Despues del Estado Nacion. Bauman.

Después del estado nación

Buenas Es un honor poder compartir este espacio con todos ustedes, muchas gracias por la invitación estimado bauman, es un placer

En este apartado nuestro queridísimo bauman nos dice que  En los tiempos modernos, la nación fue “la otra cara” del Estado, ya que gran parte de la credibilidad de la nación y de su atractivo como garante de seguridad deriva de su íntima asociación con el Estado

En las condiciones actuales, de poco le sirve a la nación su estrecho vínculo con el Estado. El Estado tampoco puede esperar mucho del potencial de movilización de la nación, cada vez menos necesario, ya que los ejércitos reunidos por el frenesí patriótico han sido reemplazados por profesionales elites de alta tecnología y la riqueza de un país ya no se mide por la calidad, la cantidad y la fuerza laboral sino por la seducción que pueda ejercer sobre las frías fuerzas mercenarias del capital global.

El romance de siglos entre la nación y el estado toca a su fin: no se ha producido un divorcio sino más bien se ha establecido entre ellos un acuerdo de “convivencia” dejando de lado la lealtad incondicional. Ahora, los cónyuges  son libres de mirar hacia otra parte y de sellar nuevas alianzas; su sociedad ya no es el patrón obligatorio de una conducta correcta y aceptable.

Pero ahora parece haber poca esperanza de rescatar los servicios estatales que proporcionaban certidumbre y seguridad. La libertad política estatal se ve socavada por los nuevos poderes globales, la velocidad de movimiento y la capacidad de evasión/escape; los castigos impuestos por violar la nueva ley global son rápidos y despiadados.

La mayor parte del tiempo el castigo es económico. Por ejemplo los gobiernos insubordinados, que prefieren las políticas proteccionistas o generosos provisiones públicas y que se resistes a dejar su país a merced de los “mercados financieros globales” y del “libre comercio global”, no reciben préstamos y tampoco se les concede reducción alguna de sus deudas, la bolsa local cae, sus monedas nacionales se convierten en leprosas globales.

Sin embargo, el castigo no se limita a “medidas económicas”. Los gobiernos particularmente obstinados reciben una lección ejemplar destinada a advertir y asustar a sus potenciales imitadores. Si la diaria y rutinaria demostración de la superioridad de las fuerzas globales no basta para obligar al Estado a cooperar con el nuevo “orden mundial”, les toca el turno a las fuerzas militares que están especializadas en tácticas de “atacar y desaparecer”.

Bauman  dice que la “historia de la civilización” está marcada por un gradual ascenso del sedentarismos y por la victoria final de los sedentarios sobre los nómades, siendo estos últimos la fuerza retrograda y anti civilizadora.

Les voy hacitar una frase

La lucha por la existencia significa una lucha por el espacio[…] Un pueblo superior que invade el territorio de su vecino más débil y salvaje lo despoja de sus tierras, lo obliga a recluirse en espacios demasiado pequeños para subsistir, y sigue invadiendo y apoderándose incluso de sus magras posesiones, hasta que el débil pierde los últimos restos de su dominio y es literalmente expulsado de la tierra […] La superioridad de esos expansionistas radica primordialmente en su mayor capacidad para apropiarse, utilizar y poblar un territorio.  Friedrich Ratzel.

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