EL VALEMADRISMO DEL MEXICANO.

EL VALEMADRISMO DEL MEXICANO

No podemos generalizar al hablar del mexicano. Lo que nos caracteriza viene desde mucho tiempo atrás, desde nuestras raíces y diferentes culturas. Lo único que se puede decir es que somos muy fuertes como mexicanos, como país. Nosotros podemos hablar de México pero jamás permitiremos que otros lo hagan.

El mexicano considera que el poder del hombre se manifiesta en el machismo y como representantes de esta hombría son los genitales. Los albures mexicanos son una lucha de sexos, mientras compite le atribuye una feminidad imaginaria, dándose él el papel de muy macho, muy hombre. Esta lucha verbal en la que el perdedor toma el papel de mujer violada y el vencedor de hombre violador, muestra lo que quisiera ser: y un hombre fuerte, seguro y valiente. De lo que vemos que el mexicano tiene una doble personalidad: lo que es y lo que quisiera ser; “lo que es” es cubierto por “lo que quisiera ser”, estas dos personalidades son una compilación entre sí. Esta actitud provoca una percepción falsa de la realidad, por lo que vive con miedo y desconfía de todos a su alrededor.

El mexicano complica las cosas que son fáciles a simple vista. El orgullo impide el perdonar al otro, hace que se pierda el amor. El amor debería ser motivo suficiente para buscar soluciones a problemas, a arreglar lo que se rompió. Siempre se debe considerar a la otra persona y dejar a las terceras personas porque son innecesarias.

Hoy se considera que el matrimonio se debe cuidar como algo preciado, además de que es un paquete de inmensos sentimientos, es una de las cosas mas sagradas que puede obtener una pareja.

Como mexicanos tenemos la capacidad de hacer creer que no nos importa el trato que otros nos dan. En realidad nos importa mucho. Nos importa que nos quieran, que nos valoren, que nos traten como deben.

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