrés. Al ser humanos colectivos pertenecemos a distintas organizaciones dentro de las cuales no todas las experiencias serán favorables pero se debe tener cuidado de no escudarse en eso para sentir la libertad de explotar y contagiar a los compañeros de equipo nuestras cargas emocionales pues estaríamos provocando un mal ambiente de trabajo y el proceso del logro de metas se llevaría a cabo de manera lenta.
- Perfeccionismo: Es imperioso que los empleados den su 100% en todas las actividades que realicen, que trabajen bajo procesos de mejora continua y que se superen día a día, pero cuando esto se maneja en manera de perfeccionismo, entra lo no tan saludable. Se debe tomar en cuenta que no todos somos iguales y que algunos no poseen las mismas habilidades que yo tengo. Lo ideal ante esas situaciones sería aconsejar a quien tiene las debilidades para hacer que mejore y no criticar bajo estándares demasiado estrictos y perfectos el desempeño del mismo.
- Resistencia al cambio: Hay personas que toda innovación o situación que represente cambio les atemoriza y la evaden. Creen que su manera de hacer las cosas es absoluta y que no existen formas de realizarlas de mejor manera, siendo más eficiente y eficaz. El líder debe trabajar con estas personas a romper los moldes de lo tradicional y a hacerles ver que la incertidumbre es algo que siempre se va manejar en cualquier proceso que se implemente, pero que los cambios son buenos si se gestionan de forma correcta.
- Esparcir rumores: Dentro de las organizaciones hay muchas personas que se dedican a la destrucción de la moral de otras personas. Lo hacen levantando rumores y chismes incluso de cosas que nunca han sido comprobadas y que al final no vendrían siendo más que prejuicios.
- “Este no es mi trabajo”: únicamente realiza sus funciones demostrando poco compañerismo y ayuda. No quiere ir más allá del trabajo para el cual fue contratado, no le gusta cooperar, no se cuenta con el en los momentos de dificultad o cuando se necesita que los empleados den un extra ante el proceso de cumplimiento de metas.
- Falta de compromiso: Las personas que padecen este tipo de virus no se comprometen para nada ante sus tareas y al final vienen siendo una carga con la que otras personas deben de cargar. Muestran poco entusiasmo por el trabajo, y no desean comprometerse con objetivos y metas del equipo
- Pesimista: Transmite negatividad en todo su entorno, aguarda lo malo de cada situación. No se sabe si espera que lo malo suceda o está trabajando para que ello pase. siempre tiene respuestas negativas y desesperanzadas. Es peligroso que este virus contagie a los demás miembros de los grupos dentro de la organización pues las consecuencias vendrían siendo abismales.
Conclusión
El virus de la actitud es en general el conjunto de actitudes negativas que inhabilitan el óptimo desarrollo de una empresa, debido a que tanto el empleado perfeccionista, como el malgeniado, el chismoso, el pesimista, el relajado el temeroso a probar nuevas cosas, son personas que pueden superar sus errores aceptando que su forma de actuar no es la correcta y que deben cambiar por el bienestar de todos.
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