Discurso de egresados

ACTO DE EGRESADOS  2013                                                             29/11/13

Hna Amalia, Hna Soledad, Directivos del Instituto, docentes, padres, alumnos

Es para mí un honor y una gran alegría poder despedir hoy, en esta ceremonia que es tan especial, a la Promoción 2013 de Bachilleres y Peritos Mercantiles.

En primer lugar quisiera felicitar a todos y cada uno de los  egresados ya que hoy, después de años de estudio concluyen la escuela secundaria; también quiero felicitar a los profesores y preceptores quienes con esmero y paciencia han ido guiándolos día a día y procurando que adquiriesen no solo conocimientos sino también capacidades y destrezas fundamentales para desenvolverse apropiadamente en su cada vez más cercana vida de hombres y mujeres adultos.  Por último deseo  felicitar a los padres, compañeros fieles en esta tarea de educar, de acompañar a  nuestros alumnos, sus hijos, en su crecimiento y formación como personas responsables, únicas e irrepetibles. Por todo esto, creo que “graduarse” es un trabajo en equipo.

Pero  ¿Qué significa graduarse? Este momento inolvidable es la culminación de muchos años de estudio y el comienzo de un nuevo camino que les planteará otros desafíos. Están comenzando una etapa nueva. En este momento tienen los cimientos listos para empezar a prepararse en lo que será su profesión.

Quisiera invitarlos a pensar, queridos egresados, qué es lo que se están llevando hoy del colegio. No es solo un título secundario necesario para comenzar sus carreras universitarias, se están llevando algo que nadie podrá quitarles: el conocimiento y lo más trascendente es lo que se llevan en sus corazones, los recuerdos, los buenos momentos compartidos.

Ahora van a salir al mundo, aprovechen las oportunidades. Uno no elige donde nace pero sí elige qué hacer con las oportunidades que se le presentan. Aprovechen sus oportunidades, multiplíquenlas, compártanlas.

A diferencia de lo que muchos crean, cada uno de ustedes sí hace la diferencia. Es probable que no cambien el mundo pero sí pueden hacer mucho por el entorno cotidiano.

En esta nueva vida que comienzan de mayores presiones y exigencias, no se asusten ante los fracasos, simplemente vuelvan a intentarlo. No importa tanto cuántas veces se caigan sino cuántas se levanten. Cada vez que vuelvan a levantarse, serán más fuertes.

Fórmense, sean buenos estudiantes y mejores profesionales. Actúen con responsabilidad y sana disciplina. Disfruten de sus planes y logros. Recuerden que más allá del  estudio, el aprendizaje es un objetivo esencial que dura la vida entera. No finaliza cuando las puertas del colegio o de la universidad se cierran. Cada momento es un momento de aprendizaje si mantenemos nuestras mentes abiertas, alertas y listas.

Fíjense las metas más altas que les permita su imaginación, no solo en la carrera elegida o en la profesión sino a nivel personal. Cultiven su espíritu. Son ustedes su propio techo. Ojalá puedan también cultivar la fuerza del espíritu para que los proteja eventualmente ante la adversidad repentina.

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