Divorcio.

El divorcio es una forma de la disolución del matrimonio. Tal proceso de disolución solo puede llevarse a cabo de cumplirse con los requisitos reconocidos por el sistema (ver más adelante), entre los cuales se encuentra que exista alguna de las circunstancias reconocidas en ley como “causales de divorcio”. Una causal de divorcio son razones que el sistema reconoce como legítimas para disolver el contrato matrimonial. Algunas causales de divorcio son: Adulterio, Abandono, Locura incurable, Consentimiento mutuo, Embriaguez habitual o uso continuo y excesivo de drogas entre otras.

Contrario a la creencia popular, ningún cónyuge tiene el poder de “dar” o “no dar” el divorcio. Esa es una decisión que le corresponde a un tribunal, que en raras ocasiones se niega a conceder un divorcio cuando se cumple con todos los requisitos, y aún cuando se niega lo hace de manera provisional, nunca sin remedio alguno para obtenerlo. Lo que sí es cierto es que resulta mucho más fácil divorciarse si ambos cónyuges se ponen de acuerdo para efectuar el divorcio, pero, aún sin existir ese acuerdo, nadie quedará obligado a permanecer en un matrimonio. En el peor caso, habría que esperar un poco en lo que se configura una de las causales de divorcio.

¿Cuál es el procedimiento para obtener el divorcio? Esto dependerá de la causa del divorcio y de qué tan complejo sea éste. Dependiendo de la presencia de elementos como deudas, bienes e hijos, podrá haber alguna de estas vistas: Vista ante un examinador de pensiones alimentaria de haber hijos menores, Vista de divorcio, Vista de liquidación de bienes Antes de la vista de divorcio, se puede solicitar el Tribunal que tome medidas provisionales de asuntos como quién tendrá la custodia de los hijos, pensión alimentaria a hijos y a cónyuge, posesión del hogar, protección de bienes conyugales e invalidación de deudas u obligaciones que uno de los cónyuges contraiga sin permiso del tribunal Porque, al estar todavía casado, dichas deudas todavía afectan los intereses del otro cónyuge y podrían incurrirse en ellas de mala fe.

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