Discurso De Graduación
Enviado por MonicaDidi • 7 de Septiembre de 2014 • 906 Palabras (4 Páginas) • 292 Visitas
Buenas Noches, Autoridades del Presídium, Compañeros Graduados, Padres de familia y Asistentes.
Quiero agradecer a todos su presencia en esta noche tan especial donde celebramos el fin de una emocionante etapa de nuestras vidas. Vaya, todos nos vemos tan finos y elegantes con esos incomodos tacones y esas largas y estorbosas togas; espero que se la estén pasando tan bien como yo. Se me ha otorgado la honorable y complicada tarea de darles algunas palabras de “despedida” No creo que sea el término adecuado, porque la despedida es algo genérica, la vida siempre nos reencuentra en las formas más insospechadas.
Se supone que debería recordarles los momentos más significativos que vivimos en la preparatoria como se hace en un anuario o en una semblanza, pero dado que era bastante antisocial al principio, no creo que pueda decirles mucho. Sólo puedo remitirme a una palabra, una habilidad en la que quizás todos coincidimos. Aprender. Los seres humanos pasamos toda nuestra vida aprendiendo. Aprendemos a caminar, a andar en bicicleta, a maldecir, etc. Desde que nacemos hasta que morimos, el aprendizaje es fundamental en nuestro desarrollo. Lo que me lleva a una pregunta que todos tenemos: ¿Qué aprendimos durante la preparatoria? En tres años debimos aprender cerca de 200 temas distribuidos en las materias que estudiamos. Yo sé que no aprendieron todo eso, probablemente no recuerden ni la mitad de que estudiaron este parcial, pero eso no importa ya. Nos enfoquemos en el ahora. Muchos de nosotros y me incluyo en la tropa Gritamos y reñimos: ¿para qué rayos me servirá esto en la vida? Tantas formulas y conceptos que no me importan saber. Bueno, después de pensar mucho comprendí que tal vez el aprendizaje no provenía solamente de los artículos de derecho o saber para qué sirve el apéndice. Es decir, no valía tanto si lo podemos llamar así lo que aprendíamos en general (no me malinterpreten, por supuesto que es importante) Si no cómo lo aprendíamos, no se trataba solamente de derivar o escribir en griego, algo que quizás nunca hagamos, se trataba de adquirir las destrezas para la vida diaria. Aquellas que nos ayudarían a ser mejores que el resto. A enfrentar las batallas de lo cotidiano: La constancia, el sacrificio, la paciencia, el compromiso y la pasión de conocer que hay más allá de las estrellas, qué podíamos alcanzar teniendo una meta. La meta de saber algo nuevo. El alivio de saberse letrado en cosas tan mundanas como inalcanzables. Comprender que el compañerismo no era solamente risas y juegos, sino apoyo y solidaridad en los tiempos de exámenes, donde se borran las barreras y se unen los conocimientos. Si ustedes no pudieron adquirir esas cualidades, no deberían estar con nosotros esta noche.
Probablemente, si alguien hubiese dicho el verdadero significado de la preparatoria en específico y mejor aún, si lo hubiésemos comprendido por nosotros mismos, nos habríamos ahorrado,
...