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DÍA INTERNACIONAL EN CONMEMORACIÓN DE LA SHOÁ 2016


Enviado por   •  7 de Febrero de 2019  •  Ensayo  •  1.920 Palabras (8 Páginas)  •  75 Visitas

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בה

DÍA INTERNACIONAL EN

CONMEMORACIÓN DE LA SHOÁ 2016

Hoy no es Yom Hashoá Vehaguevurá entre nosotros, el pueblo judío. Hoy

es el día en que con verdadera profundidad o a regañadientes, la

humanidad, expresada a través de la crónicamente disfuncional

organización de las Naciones Unidas, conmemora el Holocausto. Lo hace

en el aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau por parte una

avanzadilla del Ejército Rojo, el 27 de Enero de 1945.

Haber llegado a que se conmemore en las Naciones Unidas es un triunfo, a

pesar que nunca debió ser difícil: la ONU nació en gran parte por efecto de

despertar a la realidad del horror del genocidio al pueblo judío.

Hoy es el día en que la humanidad como un todo, la misma en que aumenta

exponencialmente su pandemia de odio al pueblo judío cada día, cada

semana desde hace años, -Chile incluido-, se puede y debe mirar en el

espejo. Actos, ceremonias, discursos. Todo queda en una galaxia aparte,

lejos –demasiado lejos- de la realidad de la Shoá, que queda invisible e

inaudible. Por eso escribo.

Primo Levi describe Auschwitz, específicamente su experiencia en el

campo Auschwitz III, conocido como Monowitz-Buna, con insights

precisos. Con palabras sobrias, casi lacónicamente, nos va guiando a través

de las horrendas situaciones, los caracteres humanos, hacía muchas

profundas reflexiones acerca de la conducta humana y la conciencia. Lo

que me asombra –y no es en ningún modo un reproche a él- es que no

obstante cuán precisas sus entradas, no obstante cuánto horada su intelecto

en la sicología del infierno, a través de cuyo núcleo vivió y sufrió su

calvario hacia la supervivencia física, el núcleo del sufrimiento se mantiene

intacto: “Si questo é un huomo” planea en y alrededor de introspecciones

sobre el sufrimiento, acerca de su relatividad por ejemplo, ya que la

concibe como experimentada por capas: la más inmediatamente intensa, en

la primera napa de la sensibilidad, eclipsa de alguna manera a los otros

sufrimientos debajo. El frío eclipsa el hambre hasta la primavera, el hambre

eclipsa los dolores físicos hasta que algún alimento es ingerido. Los dolores

físicos eclipsan la soledad, hasta que obtienen una tregua. La Soledad

eclipsa la capacidad de llorar hasta la eventual liberación... Sin embargo, el

locus exacto del sufrimiento, sus contornos, se pierden en la mercurial

naturaleza de nuestros conceptos sobre este.

2

Similarmente ocurre con otros sobrevivientes de la Shoah, desde Elie

Wiesel a Imre Kertesz a Viktor Frankl. Este último concibe al sufrimiento

como éter en una habitación: si se le permite, la llenará toda. Así con el

sufrimiento. Frankl alude a la actitud ante el sufrimiento, que es crucial,

pero no a la experiencia misma.

Así, a pesar de sus insights, y a pesar de sus caracteres tan diferentes antes

y después del trauma infinito, ellos no obstante dejan el verdadero núcleo

del sufrimiento intacto. Desde la naiveté teológica de Wiesel al antiheroísmo

sin concesiones de Imre Kertesz, a la profundamente sanadora

logoterapia de Frankl, la experiencia nuclear de vivir la Shoá es dejada

misteriosamente intacta.

Películas también revelan esta impotencia frente a la experiencia subjetiva

del sufrimiento. Los filmes que muestran temas del Holocausto por

ejemplo, se detienen justo antes de la experiencia subjetiva del prisionero

en un campo de exterminio. Ellos dan vuelta en U, y continúan desde otra

parte. Así es con “La Lista de Schindler” de Steven Spielberg, así con “El

Pianista” de Roman Polansky, que nos deja frente a los vagones sellados,

luego gira y regresa; y así también con “La Vita e Bella” de Roberto

Benigni, un monumento a la negación.

Documentales tales como “Shoah” de Claude Lantzmann, muestran el

horror por medio de los vestigios, por el juego entre el presente de una

Polonia en 1971 y el pasado de los años cuarentas, sus cómplices cínicos,

sus testigos y sus víctimas. Entrevista el sufrimiento con primeros planos

de las caras de los sobrevivientes y logra un encuentro con los horrores más

insoportables. Sin embargo –comprensiblemente- presenciamos el recuerdo

vivo y mordiente de ello, no la experiencia misma. Ciertamente es un

documento notable. Sólo que está filtrado a través del tiempo, transmitido

por medio del máximo acercamiento posible a la realidad de los lugares,

personas y memoria. No obstante no al sufrimiento como la experiencia

misma.

Documentales de la liberación de los campos Nazis, así como cintas

filmadas por los mismos Nazis, tiene en común el enfoque en las

circunstancias externas, en las que los seres humanos son en verdad

objetos. Ninguno pone la cámara dentro de los ojos del sobreviviente,

mucho menos dentro de su cuerpo y cerebro. Esa cinta está aún por

hacerse.

La literatura nos presenta con más posibilidades de habitar ese núcleo. Y

por eso, he escrito estas páginas a continuación:

3

Dos años pasé escondida en un agujero bajo la leña, adonde me llevaban

alimento a diario. Jamás salí. Mis piernas no me sostenían… los vi llorar

cuando pregunté qué es eso (la luna), lo había olvidado todo. Vernichtung

durch Arbeit. Le gustaba manguerear a los presos colgados y amarrados,

con agua helada en Mauthausen a -10ºC o -20ºC, hasta que murieran

congelados. El proceso duraba entre media y una hora. Natzweiler-

Struthof, y enviaron los cadáveres al instituto de Estrasburgo. Mila 18, los

látigos tenían punta de acero, las botas lustradas, clavos; la llamaban “la

...

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