Discurso de despedida Generación 2011-1014

Discurso de despedida

Generación 2011-1014

Siempre hay que saber cuándo una etapa llega a su fin, saber cómo cerrar ciclos y terminar capítulos. Buenos días invitados de honor, queridos maestros, alumnos, padres de familia y público en general. Sean ustedes bienvenidos: mi nombre es Fátima Muñoz y Maribel Benítez a nosotras se nos dio el honor de brindarles unas palabras a esta Generación.

Un día, nosotros nos graduamos de la primaria, listos para ingresar a la secundaria, y cuando llegamos aquí, todos estábamos llenos de emociones y miedos. Pensábamos ¿Y todo será igual? ¿Tendré nuevos amigos? ¿Seré rechazado? ¿Los maestros serán regañones?, tantas cosas pasaban por nuestras cabezas, sentíamos esa sensación extraña de que ya nada sería igual. 

Después de entrar a la secundaria las cosas cambiaron, nos dimos cuenta de que es fantástica, vimos un mundo completamente diferente en el que los problemas se podían resolver entre todos y que estando juntos no tendríamos impedimento para salir adelante. 

Durante estos tres años, se fue forjando la identidad de cada uno de los grupos, todos con sus defectos y virtudes. Por ejemplo, está el grupo de  los  aplicados, los que siempre están afuera del salón, los que se apoyan ante todo, los más desastrosos, hay de todo un poco.

En nuestras aulas se quedarán guardados esos momentos inolvidables de risas, juegos, lágrimas, tristezas, alegrías, enojos, peleas, secretos y sueños, y algún día nos encontraremos de nuevo para revivir nuestra historia, y aún con canas, seguiremos siendo los mismos jóvenes de siempre.

Sin duda hoy empiezas a recordar todos los momentos increíbles que junto a tus compañeros pasaste en el salón de clases. Como cuando algún maestro decía algo y todos hablaban al mismo tiempo porque querían opinar, cuando jugaban en el salón y los regañaban, cuando todos se cubrían las espaldas y la prefecta nos decía: “¿Quién fue?” y todos con nuestra cara de que “no profe aquí nadie hizo nada”, o cuando simplemente tenías hora libre  y salías corriendo del salón.

Día con día nuestros maestros luchaban por formarnos y prepararnos, pero no sólo eso; nos dieron todo, consejos, regaños, castigos, la mayoría bien merecidos, pero sobre todo dejaron en nosotros buenos años de su vida, por eso y más agradecemos y reconocemos su gran labor.

Cuando el tiempo pase…y seamos unas personas exitosas, esperamos que nuestros maestros se sientan orgullosos de habernos enseñado a diseñar nuestra propia vida, porque se dice que la secundaria es el punto donde se decidirá qué será de nosotros.

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