Discurso De Martinelli
Enviado por geisy007 • 8 de Noviembre de 2013 • 1.163 Palabras (5 Páginas) • 313 Visitas
Discurso de Ricardo Martinelli frente a la Asamblea Nacional
Llego una vez más a esta Honorable Asamblea Nacional para exponer la labor realizada por mi gobierno al concluir el cuarto año de mandato.
Vengo con la satisfacción de ver que nuestra pequeña Panamá es hoy una Nación más pujante, que ha continuado su proceso de desarrollo acelerado y que es hoy, a los ojos del mundo, una tierra de oportunidades, para nosotros, para nuestros hijos y para todos los hombres y mujeres del mundo.
La pequeña gran Panama, si se me permite la expresión, es una Patria más grande, no por la extensión territorial, sino por el progreso de su gente, por el mayor bienestar de su pueblo, que es como se mide la grandeza de las naciones.
Hoy tenemos más bienes, más riqueza mejor distribuida, más posibilidades de realización para quienes antes estaban condenados de antemano a no salir de la pobreza y el atraso, a no transitar el camino del progreso, que solamente estaba reservado a unos pocos.
Por eso, podemos decir que ahora el porvenir es para todos.
Todos estamos conquistando el derecho a construir un futuro promisorio para nosotros y para las futuras generaciones.
Y sinceramente, con una mano en el corazón, les digo que contribuir con esto es el mayor orgullo de un gobernante; sin dudas, es el de quien les habla.
Solo falta un año para que este gobierno termine, pero mirando todo lo realizado y el camino recorrido, sentimos que hemos hecho lo que prometimos: trabajo, dedicación y sacrificio para que un mejor Panamá llegue a todos los panameños.
Ustedes conocen las estadísticas de nuestra Panamá renovada, en franco proceso de cambio. Son números que asombran a nuestros vecinos de la región y a toda la comunidad internacional.
Pero ya veremos esos números y su comportamiento durante los últimos tiempos.
Antes, quiero compartir con ustedes unas reflexiones acerca del momento que vivimos.
La vida de los pueblos y las naciones, como la de los seres humanos, no es algo lineal, no es una curva suavemente ascendente; no es un camino limpio y sin obstáculos.
Muchas veces la historia nos somete a avances y a retrocesos; a flujos y reflujos como los mares que bañan nuestras riberas.
Luego de un largo período de estancamiento, hemos entrado en un nuevo ciclo de ascenso, de gran expansión.
Y cuando las naciones viven estos ciclos, la inteligencia de sus pueblos, y sobre todo la de sus dirigentes, consiste en aprovechar los vientos de cola que nos empujan al progreso.
Consiste en no perder el tren de la Historia.
Son muchos los ejemplos de países que han atravesado por etapas positivas de la economía mundial o nacional y han salido de ellas tal como estaban al comienzo.
Ahora bien, cada ciclo expansivo tiene sus tareas prioritarias.
En éste, que hoy vivimos los panameños, la prioridad es sentar las bases de un crecimiento sostenido pero con un fuerte énfasis en la inclusión social.
Dicho de otro modo: aprovecharemos plenamente este ciclo positivo de nuestra historia sólo si incorporamos a los beneficios del crecimiento a los sectores más populares.
De lo contrario, repetiríamos la frustración tantas veces vista de que un ciclo expansivo sirve para enriquecer a unos pocos y mantener en la pobreza y el atraso a la mayoría.
Y nosotros no queremos eso, y no queremos perder el tren.
Otra condición esencial para el aprovechamiento de este ciclo es, sin dudas, la conjunción de los intereses de todos en un mismo proyecto, que es el de continuar y profundizar el proceso de transformación y cambios en marcha.
Porque seamos francos: estamos creciendo,
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