Discurso 20 de noviembre

Hoy conmemoramos un aniversario más del inicio de la gesta revolucionaria convocada por Don Francisco I. Madero para derrocar el régimen del dictador Porfirio Díaz y así iniciar con un proceso de democratización nacional. Es una alegría conmemorar la valentía de hombres y mujeres cansados de la opresión y la pobreza que se levantaron en armas para dar a sus hijos tierra y libertad. Celebramos con honor a los revolucionarios como Francisco Villa y Emiliano Zapata que junto a sus ejércitos rompieron con el silencio y reclamaron para sí la tierra para quien la trabaja, para quien la hace fértil con grano y sudor.

Recordamos con orgullo a los campesinos de a pie, a las adelitas, mujeres entregadas a sus hombres y a sus hijos que valientemente se lanzaron a la lucha para reclamar lo que les correspondía, que dieron todo para construir un país con oportunidades de progreso. Así como a los valientes hombres de los cuales surgieron ilustres personajes como Don Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles que surgidos de la revolución promulgaron leyes que protegen y cuidan al trabajador, la educación y la riqueza nacional contenidos en la constitución de 1917 la cual nos rige hasta nuestros días y exalta el valor del ser humano, del ciudadano y de la soberanía nacional.

Vivamos juntos esta fiesta, que es muy nuestra, mexicana, auténtica, llena de color, folclor, sabor y un sentimiento patrio que nos envuelve a todos, desde niños, jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, evocando las hazañas heroicas, la manifestación de un pueblo que clamaba por libertad, el grito de lucha de una nación vibrante, sedienta de paz, de tierra y libertad, de participación y democracia exclamando con sonora voz "sufragio efectivo no reelección" para lograr así la nación que nos envuelve a todos de la cual todos juntos podamos disfrutar y heredemos a los hijos y a los hijos de nuestros hijos.

A continuación realizaremos honores a nuestra nacional...

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