Discurso 9 de julio

Discurso 9 de julio

  Sra. directora Graciela Ochoa, personal administrativo, docentes, padres y alumnos.

  Todos sabemos lo que sucedió el 9 de julio de 1816: el congreso de Tucumán resolvió tratar la declaración de la independencia. Presidia la sesión el diputado, Juan Francisco narciso de Laprida. El secretario, Juan José Paso leyó la propuesta: pregunto a los congresales si querían que las provincias de la unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España, e incluso de otras potencias; y los diputados aprobaron con aclamación y luego, uno a uno expresaron su voto afirmativo. Acto seguido, firmaron el acta de Independencia.

  Todo esto lo sabemos y estudiamos en Historia. Sin embargo, muchas veces no le encontramos el verdadero significado de lo que significa ser independiente después de lo que paso.

   A través de estas palabras quisiera plantear una reflexión acerca de lo que significa ser independiente. La Independencia no es únicamente una declaración hecha en un momento histórico determinado, es algo que se construye día a día, es un proyecto de país.

  Para un pueblo independencia es sinónimo de soberanía, esto es el derecho y el deber de ejercer la autoridad en un territorio, libre de dominaciones externas, asumiendo como sociedad independiente la responsabilidad de cuidar los recursos que en este país se encuentran. Por el bien de todos, y también pensando en lo que vendrán, o sea, nuestros hijos.

  Para un pueblo la independencia es libertad: libertad para disfrutar de los derechos que tenemos pactados en nuestra constitución, pero también cumplir con las obligaciones que el ser ciudadanos nos impone, con absoluta responsabilidad.

  El 9 de julio de 1816, quisimos ser un nuevo país, y no volver a ser dominado por ningún otro, algo fundamental para ser independiente. Nuestro presente es producto de nuestra historia.

  A dos años de festejar el bicentenario de la independencia, se presenta, una vez más, la posibilidad de reflexionar sobre que tenemos y que nos falta para consolidarnos como una sociedad con igualdad de oportunidades, basadas en valores éticos.

  Pidamos a dios que pueda iluminarnos para poder sostener un dialogo maduro y racional, dentro de nuestras fronteras o fueras de ellas.

  Para finalizar, destaco la frase de Estanislao Zuleta, filósofo colombiano donde sostiene que una sociedad mejor, precisamente, es una sociedad capaz de tener conflictos, sostenerlos y contenerlos. De vivir no a pesar de ellos, sino productivamente e inteligentemente en ellos. Solo un pueblo maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz.

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