EL ESTRÉS HACE PARTE DE NUESTRA VIDA DIARIA
Enviado por sharonoperez • 28 de Marzo de 2020 • Apuntes • 1.732 Palabras (7 Páginas) • 117 Visitas
EL ESTRÉS HACE PARTE DE NUESTRA VIDA DIARIA!
Sharon Pérez, Estudiante de la Facultad de medicina, X semestre.
Todos los días el ser humano se enfrenta a situaciones que generan estrés, generalmente porque es algo nuevo en su vida y lo desconoce, lo cual puede tener una respuesta positiva o de adaptación, no siempre el estrés es sinónimo de algo negativo, sin embargo el no saber controlarlo puede ser causante de enfermedad.
El estrés es el proceso que se origina cuando las presiones o demandas tanto internas como externas superan la capacidad adaptativa de un organismo. Esto dará lugar a cambios biológicos y psicológicos, que acabará produciendo adaptación o tensión en el individuo. En la definición de estrés destacan tres elementos que son fundamentales: las demandas de las situaciones ambientales, que vendrían siendo los agentes estresantes, la persona sobre la que influyen dichas situaciones y que puede que las considere perjudiciales o desafiantes, y el proceso adaptativo que son las respuestas del sujeto al estrés, tanto emocionales como biológicas.
Cuando se enfrentan condiciones de estrés excesivo debido a un estímulo demasiado grande, que no se logra controlar, puede conducir a la angustia y se le llama distrés. En este caso se rompe la armonía entre el cuerpo y la mente, lo que impide responder de forma adecuada a situaciones del diario vivir. Por otra parte, se utiliza el término eustrés, para definir la situación en la que las condiciones físicas óptimas y el bienestar o claridad mental facilitan que el cuerpo en su conjunto adquiera y desarrolle su máximo potencial, manteniendo así el organismo en homeostasis.
Es importante conocer lo que ocasiona el estrés y como es el proceso de adaptación a este. Los agentes que provocan estrés en un individuo forman parte del ámbito en que normalmente se desenvuelve, también pueden pertenecer a distintos ámbitos a la vez, ya que todos ellos forman parte de la vida de la persona bien sea el trabajo, la familia, los amigos, etcétera. Existen otros factores que pueden influir en la respuesta biológica del individuo al estrés como la edad, el sexo, la raza, etc. Por tanto, ante un mismo agente estresante, las respuestas fisiológicas variarán según las características propias de cada individuo.
Las causas que provocan el estrés no son siempre negativas, lo que quiere decir que no siempre serán derivadas de situaciones de peligro, dolorosas o perjudiciales. Existen incluso situaciones cotidianas, que pueden producir estrés sin ser necesariamente peligrosas; como lo son las dificultades diarias que se presentan, la música alta o los ruidos ambientales los fines de semana en la comunidad. Así, según las condiciones del entorno que se presenten, se deberá hacer frente, y, dependiendo de los mecanismos que se pongan en marcha, en el sujeto, se adaptará o no.
En cuanto a la adaptación al estrés es la respuesta del organismo, tanto fisiológica como emocional, para intentar alivianar los efectos del estrés, y supone cambios en el individuo. En los procesos de adaptación al estrés agudo se habla de síndrome general de adaptación, este se desarrolla temporalmente en las siguientes tres fases:
La reacción de alarma, fase de alerta general, es la inicial, en la cual aparecen cambios para contrarrestar las demandas generadas por el agente estresante, y consta de dos partes: la primera llamada fase de choque, se caracteriza por taquicardia, variaciones de la temperatura, cambios en la tensión, principalmente hipotensión arterial, disminución de la reserva alcalina, hemoconcentración, disminución de la diuresis, hipocloremia, hiperpotasemia y linfocitosis.
Luego se presenta la fase de contra choque, en esta se invierte el sentido de las reacciones humorales y neurovegetativas. Es esta fase en la cual puede presentarse la tríada patológica descrita por Selye: atrofia del timo, úlceras gástricas e hipertrofia de las suprarrenales, hallazgos que son el resultado de la respuesta humoral, hormonal e inmune que desencadeno el factor amenazante y sobre las cuales se profundizara más adelante en el texto.
Fase de adaptación comprende el conjunto de reacciones de resistencia, aquí desaparecen los síntomas, gracias a los mecanismos de compensación del organismo, necesarios para hacer frente al estresor que se mantiene en el tiempo. En esta fase es relevante la “reserva adaptativa” neurobiológica y las experiencias ya vividas por el individuo que se encuentra en una posición estresante. Si se logra superar el evento estresante o, si en cambio, la capacidad de adaptación del organismo se supera, se sigue a la tercera fase.
En la fase de agotamiento si el estresor se supera, se inicia la recuperación del organismo, o por el contrario si el estímulo amenazante persiste, disminuyen las defensas, el organismo continuará agotándose pues el agente estresante, al permanecer en el tiempo, ha superado sus mecanismos de reacción, dando lugar a síntomas como los de la fase de alarma y posteriormente a la enfermedad. Así la reacción de estrés se puede convertir en una oportunidad para lograr la adaptación. El estrés alcanza su verdadero significado y logra su tarea protectora, se convierte en una reacción de ajuste.
Es de vital importancia comprender que cada proceso de adaptación es individual e irrepetible, así como lo es la personalidad, que se convierte en el factor modulador de las respuestas al estrés psicológico, entendido como la respuesta a la tensión que origina en el individuo las demandas del entorno. En el estrés se presenta una respuesta biológica generalizada, los mecanismos fisiológicos de control del organismo, se ponen en marcha, intentando interrelacionase para defenderse:
Primero está el sistema nervioso, por acción del simpático que incluye la estimulación de la médula suprarrenal, productora de glucocorticoides, principalmente epinefrina, siendo esta la respuesta fisiológica más importante en las reacciones de estrés, la cual es realizada por el eje hipotálamo-pituitaria-suprarrenal (HPA), cuyo control central es ejercido por neuronas neurosecretoras del núcleo hipotalámico paraventricular (PVN) parte de los elementos neurales. Al ser estimuladas por un estresor, las células del PVN secretan diversos neuropéptidos en la circulación portal hipotálamo-hipófisis. La hormona liberadora de corticotropina (CRH) y la argininavasopresina (AVP), inducen la secreción de hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Así mismo, el aumento de la ACTH en la sangre es el estímulo fundamental para el inicio de la síntesis y secreción de los glucocorticoides. Por lo tanto el PVN se considera como el área integradora de la reacción de estrés, que se manifiesta mediante la actividad de elementos neurales, endocrinos e inmunológicos.
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