Discurso a cargo de la graduanda Carolina Lindsay
Enviado por matreyra • 19 de Noviembre de 2013 • Síntesis • 1.230 Palabras (5 Páginas) • 300 Visitas
Ceremonia de graduación 2002-1
Discurso a cargo de la graduanda Carolina Lindsay
Para todos nosotros ésta es la culminación de una etapa importante en nuestras vidas: una carrera que cada uno empezó; sin embargo, es solo el comienzo de un futuro que nos espera ansioso. “Lo que una oruga interpreta como el fin del mundo, es lo que su dueño denomina mariposa.” Hasta hoy día hemos sido parte de un mundo protegido; ahora es cuando romperemos este cascarón y saldremos al mundo que nos espera. Estamos a punto de iniciar una nueva etapa.
Muchos hemos soñado con este día. Desde que empezábamos el ciclo nos quejábamos y decíamos “ya quiero terminar, ¡¡no aguanto más!!”, sin embargo es hoy día que reflexiono y miro hacia atrás. Creo que todos estamos cerrando una etapa que marcó mucho nuestras vidas.
Al ingresar a la universidad, nunca me imaginé todo lo que me iba a ocurrir de allí en adelante. Mi vida cambió por completo. Me acuerdo llegar el primer día de clases y no conocer a nadie, sentirme completamente sola. Sin embargo, no tardamos en hacer nuevos amigos que luego se convertirían en personas importantes para nosotros. Yo, como muchos, al comienzo no estaba segura de nada. Es más, mi vida parecía una incógnita sin salida, estaba confundida. Admiraba a todos los que tenían una clara vocación, a los que parecían felices. Los admiraba porque yo no conseguía todavía esa felicidad. Pero esta noche podemos voltear y darnos cuenta de todo lo que hemos tenido que recorrer y cuánto esfuerzo nos ha costado llegar hasta donde estamos.
Así, como comprobó Siddartha, es solo en el sendero de nuestra felicidad donde encontraremos la verdadera sabiduría.
Para mí, estos cinco años han significado mucho. Aprendí no solo cursos relacionados con mi carrera, sino también a tolerar, respetar ideas, aceptarte tal como eres, aceptar fuertes críticas, reconocer triunfos ajenos, saber que no siempre vas a ser lal mejor, aprendí a autocontrolarme, a tener paciencia, a ser una verdadera amiga, a ser honesta, a ser más responsable que antes, a hablar en público, a sustentar mis ideas, a juerguearme, a llorar de verdad y siempre sonreír y brindarle ayuda los amigos.
Aprendí a establecer lindas amistades de las que por cierto nunca me olvidaré y también encontré el gran amor de mi vida. Sin embargo, no quiero que les pase lo mismo que me pasó a mi: a valorar a aquellas personas que realmente quieres cuando ya no están a tu lado, o, como en este caso, empezar a valorar todo lo que esta universidad nos dio justo cuando nos vamos. Suena irónico, ¿no?
Quiero agradecer a nuestros profesores, quienes han sido siempre un ejemplo a seguir, por los conocimientos, experiencias y enseñanzas que han compartido con nosotros a lo largo de estos años, y por la amistad que nos han brindado como personas.
Por eso, no dejemos que pasen momentos como éstos, la vida está compuesta por momentos y uno siempre debe disfrutar cada segundo de ella.
El descubrir mi desorden mental en el segundo año de mi carrera hizo que me diera cuenta de muchas cosas. Por ello llevé dos carreras paralelamente: la arquitectura y la arquitectura de la vida. La arquitectura no solo me enseñó a diseñar en planta, corte y en elevación sino también a diseñar para el ser humano, el cual pertenece a una sociedad dentro de nuestra historia. La arquitectura de la vida me ha enseñado a recorrer espacios, despertando en mí diferentes sensaciones de querer disfrutar de la vida y a amar cada segundo que la compone.
Creo que más de uno hemos perdido a seres queridos en la última tragedia. Somos
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