Desarrollo sexual: aspectos evolutivos.
Enviado por flakitahesiquio • 14 de Enero de 2014 • Tesis • 2.727 Palabras (11 Páginas) • 430 Visitas
Tema 2. Desarrollo sexual: aspectos evolutivos.
2.2.3. Identidad del rol del género
Los investigadores miden la identidad del rol del género pidiendo a los niños y adultos que se clasifiquen a ellos mismos en rasgos de personalidad "masculinos y "femeninos. Aunque la mayoría de la gente tiene identidades tradicionales, algunos son andróginos, puntúan alto en características masculinas y femeninas. Actualmente, el componente masculino de la androginia es responsable, en gran medida, de la asociación de ésta con el ajuste psicológico superior. La adquisición de la roles de género se irán adquiriendo de acuerdo a las teorías, así, de acuerdo a la teoría del aprendizaje social, los preescolares adquieren primero respuestas estereotipadas por medio del modelado y del refuerzo, y sólo después las organizan en cogniciones sobre ellos mismos. La teoría cognitivo-evolutiva sugiere que la constancia del género debe ser alcanzada antes de que los niños puedan desarrollar la conducta estereotipada. Los niños dominan la constancia de género pasando por las etapas de etiquetado de género, estabilidad de género y consistencia de género. La comprensión de la constancia de género está asociada con el logro de la conservación y las oportunidades de aprender sobre las diferencias genitales entre los sexos. En contraste con las predicciones cognitivo-evolutivas, la conducta apropiada al género se adquiere mucho antes que la constancia de género. Sin embargo, otros logros cognitivos -etiquetado de género, estabilidad de género- fortalecen la adopción del rol del género de los preescolares. Durante la niñez media, los varones fortalecen su identificación con el rol masculino, mientras que las niñas son más andróginas. Al principio de la adolescencia, las identidades del rol del género de ambos sexos son más tradicionales, una tendencia que, con el tiempo, se hace menos pronunciado. La teoría del esquema de género es un acercamiento el procesamiento de la información a la formación del género que combina los rasgos del aprendizaje social y los cognitivos-evolutivos. A medida que los niños aprenden las preferencias y conductas estereotipadas, forman categorías masculinas y femeninas, o esquemas de género, que se aplican a ellos mismos y usan para interpretar el mundo. Se le presta atención y se le acerca a la información consistente con el esquema, mientras que se ignora, malinterpreta, o se rechaza activamente la información inconsistente con el esquema. Como resultado, los niños aprenden mucho más sobre actividades y conductas apropiadas al género que inapropiadas. De acuerdo a la teoría social del aprendizaje, la conducta precede a las autopercepciones en el desarrollo de la identidad del rol de género. Por el contrario, la teoría cognitivo-evolutiva sume que las autopercepciones surgen primero y guían la conducta de los niños. Contrario a las predicciones cognitivo-evolutivas, la conducta de género está presente tan pronto en el desarrollo que la constancia de género no puede explicarla; el modelado y el refuerzo debe explicar su primera aparición. Varios logros cognitivos -etiquetado de género, estabilidad de género y autoevaluaciones relacionadas con el género- aparecen para fomentar la adopción del rol de género. Sin embargo, la importancia de la constancia de género continúa debatiéndose. Durante la niñez media, los niños varones fortalecen su identificación con el rol masculino, mientras que las niñas son más andróginas. La identidad del rol de género es más tradicional al principio de la adolescencia, una tendencia que disminuye con el tiempo. La teoría del esquema de género es un enfoque del procesamiento de la información a la formación del género que combina rasgos del aprendizaje social y cognitivo-evolutivos. Explica cómo las presiones sociales y las cogniciones de los niños funcionan juntas para perpetuar las percepciones y la conducta relacionadas con el género.
• Las teorías cognitivas: Constancia de género y Esquemas de género Los teóricos cognitivos se centran en la comprensión que tienen los niños sobre las diferencias de género masculino-femenino, y en la forma como las percepciones cambiantes que tienen los niños sobre el género motivan sus esfuerzos para comportarse de forma coherente con el papel que corresponde a su propio género. Teoría cognitivo-evolutiva (Kohlberg, 1969): Los niños pequeños (preescolar) creen que las diferencias sexuales dependen de las diferencias aparentes o de la conducta y no tanto de las diferencias biológicas. Así los chicos creen que se podrían convertir en mamás y las chicas en chicos si cambiaran las ropas o se cortaran el pelo. Hasta los cuatro años o cinco años, no se dan cuenta de que son varones o hebras de forma permanente basándose en su biología que no cambia (Bem, 1989). El hecho de darse cuenta de la constancia del género motiva a esforzarse para aprender sobre los roles correspondientes a cada género y que se esfuercen en adoptar una conducta apropiada al rol de cada género. Sin embargo no se ha podido confirmar que la consciencia de la constancia del género esté en la base del conocimiento que tienen los niños sobre la conducta correspondiente al rol de cada género o de su motivación para adoptar la conducta apropiada. En lugar de ello, los niños poseen una comprensión sorprendentemente sofisticada sobre los roles de cada género y se comportan de muchas formas tipificadas sexualmente mucho antes de que hayan adquirido la consciencia de la constancia del género (Fagot y Leinbach, 1993). Teoría del esquema de género (Bem, 1981). La motivación de los niños pequeños para comportarse de forma apropiada al género deriva de sus esquemas de género, de las formas como organizan su conocimiento sobre las personas en términos de categorías y evaluaciones basadas en el género. Los niños adquieren los esquemas de género muy pronto en la vida porque nuestra sociedad establece muchas distinciones, relacionadas con el género de las personas, que los niños pequeños pueden comprender con mayor facilidad. Tan pronto como empiezan a darse cuenta de los esquemas de género y se pueden etiquetar a sí mismos con exactitud como varones o hembras, intentan ajustarse a estos esquemas y utilizarlos para evaluar la conducta de los demás. Su ajuste a las normas del género se deriva más de su propia autoaprobación por hacerlo que de las reacciones de los demás (Bussey y Bandura, 1992).
Resumen: para los teóricos cognitivos la creciente comprensión de los esquemas de género por parte del niño constituye el aspecto primordial junto con las características de estos esquemas en la sociedad en sentido amplio.
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