EL HOMBRE Y SU INFLUENCIA EN LA ORGANIZACIÓN

El presente ensayo trata acerca de ¿cómo el hombre afecta a la organización?, desde este punto de vista se hará un análisis general con algunas referencias de la conducta del individuo, para determinar si existe una afectación, sea esta positiva o negativa a la organización, con lo que se podrá concluir con aspectos de influencia, desde la perspectiva individual hacia un determinado grupo.

Debemos empezar indicando que la conducta del hombre se produce siempre en un sistema social que determina su status, que es “el prestigio relativo a un puesto en una relación estructural dentro de las organizaciones” y las posiciones con respecto a sus valores o creencias, “los estilos de liderazgo se relacionan con los sistemas de influencia” , lo cual desemboca en el comportamiento del individuo.

La complejidad que caracteriza al ser humano por su naturaleza, crea un patrón en la organización de modo que se podría identificar sus intereses y necesidades a ser satisfechas y por la particularidad de las personas con sus realidades diferentes se establece que las mismas están siempre presentes y depende de factores externos su satisfacción, lo que crea la interacción social con el medio que lo rodea.

Uno de los elementos fundamentales que incide en el cambio organizacional es el factor humano, donde este principio se fundamenta en el sistema de valores, actitudes y experiencias, lo cual conduce a superar los viejos paradigmas de la organización, debido a que desde un ángulo particular se puede modelar a un grupo que comparte la misma organización.

Para una mejor comprensión de como la persona puede influir en la organización mediante si interrelación debemos entender los conceptos de:

• Comportamiento organizacional, que es aquella manera de cómo las personas actúan dentro de las organizaciones,

• Personas, que son la constitución del sistema social interno de determinada organización.

El comportamiento de las personas depende de sus valores, los cuales constituyen formas básicas de su conducta que afectan o ayudan, indirectamente al resto de personas que forman parte de una organización.

Las personas siempre tienen la percepción sobre nuestras actitudes, las mismas que son aquellas manifestaciones que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida, es decir, aquellas experiencias que conforman un estado de la manifestación objetiva de nuestros valores, que de ser positivos tienden a ser aprobados o imitados por el entorno externo de la organización.

Existen tres tipos de actitudes que suelen diferenciar nuestro comportamiento, entre estas tenemos a la satisfacción en el trabajo, que es aquella cualidad donde se asume de manera positiva al mismo, aquí es “cuando se adaptan las personas a los trabajos, se emplea la mejor tecnología desde el punto de vista de productividad y eficiencia económica” , lo que mejora el rendimiento de la organización, el compromiso con el trabajo, que es cuando los trabajadores se interesan por el tipo de trabajo que realizan y el compromiso organizacional, que es aquel “sentido de pertenencia”, donde el trabajador se identifica con la empresa, con sus metas y objetivos, y se siente parte de la misma.

Con estas características se puede expresar que el individuo dependiendo de cuál sea su tipo de actitud va a empezar con un compromiso, satisfacción o sentido de

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