Desvalorización de las Artes Plásticas.

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Desvalorización de las Artes plásticas en Chile.

Profesora: Verónica Pastén Castro.

Javiera Belén Cortés Mercado.

Vallenar, Chile

Mayo, 2016

Más de una vez hemos transitado por las calles de cualquiera de las ciudades de nuestro largo territorio y nos hemos encontrado con ciertos “personajes callejeros” ya sea haciendo música, bailando, dibujando u otras actividades de entretención para el transeúnte. Al verlos, inmediatamente las personas piensan que son unos “buenos para nada” que andan pidiendo dinero, unos aprovechadores, dicen algunos; por lo que pasan con absoluta indiferencia al lado de ellos. Pero estos personajes son realmente artistas, artistas que ven en el arte callejero su única opción para poder hacer algo de dinero viviendo de los que más les gusta. Las personas pasan desde el alba hasta el atardecer, e incluso hasta altas horas de la madrugada, por al lado del artista, desinteresados, insertos cada uno en su propia burbuja de preocupaciones y deberes. El artista ve a todos, pero nadie lo ve a él, a una persona igual que los demás, que está tratando de dar a conocer su arte, que está esperando el reconocimiento de alguna de esas mentes vacías, de alguien con una pizca de sensibilidad entre tantos cuerpos inertes que se mueven. ¿Por qué se desvaloriza tanto a los artistas en nuestro país? ¿Por qué es tan difícil sobrevivir en un entorno de escasa sensibilidad y alto desinterés hacia la cultura?

Desde la existencia del hombre, este ha estado buscando el sentido de la vida, lo  cual le dará un motivo para vivir, para descubrir, explorar y dar respuesta a sus inquietudes y encontrar la armonía, el equilibrio perfecto. Para esto los hombres deben conocerse a sí mismos, sus gustos, sus intereses, porque ¿Qué sería de nosotros si no conocemos nuestro propio yo? El hombre debe si o si hallar su pasión, algo que realmente le haga sentirse en paz, en el estado más puro que pueda conocer el humano. En su propio mundo, dicen algunos, pero yo considero que es más bien un mundo alternativo, una especie de escape al deteriorado mundo actual, pero al mismo tiempo con cierta conexión a este. Algunos encuentran esta pasión desbordante en las matemáticas, puede que otros en la educación, también en los libros, o incluso en ayudar a otros; pero hay algunos que tienen una emotividad excesiva a flor de piel, son aquellos observadores, que se dedican a mirar a su alrededor, y a plasmar libremente sus sentimientos, pensamientos, críticas, disgustos, alegrías más profundas ya sea en un papel, en una obra musical, en un paso de baile, en una fotografía. Son las personas que ven el arte como solución a todo, como un camino a la verdadera felicidad. Personas críticas y realistas, pero a la vez sumisas e imaginativas. Individuos que llevan la libertad de expresión marcada en el pecho tal fuese un escudo; sujetos que representan vehemente sus sentimientos, sin miedo alguno.

En particular, me referiré a artistas plásticos, a esos individuos que son capaces de expresar su interioridad y llevarla a algo concreto y tangible. Artistas llenos de una pasión pura e inagotable. Almas que al tomar su pincel, su lápiz, su gubia, su cuchillo o cualquiera sea su instrumento de trabajo, liberan lo más profundo de su ser. Es su verdadera arma de combate, no necesitan nada más, con ello son lo más poderoso, nadie les podrá arrebatar esa sensación. “Yo, por mi parte, estoy decidido a no tener más armas que mi pincel y mi pluma.”, como decía el distinguido pintor Neerlandés, Vincent Van Gogh. Si bien estos artistas se basan en sus sentimientos, son enormemente marcados por el contexto social en el que se encuentren, ya que de este dependerá su calidad de vida, su inspiración para las obras, su crecimiento en el camino del arte, su valorización como artista, valorización que acá en Chile se encuentra en extrema escasez,  y de seguir en este estado de indiferencia, se encontraría prácticamente nula.

Chile a lo largo de la historia ha tenido una amplia baraja de increíbles artistas, pero si yo le preguntase a un adulto si sabe quién es Pedro Lira, Roberto Matta, Juan Francisco González o Alberto Valenzuela Llanos probablemente diría que nunca los ha oído en su vida, siendo que son algunos de los maestros de la Pintura Chilena, reconocidos mundialmente, pero menos en Chile, claro. Si preguntara por Bernardo O’Higgins o José Miguel Carrera, claramente me responderían que son héroes de la patria, personajes históricos. Pero lo que nadie sabe es que estos líderes de la Independencia Chilena, también desarrollaron un lado b, un lado desconocido: las artes plásticas.

Las artes plásticas son el conjunto de expresiones artísticas que se caracterizan por el uso de materiales concretos y moldeables, mediante los cuales se expresan los sentimientos más íntimos y recónditos del artista. Nuestro país cuanta con una vasta cantidad de artistas de alta calidad, tanto en pintura, como en escultura, dibujo, grabado, cerámica, orfebrería y artesanía. Estas disciplinas en nuestro país se comenzaron a desarrollar con nuestros pueblos originarios, con su valiosa cultura, su indiscutible talento basado en la Madre Tierra, el que se vio plasmado en su admirable artesanía. Disciplinas que luego evolucionaron con la llegada de los colonos Españoles, donde se comenzaron a desarrollar las artes plásticas basándose en el contexto político y social de nuestra patria, obras marcadas profundamente por un anhelo inquietante de la Independencia y luego el éxito de esta. Es así, como nacieron pintores sensatos ante la realidad en la que se encontraban, dejando plasmado los hechos y costumbres de la sociedad de la época, principalmente mediante la pintura. Estas obras son sumamente importantes para el futuro, para conocer nuestra Historia como tal. Pero, ¿se reconoce la importancia del arte en la época actual?

La cuna de las artes plásticas son los museos y la mayoría de estos en nuestro país se encuentran situados en las capitales regionales, en las ciudades “más importantes” del país. Pero hablaré puntualmente de Santiago de Chile ya que lamentablemente, Santiago sigue siendo Chile; la capital en donde encontramos 45 museos, incluyendo al Museo Nacional de Bellas Artes y al Museo de arte Contemporáneo, siendo los más importantes en cuanto al rubro de artes plásticas. Museos en los cuales te rodeas de gente “cuica”, personas pertenecientes a la élite nacional, de gente que por tener dinero tuvo acceso a una educación artística de calidad, han podido viajar a especializarse y conocer el mundo, gente que luego educará a sus hijos de una manera culta, hijos que heredarán esa sensibilidad y seguirán sus sueños, probablemente en el exterior. ¿Por qué en el exterior? Porque lo peor que pudo haberle pasado a un artista de cualquier índole fue haber nacido en Chile, sin ser hijo o pariente de alguna de las autoridades multimillonarias que manipulan el país, claro.

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