“EL ROL DE LAS VARIEDADES TOLERANTES EN EL MANEJO DE LOS SUELOS CON PROBLEMAS DE SALINIDAD”
Enviado por Fernandoc84 • 30 de Enero de 2018 • Documentos de Investigación • 1.925 Palabras (8 Páginas) • 248 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA MOLINA
PROGRAMA DE POSGRADO EN AGRICULTURA SUSTENTABLE
“EL ROL DE LAS VARIEDADES TOLERANTES EN EL MANEJO DE LOS SUELOS CON PROBLEMAS DE SALINIDAD”
Seminario I
Autor: Fernando Cobos Patrocinador: Dra. Luz Gómez Pando
I. Introducción
Desde el momento que inicio la actividad agrícola, los problemas de salinidad ya afectaba a las personas. Gracias a la existencia de registros históricos se conoce que existieron migraciones masivas inducidas por la salinización del suelo cultivable (Lamz y González, 2013). La actividad humana ha incrementado las áreas salinizadas al ampliarse las infraestructuras de regadío con el desarrollo de grandes proyectos hidrológicos, los cuales han provocado el incremento de sales en el suelo (Leidi, y Pardo, 2002).
Este fenómeno se ha transformado en un problema de índole mundial, el cual afecta a casi un tercio del área dedicada a la agricultura. Este proceso de salinización se incrementa en las regiones áridas y semiáridas, en donde la escases de lluvia reduce la posibilidad del lavado de la sal que se va acumulando con las aguas de riego. El incremento de la demanda de agua, especialmente en las zonas áridas y semiáridas, ha obligado a los productores a emplear agua de mala calidad en sus cultivos, especialmente la que procede de pozo. Esta agua posee una elevada concentración de sales, que generalmente superan los límites de tolerancia de muchos cultivos a la sal, lo cual repercute en su producción (Ramírez-Suárez, Hernández-Olivera, 2016).
En la década de los 90, se apreciaba que la proporción del área afectada por salinidad se estimaba en un 10 % del total mundial. Además, que entre un 25 y un 50 % de las zonas con riego estaban con problemas de salinización (González, 2000). En Latinoamérica, el proceso de salinización es un fenómeno grave en la obtención de alimentos, por ejemplo, en Cuba el 15% del área cultivada, presenta problemas de salinización, teniendo una influencia directa en la producción de alimentos (Román, García, Domínguez y Oliva, 2006).
En el Ecuador existen problemas de salinización, especialmente en zonas cercanas a la cuenca baja del rio Guayas, en donde el riego se realiza aprovechando el agua de la marea con alto contenido de sales, en donde se estima que el 34,2% de esta área presenta inconvenientes por esta degradación química (Barriga, 2003).
En la actualidad, este escenario se agudiza cada día más en las superficies cultivadas en todo el mundo, debido a la falta de conciencia medioambiental y del consumo de los recursos hídricos de forma irracional, además de otros factores edafoclimáticos que repercuten directamente sobre la salinidad de los suelos. En este contexto ecológico es necesario identificar e investigar nuevas variedades tolerantes para enfrentar problemas de salinidad que se presentan en la producción agrícola con más frecuencia y asegurar la producción sostenible de los cultivos
ORIGEN DE LA SALINIDAD DE LOS SUELOS
El proceso de salinización por la acumulación de sales solubles, que puede ser explicado por dos vías: La primera es natural, ya sea por la cercanía y la altura sobre el nivel del mar, la intemperización y la presencia de sales también son causas primarias de salinidad que se agudizan en condiciones heterogéneas de microtopografía y las propiedades físico-químicas del perfil del suelo, como son: la estructura, la textura, la permeabilidad, la porosidad, la capacidad de retención de humedad y de intercambio catiónico que juegan un papel fundamental en este fenómeno. De ahí que en zonas áridas y semiáridas este factor es predominante, incluso, en sectores con mayores promedios anuales de precipitación, como en los climas trópicos seco y templado seco, el cambio climático ha ocasionado la presencia de períodos secos, los cuales puede incrementar la ocurrencia de procesos de salinización (González, y Ramírez, 1999).
También la salinización puede ocurrir por un proceso antropogénico, comúnmente asociado a sistemas de riego con exceso de sales solubles. Cuando la sal predominante es el cloruro de sodio (NaCl), se llama suelo salino-sódico. En estas dos situaciones, el resultado es la salinización de los suelos que provoca pérdida de fertilidad, afectando la producción de los cultivos (Cabalseta y Cordero, 1991).
EFECTO DE LA SALINIDAD EN LAS PLANTAS
El estrés salino provoca reducción en el desarrollo y en el crecimiento de las plantas porque estas pueden sufrir cuatro tipos de estrés. Además, se plantea que, como resultado de la combinación de estos factores, estos son detallados a continuación:
- Inducción de estrés hídrico.
- Toxicidad ion específica, debido la alta concentración de sodio y cloruro.
- Desbalance nutricional, debido a los altos niveles de sodio y cloruro que reducen la captación de K+ , NO- , PO4 3- etc. 4. Incremento de la producción de especies reactivas de oxigeno que dañan las macromoléculas
- Incremento de la producción de especies reactivas de oxigeno que dañan las macromoléculas (Lamz y González, 2013).
En conjunto, estos factores disminuyen la tasa fotosintética, causan cambios en la arquitectura de la raíz, provocan clorosis y necrosis de: hojas, tallos, flores y frutos. Por otro lado, reducen la absorción e inducen el flujo masivo de agua y de iones de las células vegetales. En general, se reduce el crecimiento y rendimiento de la planta, dando lugar a la muerte de la misma (Munns y Tester, 2008).
La concentración de sales en los suelos salinos, tienen un efecto osmótico sobre las plantas, provocando una succión similar al efecto que causa un suelo cuando se está secando; es decir, que un suelo salino tiende a succionar el agua de la planta y las raíces de la planta responden a la succión osmótica de la solución del suelo (Cabalseta y Cordero, 1991).
MECANISMOS INVOLUCRADOS EN LA TOLERANCIA A LA SALINIDAD
Los diferentes tipos de plantas pueden ser clasificadas como halófitas (tolerantes a la sal) o glicófitas (sensibles a sal), según su capacidad de crecer en ambientes salinos (Flowers y Colmer, 2008). Las plantas halófitas evolucionaron con una serie de adaptaciones que les permiten tolerar altos niveles de sal; por esta razón, generalmente son utilizadas como modelo en estudio para la identificación de mecanismos de tolerancia (Shabala, 2013). lamentablemente, la mayoría de las plantas cultivables son glicófitas y no pueden desarrollarse con altos niveles de sales (Zhang y Shi, 2013). Sin embargo, esto no quiere decir que carezcan o puedan desarrollar mecanismos de tolerancia a este factor abiótico.
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