EL CONSUMISMO DE LA GLOBALIZACIÓN: UNA PROBLEMÁTICA DE IMPACTO AMBIENTAL

ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

INGENIERÍA EMPRESARIAL

ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE

4TO “A”

EL CONSUMISMO DE LA GLOBALIZACIÓN: UNA PROBLEMÁTICA DE IMPACTO AMBIENTAL

MIGUEL ALCÍVAR G

Introducción

     En la actualidad los problemas a los que nos enfrentamos como sociedad en ámbitos sociales culturales, políticos y económicos nos conllevan a que cada día necesitemos de más cosas para satisfacer y cubrir las necesidades más esenciales, en un mundo globalizado que nos exhorta a consumir más de lo que necesitamos es que se encuentra una cruda realidad intrínseca que no todos los analistas políticos y económicos consideran dentro de esta perspectiva y esto es el impacto ambiental que la masificación en la producción de los más irrealistas bienes y servicios provocan al medio ambiente.

     El consumismo como práctica indiscriminada se ha vuelto una constante en los países industrializados que se proponen como un modelo de desarrollo a los países emergentes y a los de en vías de desarrollo; desde 1950 hasta la actualidad la humanidad ha consumido más de lo que la misma en toda su existencia que para esa década había sido de 4.000.000.000 en consumo de energía en tonelada por habitante hasta llegar al 2013 con la escalofriante cifra de 13.000.000.000 según la revisión de consumo de energía del Banco Mundial, esto no da una clara idea de cuánto hemos estado dispuestos a generar por lograr un “estado de bienestar”, sin embargo, lo que no se ha contemplado es cuánto hemos estado dispuestos a sacrificar por conseguir dicho objetivo y es ahí donde se platean los consecuencias colaterales que como especies hemos provocado en el medio ambiente y sus terribles consecuencias para nosotros mismos.

La Necesidad de la globalización

     La globalización se ha convertido en una herramienta fundamental para que las innovaciones lleguen a casi todo los rincones del mundo, lo que ha permitido que el intercambio de bienes y servicios generen una oportunidad para los países más pobres del mundo de donde la extracción de las materias primas generan un medio para la economía de los mismos (Ruíz, 2013). En teoría no habría mayor problema en que un país tenga una necesidad y otra país se la cubra, es el más elemental concepto de economía, el libre intercambio entre oferta y demanda que es el mercado, el problema radica cuando esta forma de economía pasa a ser un modelo económico que está enfocado en el consumismo, en donde las necesidades (la demanda) ya no se dan de manera espontánea y natural, sino que son generadas e implantadas en nuestro hábito de consumo.

     Pasamos de ser una sociedad que genera los recursos necesarios para su supervivencia a consumir casi el doble de todo lo que el ser humano había sido capaz de producir desde que existe como especie, más de 13.000.000.000 de consumo de energía por tonelada hombre y lo más irónico es que aun en pleno siglo XXI hay personas muriendo de hambre,  como en Haití donde el 58% de la población padece desnutrición grave mientras que en un país como México relativamente cerca del anterior, el 57% de las personas estan sufriendo obesidad o sobrepeso (Conde, 2002).

     En la actualidad se generan más dispositivos electrónicos al día que soluciones para un adecuado manejo de la basura tecnológica y se están talando más hectáreas de bosque para agricultura y/o explotación de recursos fósiles y minerales de lo que desastres naturales han provocado en la historia (Mozobancyk, 2011).

Nuestros Hábitos de Consumo como Sociedad          

     Los cambios en los hábitos de consumo han sido una constante en nuestra evolución como especie en sociedad a la que le hemos ido dando cada día más y más importancia, estos comportamientos son los responsables de que por ejemplo a principios de siglo a duras penas habían 100.000 teléfonos aproximadamente en el Ecuador y para 2017 ya representaban más que los mismos pobladores 16.9 millones de líneas activas según la Superintendencia de Telecomunicaciones del Ecuador

     El problema con los hábitos de consumo es que en la actualidad no se dan por gustos o necesidades como sociedad, sino que están siendo implantados por la creciente industria del consumismo que nos obliga a querer tener más cosas de las que realmente estamos dispuestos a utilizar (Ariaga, 2013)., el trasfondo de todo esto es la increíble cantidad de desechos que se están generando que para el 2014 sólo en la Unión Europea fueron de 891 millones de toneladas que ni siquiera con todos los avances científicos que tenemos somos capaces de manejar y eso solo considerando un continente (Union Europea, 2017).

     Llevamos un ritmo de vida tan acelerado que a medida que se van dando los cambios en las nuevas tendencias ya no nos contenta lo mismo y requerimos más cosas, y necesitamos comprar más y generar más desperdicios porque es lo que la sociedad nos “dicta” (ExpokNews, 2010). El problema entonces no está por consumir o no, esto radica a que no tenemos una educación ambiental apropiada que enseñe a no ser parte del problema sino más bien de la solución (Salinas-Cabrera, 2016) y en lugar de invertir esfuerzos y recursos en inventar la última generación de teléfonos porque no destinar más a programas de remediación ambiental.

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