ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL HUMANISMO DEMOCRATICO.


Enviado por   •  30 de Abril de 2013  •  2.060 Palabras (9 Páginas)  •  866 Visitas

Página 1 de 9

EL HUMANISMO DEMOCRATICO.

LA FILOSOFIA EDUCATIVA DE LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA Y SU APORTE A LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN VENEZUELA

J. Pascual Mora-García

ULA-Táchira

RESUMEN

Durante el siglo XX, en Venezuela, el principal gestor de un pensamiento filosófico educativo fue el Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. En el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional (1948) planteaba en la exposición de motivos los principios de la filosofía educativa con el nombre del HUMANISMO DEMOCRATICO, y que aquí retomamos para analizar sus contribuciones a la historia de la educación actual como un homenaje póstumo.

(Publicado inicialmente en el Diario La Nación, San Cristóbal-Venezuela, el 8 de septiembre de 2002)

Comencemos por decir que el maestro Prieto Figueroa definió el Humanismo Democrático en el Proyecto de Ley Orgánica de Educación (1948), en el sentido de: “Formar al hombre en la plenitud de sus atributos físicos y morales, ubicado perfectamente en su medio y en su tiempo como factor positivo del trabajo de la comunidad, tiene que ser la meta de un sistema educativo moderno. La educación venezolana ha de ser, por tanto, humanista, desde las escuelas primarias hasta los institutos superiores.” (Proyecto de Ley Orgánica de Educación, 1948:4-5)

Como un homenaje al centenario del Maestro queremos rememorar algunos de los postulados de la filosofía educativa prietofiguereana para el contexto actual, ya que nos ilumina el camino a seguir como docentes:

En primer lugar, destacamos el principio de neutralidad ideológica de la educación, que se expresa de la siguiente manera: “ la educación tiene que ser, sin duda, neutral frente a las luchas de los partidos que se disputan la adhesión de la ciudadanía dentro de las regulaciones constitucionales, pero no puede serlo en relación con los fundamentos mismos de la democracia.” (Idem) Podemos inferir que los fines de la educación per se no deben estar al servicio de enfoques parcelarios, que conduzcan a la eliminación del pensamiento abierto, y la diversidad. Los fines de la educación en el Sistema Democrático no deben responder a manifestaciones fundamentalistas, por inocentes que parezcan, ya que todo fundamentalismo nos lleva a la unanimidad de opinión, y en ese sentido, no estaríamos formando ciudadanos para una sociedad democrática sino una secta.

En segundo lugar, el fin prospectivo de la educación. La educación tiene la responsabilidad de acercar el futuro al presente. Todo docente tiene que convertirse en un líder prospectivo para que pueda anticipar los problemas y asuma el cambio como una necesidad perentoria del sistema educativo. El mejor docente, en ese sentido, no es el que resuelve los problemas sino el que los anticipa. En su momento el maestro Prieto nos advertía la vocación prospectiva de la educación de la siguiente manera: “El Estado educa, en primer lugar, para que adquieran armónico desenvolvimiento las virtualidades positivas del hombre (...) la educación pública en todos los grados y formas de sus tres ciclos tiene que preparar el espíritu de las nuevas generaciones para que sean capaces de integrarse a la cultura de su época.” (Idem) Los fines de humanismo democrático apuntan hacia una educación prospectiva, en donde propiciemos una formación para la comprensión del mundo, y no el fomento de filosofías trasnochadas, ya superadas en el contexto mundial. La diferencia estriba entre el formar prospectivamente y el formar mirando por el espejo retrovisor de la historia. No hay que confundir el formar con sentido histórico y el formar con criterios trasnochados; cada época puede estudiar a los griegos de la antigüedad, y no por eso pretendamos ser como Tales de Mileto o como Anaxágoras, y menos como Anaximandro.

En tercer lugar, el principio de formación integral. Este quizá sea uno de los postulados más importantes de la filosofía educativa prietofiguereana, no sólo porque apuntaba hacia una función administrativa que unificaba los diferentes subsistemas de educación, sino porque establecía una antropología filosófica centrada en la formación integral. Por eso manifestaba que “la preocupación dominante en los enunciados de los principios del humanismo democrático se aplicaba a lo largo de todo el proceso educativo. Formar hombres íntegramente capacitados para el desempeño útil dentro de las colectividades era un objetivo no descuidado en ningún momento. No era el propósito que los campesinos aprendieran a discurrir como Erasmo o como Bembo, sino que junto con la capacitación para sus tareas específicas de sembrador o de criador, adquirieran también las nociones indispensables para conservar la salud, mejorar su medio y contribuir con sus vecinos a las obras exigidas por una vida solidaria y libre (...,) más que el aprendizaje de lectura y escritura, tiende a hacer del hombre una persona humana, consciente de sus deberes y derechos y capacitada para ejercerlos, capaz de integrarse conscientemente con su medios para transformarlo o para mejorarlo.” (Prieto, “El Humanismo Democrático”, Conferencia dictada en Costa Rica, 1957) El principio de formación integral en el mandamiento prietofiguereano sigue siendo actuante. Hoy la educación apuesta a la integración del hombre con el cosmos, a la biodiversidad biológica, al cultivo de los postulados de una paideia que va de la física a la poesía; desde poetas como Octavio Paz hasta santones como Santha Sai Baba, todos tienen un espacio en la galaxia pedagógica. El camino no se cierra al final, y los cercados están minados, cada vez más se impone una integración del pensamiento científico con el alternativo; una epistemología de la tolerancia cobija el espectro intelectual. En su momento, el maestro Prieto nos demostró que tuvo capacidad de tolerancia epistemológica, pues integró el concepto de persona humana propio de la filosofía neotomista de Jacques Maritain. En la filosofía educativa prietofiguereana el concepto de persona humana es medular. Como corolario podríamos preguntarnos ¿acaso estamos siendo prietofiguereanos en la filosofía educativa actual?

1. HUMANISMO DEMOCRÁTICO E HISTORIA DE LA EDUCACIÓN.

La Historia de la Educación y de la Pedagogía presenta fuertes ligazones con la Filosofía; nació al interno de la discusión filosófica, se nutrió de la filosofía, y hoy, es imposible realizar una investigación histórico-pedagógica, prescindiendo de la crítica epistemológica. Nadie discute

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (13 Kb)
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com