EL CARRUSEL DE LA SALUD

EL CARRUSEL DE LA SALUD

Las cajas de compensación familiar (CCF), son entidades encargadas de velar por la seguridad social, promover el desarrollo y bienestar social, dichas actividades están permanentemente bajo la lupa de entidades de control, que garantizan un proceso transparente, eficiente y eficaz, en teoría. En Colombia los dos principales Organismos de Inspección, Vigilancia y Control (OIVC), son la Superintendencia del Subsidio Familiar (SSF) y la Contraloría General de la Republica (CGR), esta primera tiene a cargo la supervisión de las cajas de compensación encargadas de la prestación de servicios (Compensar, Cafam, Combarranquilla, entre otras); entidades cobradoras de subsidio familiar, como de entidades encargadas de vigilar directamente a los prestadores de los servicios, también sanciona a las entidades prestadoras que incumplan las disposiciones legales y constitucionales. Por otro lado, la CGR se encarga de verificar el uso de los capitales por medio de controles financieros, de resultados y de gestión, capitales destinados a las CCF para que brinden un buen servicio, en conclusión, podemos afirmar que es la encargada de controlar los movimientos financieros de la SSF.

El panorama que nos brindan estas principales entidades pareciera prometedor, es cuando investigamos un poco más y vemos que el control de estos organismos no es suficientemente fuerte, las responsabilidades de estos dos OIVC, se distribuyen a entidades de control aún más reducidas ( Super Intendencia Nacional de Salud, Superintendencia Financiera, Unidad de Gestión Pensional y Parafiscal, Superintendencia de Industria y Comercio y Procuraduría General de la República), Instituciones que se encargan de supervisar objetivos por separado, lo que provoca un incremento en el número de personas encargadas, esto sumado con problemas sociales (corrupción, desempleo, pobreza, entre otros), amplia la brecha para que las entidades sub-encargadas no sean totalmente fiables. Todo esto visto a gran escala se convierte en un problema que afecta a todo el sistema, desde los beneficiarios y usuarios hasta los organismos de control.

El gran problema radica en que la distribución de responsabilidades de la SSF y la CGR, provocan la fragmentación del verdadero problema, dificultando la manera en que se realizan actividades de prevención o resarcimiento, la misma SSF debería encargarse de controlar el largo listado de entidades prestadoras de servicio que hay en la actualidad, “Se puede delegar autoridad, pero no se puede delegar responsabilidad.” (Dorgan). Estas entidades como ejes de control deberían ejercer con soberanía, estas son algunas de las soluciones viables que podrían considerarse, como la inversión en nuevo personal, es una solución que además de generar empleo directo, permite que la información y la esfera de control este mejor administrada y no mediante contratación de instituciones externas y la educación como herramienta para la prevención de problemas sociales, enfatizando la corrupción como un factor de alto riesgo, que perturba todos los niveles administrativos no solo del sector de la salud sino de todo el estado.

...