Desastre de Mann Gulch
Enviado por Jenifer Abigail Villaboa • 9 de Junio de 2024 • Informe • 3.237 Palabras (13 Páginas) • 58 Visitas
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Introducción
Quince paracaidistas saltaron de un avión C-47 en un ambiente caluroso, una tarde seca de agosto de 1949 para avistar lo que se creía que era un incendio forestal que ardía a lo largo del sur en la cresta de Mann Gulch, un valle empinado y estrecho, situado directamente al este del río Missouri.
Durante los siguientes 90 minutos se produjo una lucha compleja, confusa y heroica… El fuego, avivado por los fuertes vientos y las corrientes descendentes, se propagó en maneras inesperadas, aislando a los bomberos de su planificado camino de escape del río y rugiendo por la quebrada con un muro de llamas, aire sobrecalentado y humo negro hirviendo.
Al final, 13 de los bomberos perdieron la vida. Este trágico suceso provocó un golpe devastador al Smokejumper Programa (bomberos paracaidistas forestales) y cambió drásticamente la forma en que el Servicio Forestal analiza los peligros y cómo el cuerpo de bomberos está entrenado, equipado, dirigido y desplegado.
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Material base: Caso “Los bomberos”
“Un día, en los cerros de Montana, en una zona forestal de EE.UU., a las cuatro de la tarde, quince bomberos paracaidistas que no habían funcionado nunca antes como grupo se arrojaron en paracaídas sobre Mann Gulch. Los líderes del equipo creían que las llamaradas pertenecían a lo que llamaban un “incendio de las diez”, es decir que, según sus cálculos, lo tendrían bajo control antes de las diez de la mañana del día siguiente. Pero el fuego se expandió y los hombres se vieron obligados a correr por sus vidas.
La quema de Mann Gulch comenzó probablemente con un rayo que encendió un pequeño fuego en un árbol muerto. Al día siguiente la temperatura era de 36° C y esto colocó al incendio en una calificación de 74/100, lo que estaba indicando la posibilidad de que se expandiera de manera incontrolable. Cuando se detectó el fuego desde el mirador de la montaña, a 48 kms, se decidió enviar a un grupo de bomberos paracaidistas desde Missoula, Montana, en un avión de transporte C-47. Jim Harrison, un guardaparque apostado en el siguiente cañón, estaba ya en el lugar y trataba sólo de combatir las llamas.
Las condiciones del viento eran turbulentas ese día, razón por la cual el grupo y su carga saltaron desde 2000 metros de altura en lugar de los habituales 1200. El paracaídas conectado a la radio del grupo falló al abrirse y la radio se pulverizó contra el suelo. Pero el resto de la dotación y sus provisiones llegaron a salvo a Mann Gulch. Recogieron sus cosas, esparcidas por el lugar, y decidieron comer algo.
Mientras el grupo comía, el jefe Wagner Dodge se reunió con el guardaparque Harrison y juntos concluyeron que el espeso bosque cercano en el que habían descendido podía transformarse en una “trampa mortal” dada la intensidad de la hoguera. Dodge le pidió a su segundo, William Hellman, que llevara la dotación hacia el norte, lejos del foco, y que avanzara en dirección al río que estaba al pié del barranco. Mientras Hellman y el grupo seguían esas instrucciones, Dodge y Harrison comieron algo. Dodge volvió a unirse al grupo una hora más tarde y tomó la posición a la cabeza de la línea que marchaba hacia el río. Al mirar a su izquierda, vio llamas que avanzaban y retrocedían sobre la pendiente sur y de pronto observó cómo cruzaban el barranco unos 180 mts. más adelante y avanzaban hacia ellos.
Desesperadamente les gritó a los demás que corrieran para alejarse y comenzó a subir la abrupta colina hacia una zona de rocas únicamente.
El grupo avanzaba con rapidez por pastos resbaladizos a 76 CMS de altura, pero perdía velozmente terreno frente a las llamas de 1 metro que se dirigían apresuradamente hacia ellos a una velocidad aproximada de 200 metros por minuto. Ante la inminencia del peligro, Dodge gritó al grupo que dejaran sus herramientas. Dos minutos después, y ante la sorpresa de todos, encendió un fuego delante de sus hombres y les pidió que se acostaran en el espacio quemado. Ninguno de ellos lo hizo. Todos huyeron hacia las rocas en busca de lo que era para ellos un lugar seguro.
Dos bomberos, lograron llegar a una grieta no afectada por el fuego. Dodge sobrevivió tirándose sobre las cenizas de su propio incendio. Los otros trece bomberos fallecieron incinerados.”
Guía de preguntas (a modo de reflexión):
¿Mala suerte o una cadena de malas decisiones?
¿Falta de información y entrenamiento escaso?
¿Liderazgo ineficaz? ¿Se rompió la cadena de mando?
Estrategias y contextos cambiantes.
Procesos de comunicación.
“Una sumatoria de pequeños errores que terminó en una gran tragedia”.
Criterio
El desastre en Mann Gulch fue el resultado de una combinación de malas decisiones y mala suerte, por supuesto, en muchas ocasiones, de manera cotidiana, se presentan “baches en el camino” sin justificación alguna, pero si hay que tener en cuenta ciertos criterios para una mejor respuesta a tales para conducir así, a resultados óptimos y efectivos que no lleven a tragedias.
El incendio forestal de Mann Gulch se lleva las vidas de 13 bomberos del servicio forestal.
Causas próximas:
• Vientos inesperados arrastraron el fuego compacto desde la cresta sur hasta la desembocadura de la quebrada y bajar cresta norte, cerrando tanto el ataque planeado como rutas de escape.
• Terreno empinado, fuertes vientos quebrados y condiciones secas y a la vez resbaladizas. La quema de combustible permitió que el fuego avanzara rápidamente por la cresta norte adelantándose a los bomberos.
Problemas subyacentes:
• Gestión general inadecuada de los paracaidistas. La falta de organización, comunicación y preparación y entrenamiento por parte del cuerpo, estrategias, entre otros.
• Comprensión incompleta del clima predominante. También las condiciones, terreno y comportamiento probable del incendio.
Hablemos de Estrategias (Basado en el punto “Unidades estratégicas de Negocio”) :
La aplicación de unidades estratégicas de negocio habría permitido al equipo de bomberos enfocarse en áreas específicas de acción, como la prevención del fuego, la contención, la evacuación de áreas afectadas, etc. Esto habría facilitado una respuesta más organizada y estratégica a la emergencia en Mann Gulch. Además, sería útil haber contado con otras unidades de bomberos de otras zonas, hay casos en los que distintos cuerpos de bomberos no se especializan en las mismas áreas, pero aportan a un fin común, “ser bomberos” en simples palabras, entre cuerpos se apoyan, capacitan y pueden acudirse mutuamente en casos extremos.
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