Desigualdad en la distribución de la tierra en Colombia
Enviado por Kevin Gallardo • 27 de Febrero de 2019 • Ensayo • 1.995 Palabras (8 Páginas) • 168 Visitas
Desigualdad en la distribución de la tierra
Colombia el país más desigual de América Latina en distribución de la tierra. Ese es el encabezado con el que empieza una noticia publicada el 25 de abril del presente año en la revista semana, donde también se asegura que campesinos y académicos critican la legislación con la cual se ha manejado el tema hasta el momento, pues de muy poco o de nada ha servido para mejorar la situación. CITAR.
En Colombia, el acceso a la tierra ha sido históricamente una gran fuente de poder político y de conflicto social, además un determinante clave en la productividad de la economía rural. CITAR La distribución inequitativa de la tierra siempre ha sido un problema en nuestro país, la desigualdad en su uso ha sido uno de los principales detonantes de la creación de guerrillas y grupos al margen de la ley que han generado violencia, muertes y conflicto en sus regiones más vulnerables.
El objetivo del presente ensayo es proponer una o varias soluciones al problema de desigualdad en la distribución de la tierra teniendo en cuenta los principios y teorías planteadas por distintas escuelas y pensadores de la historia económica.
Descripción del problema:
La distribución de la tierra es altamente inequitativa en Colombia. De acuerdo con Grain, la medición más reciente de ese indicador arrojó que en Colombia el índice de Gini más reciente fue de 0.90, CITAR. lo que representa la inequitativa distribución del factor y la gran concentración del mismo en manos de gente que lo utiliza de manera ineficiente.
El problema de desigualdad en la tenencia de la tierra puede ser considerado político, económico y social por las siguientes razones:
Problema social: Debido a que la desigualdad en la tenencia de la tierra genera mayor incidencia de la pobreza en las zonas rurales. Existe una relación directa entre el acceso a la tierra y el mejoramiento del bienestar de los hogares rurales, debido a que para los pequeños campesinos el poder acceder a la tierra y utilizarla como medio de producción y subsistencia les permite obtener mayores ingresos y capacidades de consumo.
La tenencia de la tierra es un problema social también por el conflicto armado que se genera alrededor de ella. Desde tiempos de la colonia la tierra ha sido el eje principal del conflicto armado en Colombia. En los tiempos modernos la situación no ha cambiado mucho, aunque se estén implementando políticas que van avanzando de a poco con la todavía reciente firma de los acuerdos de paz. El caso es que la tenencia de la tierra genera violencia porque los grupos armados, llámese guerrillas, paramilitares u otro tipo de grupos insurgentes han incurrido en la llamada economía política del despojo de tierras, debido a que generalmente los pequeños campesinos construían sus viviendas y trabajaban sus tierras en zonas que resultaban estratégicas para ellos, y en las que además el gobierno brillaba por su ausencia, motivo por el cual los grupos insurgentes se aprovechaban de hecho y de manera forzosa despojaban a los pequeños propietarios de sus tierras, de manera forzosa y violenta despojaban a los pequeños campesinos de sus tierras, motivo por el cual se genera otro problema social que es desplazamiento forzado.
Problema económico: La desigualdad de la tierra es un problema económico por las siguientes razones:
Oxfam Internacional, en su informe, radiografía de la desigualdad, indica que el último censo agropecuario sobre la distribución de la tierra en Colombia arrojó como uno de sus resultados que de los 111,5 millones de hectáreas censadas, 43 millones (38,6 %) tenían uso agropecuario, mientras que 63,2 millones (56,7 %) se mantenían con superficies de bosques naturales, además de que de las 43 millones de hectáreas con uso agropecuario, 34,4 están dedicadas a la ganadería y solo 8,6 a la agricultura. La situación debería ser inversa, pues se recomienda que 15 millones de hectáreas deberían utilizarse para ganadería, pero se usan más del doble. Por su parte, 22 millones son aptas para cultivar, pero el país está lejos de llegar a esa cifra CITAR.
Otro resultado del último censo sobre distribución de la tierra evidencia que los predios de más de 1000 hectáreas dedican 87 % del terreno a ganadería y solo el 13 % agricultura. En los predios más pequeños, es decir, los menores a 5 hectáreas, el 55 % del predio se dedica a ganadería y el 45 % a agricultura. A pesar de que la situación es menos dramática en este último sector, la tendencia a la ganadería siempre es más alta que otras formas de explotación de la tierra.
Las cifras arrojadas por el censo demuestran que en Colombia el uso del factor tierra es inadecuado e ineficiente, el mal uso de la tierra es un problema de ineficiencia económica, pues el recurso se está destinando a usos que no le sacan el mayor provecho posible. La mayoría de las tierras colombianas son fértiles y ricas para la agricultura, pero no se usan para realizar actividades agrícolas, sino que se destinan a la ganadería o en su defecto sus propietarios no les dan uso alguno y son totalmente improductivas.
Los monocultivos predominan. Por ejemplo, el 30 % de las áreas sembradas en el departamento del Meta corresponde a palma aceitera. CITAR. El problema de los monocultivos radica en que generan poca diversificación de la producción y hacen que se desaprovechen grandes cantidades de tierras productivas que podrían destinarse no solo para la siembra de una única especie de planta o alimento, sino también de otras plantas o alimentos. así las cosas, también es un problema de eficiencia en el uso del factor tierra.
Problema político: La ineficiente e inequitativa distribución de la tierra en Colombia también es un problema político, pues la debilidad de nuestras instituciones estatales lo hace mucho más fuerte. Mientras no haya un gobierno con el suficiente poder y carácter como para proponer e implementar las políticas adecuadas con las cuales pueda resolverse, el problema seguirá incrementándose con el transcurrir de los años.
No solo la debilidad de las instituciones lo hace un problema político, también el hecho de que el censo de distribución de tierras arrojó que en nuestro país el 42,7 % de los propietarios de los predios más grandes dicen no conocer el origen legal de sus terrenos. Aquí el problema ya se vuelve de informalidad en los derechos de propiedad, cualquiera puede llegar y reclamar tierras que no son suyas, y a causa del desconocimiento legal de los terrenos, no habría forma de demostrar con exactitud quien o quienes de verdad son los dueños del terreno, motivo por el cual la tierra podría quedar en manos de alguien a quien realmente no le pertenece, además de que se originaria, y de hecho la historia demuestra que ya se ha dado una lucha violenta por la propiedad de la tierra, también economías del despojo, y con todo ello mayor conflicto social basado en la pobreza, la violencia y el desplazamiento forzado.
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