EL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN Y LA PROFUNDIZACIÓN DE LAS CRISIS
Enviado por Franco Picco • 3 de Septiembre de 2019 • Resumen • 2.835 Palabras (12 Páginas) • 1.417 Visitas
EL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN
Y LA PROFUNDIZACIÓN DE LAS CRISIS
Prof. Carlos D. Gracián
Una de las características del momento histórico que nos encontramos es la transición, y como tal es un proceso no eximido de tensiones. Desde el inicio del milenio asistimos a una modificación del “triunfalismo norteamericano” consolidado en los años ´90. Desde entonces, crisis mediantes, asistimos a un proceso en el que el poder norteamericano dejó de ser incuestionado, dada la emergencia de un mundo “multi-polar”.
El multipolarismo actual es un formato del sistema internacional relativamente novedoso. Hubo en el pasado algo que se llamó “Concierto de Naciones” pero era un sistema exclusivamente europeo.
Este trabajo tiene dos objetivos: por un lado, poder dar cuenta de algunos de los cambios en la fisonomía del capitalismo, esto es el pasaje de una modalidad predominantemente industrial a otra predominantemente financiera
I - De la hegemonía productiva a la
reestructuración financiera (´50-´70)
Desde fines de la Segunda Guerra Mundial, el capitalismo inició una etapa denominada como el “Cuarto de siglo de Oro” dado el prolongado período de “bonanza económica”. Este proceso se denominó como la consolidación del “Estado de Bienestar”. Contrariamente a lo sostenido por el dogma liberal hasta fines de los años treinta, ahora Estado era colocado como el eje central de la reasignación de recurso a través de la ampliación de la infraestructura (rutas-puertos-aeropuertos) y el salario indirecto (subsidio a los transportes, mejoras en el sistema de salud y educación, ampliación de planes sociales de vivienda, etc).
Su aparato productivo estaba intacto tras la Segunda Guerra, dado que en su territorio no se llevaron adelante bombardeos. Por lo tanto su capacidad de generar un gran excedente de mercancías convirtiéndose tanto en el proveedor de las zonas en reconstrucción como a las antiguas colonias.
En relación con lo antes señalado, esta potencia vencedora de la Segunda Guerra, logró imponer una política monetaria que tiene como eje articulador mundial del comercio su divisa, en tanto que la misma mantenía su paridad con el oro.
De este modo, la hegemonía monetaria norteamericana se apoyó así sobre estos dos pilares. El primero de ellos era su aparato productivo, el cual estaba intacto y era sostenido-ampliado por un expansivo mercado interno como consecuencia de políticas de Estado5. El otro era su capacidad financiera sostenida por su moneda como única divisa de peso respaldada por el aparato productivo y las reservas en oro.
Mientras estas políticas de expansión de un capitalismo de postguerra se consolidaban junto a un Estado más activo en materia económica y social, en el plano ideológico el “desarrollismo” se instalaba como una remasterización del ideal del “progreso” decimonónico. Esta expansión del desarrollismo como nuevo paradigma que da sentido y coherencia al mundo occidental organizado a partir del postulado del “fin de las ideologías” pretendiendo clausurar el período anterior caracterizado por las revoluciones sociales considerado como consecuencia de las “ideologías”
discurso tecnocrático como el mejor medio para regular la vida de las democracias occidentales e industrializadas en un contexto en el que los “inconvenientes” causados por la revolución industrial se postulaban como ya resueltos9.De este modo, los principios del “fin de las ideologías” presentaban a la técnica como el motor del “desarrollo” económico y éste como el dinamizador del “desarrollo” social. Sobre esta base se expande sobre el sentido común de la sociedad la idea de “que el pensar técnico es un pensar no ideológico, y por tanto la tecnología aparece como neutra y neutral”.
Desde el inicio de la década de ´50 Alemania occidental fomentó un proceso de integración, primero comercial y luego industrial con Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo10. Para cuando promediaban los años ´60 comenzaron a mostrar una notable ampliación de su capacidad de exportación de bienes industriales. Estas pujas por la competitividad en los mercados, sumado a los déficits comerciales norteamericanos (generados por su política de ampliación del consumo, asentada sobre su hegemonía monetaria global) generaron muy fuertes presiones sobre el dólar, y por tanto, sobre el sistema monetario ideado tras la guerra.
Los mercados internos europeos, al igual que los norteamericanos, se estaban saturando para fines de los ´60, es decir las grandes firmas habían logrado vender todo lo posible en sus mercados domésticos, por lo que su rentabilidad estaba estancada o en descenso. Un problema que comenzaba a afrontar el capitalismo era la “durabilidad de los objetos” y las reparaciones de los mismos, pero no su recambio.
La contracción del crecimiento económico no pudo ser contrarrestada –como hasta ese momento– por la expansión del gasto público y del déficit fiscal dado el límite impuesto por los intereses de los sectores económicos dominantes.
En ese contexto de aumento de la crisis política y parálisis productiva fue la crisis petrolera de 1973 el acontecimiento que impulsó los cambios estructurales que se registraron a posteriori. Dado que Estados Unidos dependía menos de las importaciones de petróleo que sus competidores productivos más inmediatos, promete no interceder ante la suba de los hidrocarburos pero negocia la exclusividad para los bancos privados norteamericanos en el proceso de “reciclaje” de los “petrodólares”. Desde 1973 el dólar es la moneda por medio de la cual se comercializan los mayores volúmenes de crudo en todo el globo. Desde esa posición monopólica fue consolidado como moneda de reserva mundial.
Con este contraataque Estados Unidos, menos herido que sus competidores, inicia un proceso de reestructuración económica que lo encamina a reafirmar su hegemonía en las finanzas globales. Sin embargo este viraje tendrá su saldo, siendo el más notorio el inicio de un proceso de desindustrialización interno: para lograr sostener su poder mundial (ahora financiero) debió sacrificar su dominación industrial.
II - De la hegemonía financiera
al estallido de las crisis (´70-2000)
A partir de mediados de los ´70 se inició un proceso de globalización financiera y productiva de escalas y profundidad desconocidas hasta el momento. La globalización es un proceso esencialmente político: es la respuesta dada por el capital a la posibilidad concreta de cambio generada por los sectores subalternos en los años ´60-´70
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