EMPRENDEDURISMO EN HONDURAS
Enviado por Yunior Cruz • 10 de Noviembre de 2019 • Informe • 1.515 Palabras (7 Páginas) • 1.064 Visitas
Universidad Tecnológica De Honduras
Campus S.P.S
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Asignatura: Gerencia de Negocios
Tarea: Emprendedurismo
Master: Johana Mejía Castellón
Alumno: Cesar Yanuel Velásquez Cruz
Cuenta: 201410010644
Fecha: 12/10/2018
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo conocer acerca del emprendedurismo, el cual se da cuando una persona logra su sueño de tener su propio negocio y para ello esta información tratara sobre describir 3 personajes hondureños que son emprendedores. El camino para ser emprendedor no es fácil, se tiene que tener preparación y sobre todo inteligencia para tener muchas ideas y esas ganas de superarse, la educación también es un factor muy importante.
EMPRENDEDURISMO EN HONDURAS
Desde hace algún tiempo se viene manejando la información que en Honduras se fabrican “arneses eléctricos” para carros. Tales accesorios son mercancías necesarias elaboradas en el industrioso parque maquilero de la zona norte de Honduras, con propósitos de exportación. Pero en fecha reciente se ha anunciado la posibilidad de ensamblar y fabricar automóviles, especialmente en la zona sur de Honduras. La noticia es buena desde todo punto de vista, porque coloca al país en un renglón industrial de grandes potencialidades, que a la larga podrían volvernos competitivos.
Sin embargo, es saludable recordar que en los años ochenta de la centuria recién pasada, hubo serios intentos por fabricar los automóviles “Compadre”. Algunos de estos “carritos” exhibieron cierta utilidad en puntos aislados de la capital. El único problema es que carecían de mercado por la fachada exterior de los artefactos. Los carritos marca “Compadre” se parecían, en cierto modo, al “Frankenstein” de la novelística inglesa, porque eran construidos con varios pedazos de otros carros, con envolturas de hojalata de fea calidad. La parte positiva es que aquel era un pequeño esfuerzo emprendedor de los mecánicos catrachos, con lo que se evidenciaban las capacidades de producción y reproducción que poseen varios paisanos, al margen del desánimo que nos inyectamos unos a otros. El hondureño, cuando cobra aliento y da rienda suelta a su imaginación, puede producir grandes ideas o raros artefactos recreativos y mercantiles. No hay que olvidar el “orquestrófono”, musical, inventado por un ciudadano danlidense de finales del siglo diecinueve y comienzos del veinte. Y otros extraños aparatos más o menos recientes que han sido considerados por agencias estadounidenses.
Quizás debamos desechar la idea de fabricar “hardware” y “software” en tanto que las ofertas competitivas se encuentran saturadas en el mercado mundial. Pero ensamblar y fabricar automóviles de relativo bajo precio, es algo que podría alcanzar alguna demanda en los mercados regionales, en donde el poder adquisitivo de la clase media anda “volando bajo”. Sin embargo, es sabido que los profesionistas necesitan vehículos baratos para cubrir, hasta sus trabajos, largas distancias. Y es aquí donde podría localizarse el nicho apropiado para la oferta y la demanda. Desde luego que aludimos, con esto, un futuro de mediano plazo.
El desafío se encuentra a la vuelta de la esquina. Una vez que logremos neutralizar la violencia desaforada, el desempleo y la incertidumbre, las posibilidades económicas expansivas en países como Honduras, son muchas. El hondureño, en un contexto de relativa paz, podría desplegar todas sus capacidades físicas y espirituales en procura del despegue y del desarrollo integral. En las zonas rurales los campesinos pobres habrán de convertirse en campesinos ricos, mediante productos agroindustriales competitivos, sembrados y cosechados bajo sistemas de riego eficiente, con destinos de mercadeo nacional e internacional. En las ciudades se combinarían todos los factores productivos del crecimiento y el desarrollo, habida cuenta de la escolaridad y de los refuerzos infraestructurales.
Pero para alcanzar las cumbres arriba esbozadas, se requiere de una sociedad democrática con menos verticalismo institucional. Con burocracias menos rígidas y más atentas con los usuarios y sus necesidades. El amargor y la verticalidad que se respira en algunas oficinas, desalienta al más dinámico de los emprendedores. La vieja aspiración de la “ventanilla única” de la que hemos hablado en otras oportunidades, para agilizar todos los trámites legales, se encuentra empantanada en la desidia y la indolencia de siempre. Cuando se menciona el “emprendedurismo” debiera pensarse primero en todas las trabas aparentemente legales que existen en Honduras para instalar una simple cafetería, en un país de cafetaleros. La innovación espiritual y el emprendedurismo industrial, solamente son posibles en una sociedad desmarcada de los excesivos formalismos que atentan contra las nuevas generaciones. Especialmente contra los emprendedores de origen humilde.
EMPRENDEDORES QUE LOGRARON SUS METAS
Comenzaron sus negocios en un pequeño rincón de sus casas y gracias a su empeño y la aceptación de sus clientes ahora distribuyen su producto en varias zonas del país.
Marisol Licona, David Alvarado y Norma Pineda son jóvenes emprendedores que hicieron su sueño realidad. Su pasión por el arte los llevó a formar su propio negocio.
Sol-Luna, Detalles con Promesa y Luna Vela forman parte de las 300 mil mipymes del país, que generan más de un millón de empleos.
Los tres microempresarios participaron, la semana anterior, en la Feria del Regalo en Expocentro. Estos hondureños tienen en común la creatividad, la dedicación y los deseos de superación. Su estilo único los ha llevado a alcanzar sus metas.
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