EL DESARROLLO HUMANO COMO FACTOR DE PROYECCIÓN DE COLOMBIA HACIA EL FUTURO

EL DESARROLLO HUMANO COMO FACTOR DE

PROYECCIÓN DE COLOMBIA HACIA EL FUTURO

“Vivimos y trabajamos una historia que desconoce la sub historia que la hace posible. De allí que observamos cotidianamente las graves desarticulaciones que se dan entre las actuaciones de las cúpulas políticas y las aspiraciones e impulsos que se desencadenan en los sectores populares. Buscamos justificación para nuestras acciones en los planteamientos o pensamientos que atribuimos a nuestro difunto héroe de turno, sin siquiera percatarnos de la sabiduría del hombre y la mujer que siembran el maíz y que al compartirlo en la olla común, logran sobrevivir, no por lo que hemos hecho, sino a pesar de lo que no hemos hecho” (CEPAUR, 1997)

Gracias al programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (1990) se diseñó el índice de desarrollo humano (IDH) como un indicador social para medir el desarrollo de los países a partir de hacer un análisis del estado de sus sociedades, sus familias y las personas que las integran, es decir, el capital humano con que cuentan, motor y fuente de su identidad frente al mundo.

A partir del Índice de Desarrollo humano es posible inferir que hay países con desarrollo humano elevado (IDH > 0,8), medio (0,5 ≤ IDH < 0,8) y bajo (IDH < 0,5), lo cual sirve de referente a los gobiernos porque les proporciona una herramienta de juicio para tomar acciones efectivas frente a su población y permite tomar como referencia otros países de la región o del mundo en condiciones similares. Por otro lado hablar de desarrollo humano es poner sobre la mesa las sociedades del mundo y ver los habitantes con la lupa de sus condiciones de vida; y los bienes que cada persona consigue para cubrir sus necesidades básicas y complementarias dentro de un entorno en el que se respeten sus derechos.

Vistos los países desde esta óptica se presentan ante el mundo como sociedades que brindan pocas, aceptables, suficientes o inmejorables oportunidades a las personas que allí viven y la posibilidad de desarrollarse en todas sus dimensiones, así mismo, esgrimen una carta de presentación a los países de su región y al resto del mundo para mostrarse como propicios y viables para invertir.

En los últimos años, ante el vigoroso cambio mundial reflejado en el vertiginoso movimiento de las economías hacia nuevos ordenamientos de sus estructuras, unos positivos y otros no tanto, los ojos de las regiones del mundo, especialmente los de Europa (CCE) ven a Colombia como un territorio de oportunidades en la Región Andina y sin temor a equivocarnos Colombia encabeza el ramillete de países proyectados hacia el progreso. Por ejemplo hemos sobrevivido en pie a los avatares económicos (inflacionarios y de caída del PIB) del siempre aval, Estados Unidos de América. Pero, que se hace hoy en nuestro país con tan buenos atributos y perspectivas, frente a un pasado gris y desdibujado del que ha quedado una leve sombra? En gran parte es el hecho de que venimos construyendo una nueva sociedad desde los últimos tres cuatrienios (gobiernos) donde la fuerza de la gobernabilidad se ha aplicado puntualmente en estabilizar el orden público bajo diferentes clases de mecanismos, algunos de ellos no tan ortodoxos pero muy efectivos y necesarios y que han llevado al país a un clima de confianza que ha permitido una reactivación económica única en la trayectoria del país.

Hoy como nunca en la historia de nuestra Colombia se ha logrado la firma de TLCs con países impensados hace unas décadas y esperados con anhelo, como Estados Unidos (2011), Canadá (2011), Corea del Sur (2013 y vigencia para 2014), la Unión Europea (2012 y vigencia para 2013), Chile (2009) y México. Actualmente se negocian tratados con Panamá y Costa Rica. Algunos de los tratados firmados por Colombia de gran importancia son:

“El componente comercial de la Comunidad Andina (CAN) que incluye a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. México, Estados unidos y Canadá por separado. El suscrito entre Colombia y Chile. El suscrito entre los países miembros de la CAN y los de MERCOSUR (que incluye a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay). Corea del Sur.” (PRODUCTOS DE COLOMBIA.COM).

Gracias al potencial de nuestra situación económica, política y social, Colombia se encuentra en un momento ideal que le permite reaccionar como quien encuentra una guaca y dice: “somos inmensamente ricos”. El punto de partida para fabricar esta ganancia radica en reconocer, valorar, respetar y atesorar: Nuestros recursos naturales y la biodiversidad, la situación geográfica estratégica y privilegiada en el continente, la variedad de climas bendecida por una geografía diversa, la riqueza histórica y cultural, la estabilidad de un sistema económico, político y social, y sobre todo nuestra gente, pujante, cordial creativa y trabajadora tan apetecida por empresarios de todo el mundo.

Ahora veamos los parámetros a través de los cuales la ONU mide las condiciones en que la población del mundo vive y cómo se encuentra Colombia en cuanto al cumplimiento de estos resultados. Veamos cuanta coherencia hay entre la riqueza de nuestra nación frente a las condiciones de vida de la población.

Con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) se miden y clasifican los países del mundo a partir del análisis de la pobreza (IDH-1) que es un indicador social para los países en vía de desarrollo y mide las carencias poblacionales en tres aspectos: Primero, una vida larga y saludable que corresponde a la probabilidad al nacer de no vivir hasta los 40 años y tiene una relación directa con la alimentación, los servicios de salud (Física y mental), la higiene y salubridad del lugar de habitación y la relación con el medio ambiente; segundo la educación, medida por la tasa de analfabetismo en la población adulta y en tercer lugar el nivel de vida digno medido por el porcentaje sin acceso sustentable a una fuente de agua mejorada, así como por el porcentaje de niños con peso insuficiente para su edad. Aquí podemos contemplar no solo el agua sino los servicios públicos a los que tiene acceso la población con los cuales pueda desarrollar sus actividades cotidianas en condiciones normales y seguras.

Un segundo indicador del Desarrollo Humano es el IDH-2 que viene aplicándose desde 1998 a países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); con este indicador se miden las carencias humanas para estos países así: Vida larga y saludable, como la probabilidad al nacer de no vivir hasta los 60 años, la educación en cuanto a la tasa de adultos que carezca de aptitudes de alfabetización funcional y el nivel de vida digno medido como el porcentaje de la población que vive por debajo

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