Duelo infantil por la muerte del progenitor y trabajo social. Una perspectiva evolutiva
Enviado por Dayanramos • 11 de Marzo de 2019 • Resumen • 588 Palabras (3 Páginas) • 131 Visitas
Duelo infantil por la muerte del progenitor y trabajo social. Una perspectiva evolutiva
El duelo se conceptualiza como el conjunto de procesos psicosociales que se produce tras la muerte, sobre todo de personas con las que se está vinculado desde el punto de vista afectivo, y que incluye cambios principalmente emocionales con manifestaciones de frustración y dolor por la pérdida afectiva, junto con tristeza, aflicción, angustia, desesperanza, en la infancia, como en el resto de etapas, se darán diferentes tipos de pérdidas: relacionales, materiales o meramente evolutivas; es decir, se suele experimentar la pérdida de amigos, de juguetes.
A la hora de dar cuenta de este proceso en la infancia, se observan discrepancias entre los autores respecto a la edad en la que se podría vivenciar el duelo, si bien en general lo vinculan al desarrollo cognitivo y afectivo; pudiendo variar también en función del sexo. a la hora de caracterizar el duelo, y sobre todo a partir de las divulgadas por Kübler-Ross a finales de los 60 del pasado siglo, se han postulado diferentes etapas en este proceso. En general los autores describen fases de rechazo y negación, confrontación y acomodación en la que disminuye el dolor y se empieza a aprender a vivir sin el fallecido. Así, Bowlby a partir de su modelo de apego propuso cuatro: 1) fase de incredulidad y embotamiento de la sensibilidad; 2) de anhelo y búsqueda de la figura perdida; 3) de desorganización y desesperanza; y 4) de mayor o menor grado de reorganización.
En relación a los modelos psicosociales anteriormente citados y cuando se habla de niños, se han de tener en cuenta las características específicas de los diversos momentos evolutivos para conseguir una aproximación a los conceptos relacionados con la muerte y la actitud hacia ella a lo largo de la infancia, pues la capacidad para afrontar y expresar el duelo dependerá del grado de desarrollo cognitivo y emocional que alcancen, lo que se ha vinculado inicialmente con la edad. En definitiva, y desde los modelos psicosociales, tras la pérdida de uno de los progenitores, los/as niños/as experimentarán numerosos cambios a los que se tienen que adaptar. La muerte del padre o la madre afectará a los/as hijos/as de diferentes formas: a través de un proceso normal del duelo, de los efectos que manifiesta el progenitor superviviente, de la pérdida del modelo de rol o de las desventajas en los cuidados y atenciones, educativas y socioeconómicas.
El duelo es un proceso que todo ser humano es capaz de enfrentar, incluso los/as niños/as desde edades muy tempranas. Sin embargo esta situación en la infancia deberá abordarse desde la especificidad que supone el desarrollo cognitivo y emocional asociado a cada etapa evolutiva, ya que su resolución inadecuada puede afectar hasta la vida adulta. Dicho abordaje específico se hace especialmente relevante ante la muerte de un progenitor lo que podría conllevar que el menor reciba menos cuidados y atenciones, al suponer esta pérdida un periodo de reajuste sistémico para toda la familia y sobre todo para el progenitor superviviente; su propia elaboración posibilitará a los hijos una adaptación emocional más o menos eficaz ante el fallecimiento. Es necesario entonces que la intervención de los profesionales esté fundamentada en una formación especializada y diseñada desde equipos transdisciplinares, que conozcan este ámbito, con abordajes tanto para los/as hijos/as como para las familias y a nivel individual y grupal, con especial hincapié en las estrategias familiares que se han mostrado muy efectivas a la hora de que facilitar que los menores se enfrenten de manera activa a este proceso.
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