Despedida de secundaria

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MUY BUENOS DIAS APRECIABLES PADRES DE FAMILIA, QUERIDOS MAESTROS, HONORABLES AUTORIDADES E INVITADOS EN LA MESA DE HONOR, ESTIMADOS COMPAÑEROS DE GRUPO QUE HOY NOS REGOCIJAMOS EN FESTEJAR ESTE PEQUEÑO PERO MUY IMPORTANTE PASO EN NUESTRA FORMACION ACADEMICA Y EN NUESTRA VIDA.

 A DIOS demos Gracias Primeramente porque sin su Gracia y Misericordia ninguno de los hoy egresados estaríamos aquí, pues El es quien da la Vida y quien la recoge.

El tiempo ha pasado, ya no somos aquellos chiquillos que comenzamos los tres maravillosos años de estos niveles de Educación Básica; esos días que tuvimos miedos, dudas, y emociones encontradas al iniciar el reto llamado Escuela.

De una y muchas maneras, todos hemos madurado. Aprendimos cosas extraordinarias, crecimos juntos emocional, física, espiritual y personalmente... Exploramos la etapa más maravillosa de la vida: la adolescencia. Hoy hemos cumplido nuestro objetivo al estar  aquí presentes para cerrar un ciclo, en hora buena: ¡Felicidades por ello!

Quizás no nos volvamos a ver, pero estoy segura que cada uno de nosotros quedaremos grabados en nuestros recuerdos. A mis compañeros y casi hermanos de salón, hoy quiero decirles que no los olvidaré, que aprecio su amistad y que guardaré todas las experiencias que compartí con ustedes.

Se que aunque cambiemos y reorganicemos nuestra vida al paso del tiempo siempre nos recordaremos, aunque no tengamos nada en común más que solo el compartir los mismos aprendizajes, las mismas travesuras, los mismos salones. Quiero que sepan que me da gusto haberlos conocido y sé que, independientemente de las vueltas que dé la vida, seguiremos siendo amigos por siempre.

A mis profesores, les doy las más eternas gracias, por haberse preocupado por cada uno de nosotros, por ir más allá de instruirnos. Por regañarnos y ser duros cuando no hicimos las cosas bien, por limpiar nuestras lágrimas y aconsejarnos cuando fue necesaria su presencia; por los reconocimientos y por los exhortos. Por motivarnos a salir adelante, por enseñarnos el hábito del estudio, y por enseñarnos a no sólo pensar en grande: ¡SINO SER GRANDES!

A nuestros padres y tutores, damos el honor también ya que ha sido grande su apoyo diario en atendernos antes de salir de casa, velar por nuestros gastos, responder por nuestras vidas y darnos la oportunidad de superarnos. No tenemos cómo pagarles, pero sabemos que lo que hoy siembran en nosotros, a su momento lo cosecharán, porque la vida y Dios siempre dan a cada uno según su esfuerzo y fe. Gracias por el cariño amados padres, no queremos defraudarlos nunca.

Alumnos y alumnas, debemos estar muy orgullosos por lo alcanzado hoy, llegamos a una meta, pero no es el final del camino. Aún quedan largos senderos por recorrer, muchas metas más que alcanzar, debemos seguir luchando por alcanzar la cima y realizar nuestros sueños más preciados.

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