Discurso sobre la pandemia
Enviado por Edison Erick Calcina Machaca • 5 de Mayo de 2022 • Ensayo • 493 Palabras (2 Páginas) • 111 Visitas
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Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
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UNIVERSIDAD PERUANA UNION
TRABAJO ENCARGADO
CURSO: ORATORIA
TRABAJO: DISCURSO SOBRE LA PANDEMIA
DOCENTE: JUAN ALBERTO PICHEN FERNANDEZ
PRESENTADO POR:
- CALCINA MACHACA EDISON ERICK
SEMESTRE: V
JULIACA- PUNO-PERU
2022
Discurso sobre la pandemia
De antemano agradecer su atención y al docente por brindarme la posta par mi discurso.
El año 2020 fue como comer limón con azúcar, todo empezó con noticias vagas de una tos que empezaba en el otro lado del mundo hasta que se materializo en nuestro país con el primer infectado y el mensaje a la nación de nuestro presidente diciendo que el Perú inicia la cuarentena obligatoria.
Yo y mi amada pareja junto a nuestras familias tratábamos de conservar la calma, pero confieso que tenia miedo, pero tenia que demostrar lo contrario para brindar un poco de seguridad a mis seres queridos.
Y es así como comenzó mi historia en la pandemia. Imagínense caer a un abismo tan grande que parece no tocar el fondo. Eso es lo que paso cuando me entere sobre el primer caso positivo en mi familia, y como es el destino, pues yo rogaba al señor que nadie se infecte y si fuera alguien seria yo y no mi pareja como sucedió.
Nos pusimos en cuarentena 2 largos meses sin salir de casa y cuidando sobre todo a mis suegros. Desde el techo de mi casa veía como mi caótica ciudad donde no existe veredas porque esta atestada de comerciantes y ahora lucia limpia, como en las películas apocalípticas donde la humanidad no existía. Durante ese tiempo cuidamos a nuestros padres lo cual logramos exitosamente hasta hace un año.
2021 el año más amargo de mi vida por que empezamos a buscar balones de oxígeno, doctores y muchas plegarias para mis suegros que cayeron en las manos de la pandemia. Nunca resé tanto como en esos días, tantos rezos que me hicieron dudar de la existencia de Dios.
Desde niño se me negó un padre, y ahora al tener a mi esposa ella me dijo: “Yo te presto a mi padre, el será el padre que nunca tuviste” Y ahora puedo decir que la vida me arrebato por segunda vez a un padre.
Al fallecer mi suegro entendí que el dolor del alma es mas fuerte que el de la carne. Llorar es lo único que quedaba y el consuelo de los demás no es suficiente. Y paso 1 año desde su partida y aun duele al recordar su memoria. Puedo decir que esta historia termina con una luz de vida, como dicen “La noche es más oscura justo al amanecer”. Sera el destino o un regalo de Dios que mi esposa lleve a mi hija en su vientre y este hijo traerá la alegría que tanto necesita esta familia.
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