EL AMOR COMO UNA EXPECTATIVA O UNA REALIDAD

EL AMOR COMO UNA EXPECTATIVA O UNA REALIDAD.

La Palabra amor puede ser una palabra subjetiva, ya que cada persona le da su propia determinación de acuerdo a las situaciones que hayan desencadenado la decisión del sentimiento.

Compartir se lo adjudico a la palabra “Amor” en todas sus fases; ya que es inevitable que las personas compartan algún aspecto de su vida con las personas que dicen “Amar” ya sea a sus hijos, padres, hermanos, novios o cónyuges etc…

Cuando hablamos de una pareja cada uno crea expectativas sobre el otro dentro de una relación; expectativas sobre como desea ser tratado o que espera de su unión. Sin embargo, no siempre es sano para la relación ya que limitas o fantaseas y no le das paso a la realidad. En la pareja existen expectativas específicas en cosas muy comunes como: quién va a preparar el desayuno, quién va a lavar los trastes, quién cocinará los domingos y hasta en un futuro quién llevará a los hijos a la escuela; también se crean expectativas más significativas como la duración de la relación, la fidelidad que deberá tener la otra persona, los bienes que entre los dos podrán lograr, etc.

El amor no es un sentimiento como tal, ya que los sentimientos cambian repentinamente, es decir, en un momento podemos querer a alguien con gran intensidad y minutos después no tolerar a esa misma persona. No obstante el amor es una decisión donde decides compartir tu desayuno, tu comida, los gastos de la casa, los sueños y hasta tu vida; es por ello que una persona no tendría por qué cambiar tú vida, sino entrar a tu vida y tú a la suya para complementarse uno a otro.

Las expectativas son creencias que son de gran importancia dentro de una relación, pero cuando se encuentra el equilibrio de lo que buscamos y lo que cada uno está dispuesto a dar a medida que la relación va adquiriendo nuevas etapas. En el NOVIAZGO O ENAMORAMIENTO, la idealización de la persona “perfecta” donde no se reconocen los defectos a simple vista. EL MATRIMONIO, donde se presenta la “convivencia” (la etapa más importante) donde se ven los defectos, pero también la mayor decisión de consolidar la siguiente etapa. SER PADRES, la confianza de lo que has vivido con la otra persona y tomar la decisión de que vale la pena formar una familia y procrear juntos a una nueva persona fomentando valores, costumbres y conocimientos de ambos en ese nuevo ser.

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