EMPRENDIMIENTO SOCIAL, UNA MIRADA A LA EQUIDAD
Enviado por Sadman Gonzalez • 24 de Julio de 2017 • Documentos de Investigación • 2.089 Palabras (9 Páginas) • 343 Visitas
EMPRENDIMIENTO SOCIAL, UNA MIRADA A LA EQUIDAD
SOCIAL ENTREPRENEURSHIP, A LOOK AT EQUITY
Ignacio Barrios Parejo[1]
William Niebles Núñez[2]
Arnulfo Montenegro Rada[3]
Resumen
Este artículo comprende una revisión teórica acerca del emprendimiento social, entendido como una iniciativa de negocio con o sin fin de lucro, cuyo objetivo es la generación de valor social. Siendo este un campo de investigación reciente y atractivo, el objetivo de esta revisión consiste a su vez en identificar y generar una transformación social real, a partir de la reducción de los índices de pobreza, de la percepción de injusticia entre los ciudadanos y del aumento de la capacidad del país para darle a cada uno de sus ciudadanos lo que se merece en función de sus méritos y condiciones.
Palabras claves: emprendimiento social, valor, índice, capacidad, merito.
ABSTRACT
This article is a theoretical review of social entrepreneurship, understood as a business initiative, profitable or non profitable, whose aim is the generation of social value. Being this a recent and attractive field of research. The main target of this review is to identify and create a real social transformation, starting from a reduction of the poverty indexes, of the perception of injustice among citizens and the increase of the country’s capacity to give to each and every citizen what he deserves according to his merits and conditions.
Key words: social entrepreneurship, value,index,capacity,merit.
INTRODUCCIÓN
Cuando se habla de emprendimiento, suele pensarse en una idea que cambiará al mundo y en consecuencia generará muchos ingresos a alguien, reduciendo así la brecha socioeconómica global. Lo anterior, en un país como Colombia, constituye el común denominador de algunos cuantos, lo cual permite de manera paradójica que los ricos sigan siendo ricos, los pobres sigan siendo pobres y de golpe, si ese emprendedor es de la clase media, pueda sentir que cumplió el sueño de su vida y ahora es exitoso. En este sentido, no se debe olvidar que en los últimos años, Colombia ha sido el tercer país con mayor desigualdad de América Latina después de Honduras y Guatemala, y aunque no ha mostrado una tendencia creciente, aún es persistente este fenómeno [1].
REVISIÓN LITERARIA
En 2013, el DANE en su informe de pobreza y distribución de ingresos en Colombia para el año 2012, indicó que la pobreza monetaria bajó de 34,1% en 2011 a 32,7% en 2012. Por otro lado, en cuanto a la pobreza extrema, para el año 2012 el porcentaje de personas en esta situación fue de 10,4% en comparación con 10,6% en 2011. Al descomponer los porcentajes por zonas urbanas y rurales, las diferencias son notables. En 2012, la pobreza fue de 28,4% en las zonas urbanas y de 46,8% en las rurales. Y para la pobreza extrema, los valores fueron de 6,6% y de 22,8%, según Diego Otero Prada, rector de la Universidad Uniciencia [3].
Desde el año 2007, Colombia viene incorporando en su agenda el tema de innovación social y desde 2010 la innovación social hace parte del Plan Nacional de Desarrollo: «Igualdad de oportunidades para la Prosperidad social», el cual contempla que el crecimiento económico conduce a un desarrollo social y a la igualdad de oportunidades, que se traducen en un bienestar social y mejora las condiciones de vida de la población [4. Sin embargo, pese a los esfuerzos del gobierno y a las alianzas realizadas para favorecer proyectos sociales de emprendimiento que generen una igualdad de oportunidades para la prosperidad social [5], el ciudadano colombiano sigue percibiendo desigualdad, lo cual hace que la distribución de las riquezas del país sea un tema relevante en el diario vivir.
El concepto de igualdad supone que todos tengan paridad de condiciones sin diferencia de sexo, raza, preferencia sexual, estrato social, entre otros, ya que, se entiende como un derecho fundamental de los seres humanos. Mundialmente activistas y ONGs vienen luchan sin descanso [6] por ella. Entonces, ¿de qué manera se puede cerrar la brecha de la distribución de riquezas en Colombia y garantizar la igualdad de oportunidades para todos? El común denominador de las personas sueña con la idea del millón de dólares que les va a permitir salir de una situación que no los hace feliz, adquirir lo que no tienen o mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias, y en Colombia esto no es una excepción, pero en ese anhelo prima el interés particular sobre el general.
Por consiguiente, para ir cerrando las brechas sociales y económicas del país, la sociedad colombiana debe dar un giro y pasar de una visión individualista a una colectiva en la que la equidad juegue un papel importante [7]. En este sentido, hace ya varios años en distintos países, incluido Colombia, se habla del concepto de emprendimiento social, lo cual, de acuerdo con Jaime Alberto Rincón se diferencia del emprendimiento convencional así: “La diferencia entre un emprendedor tradicional y uno social consiste en que el primero crea una necesidad. Por ejemplo, están las empresas de tecnología, que con sus nuevos productos crearon en los consumidores una necesidad y hábitos de consumo que antes no existían” [8]. Mientras tanto, el emprendimiento social va más ligado a suplir una necesidad existente.
Se genera así un modelo en el que las grandes compañías empiezan a darse cuenta que no es suficiente y facturar gigantescos capitales se consolidan entonces en conglomerados que le aportan a las comunidades donde trabajan para generar un impacto social. En la actualidad, existen muchas empresas de emprendimiento social en las diferentes regiones del país que han logrado ser auto sostenibles [9], probando así que se pueden impulsar cambios sociales y generar utilidades, al potenciar las capacidades humanas de los miles de millones de personas pobres en el mundo.
Lo anterior ha posibilitado que cada vez más empresas del sector privado generen estrategias de mercado para los sectores pobres del país, y para generar negocios inclusivos dentro de las mismas, fomentando la responsabilidad social empresarial. Precisamente, Sergio Mauricio Rengifo, coordinador nacional de negocios inclusivos CECODES, define los negocios inclusivos como “una iniciativa empresarial que contribuye de manera sostenible a la superación de la pobreza a través de la incorporación de ciudadanos o comunidades menos favorecidas a la cadena de valor mediante una participación activa y equitativa, donde ambas partes generen ganancias que les permita a los ciudadanos o comunidades vulnerables mejorar su calidad de vida y a la empresa generar además de buena imagen, utilidades.” [10]. Rengifo también precisa que el modelo de negocios inclusivos tiene dos focos puntuales de interacción con la población para minimizar los riesgos de fracaso. En primer lugar, como consumidores, la empresa pone en el mercado productos y servicios de calidad que satisfacen las necesidades de personas de bajos recursos a precios accesibles [11]. En segundo lugar, como proveedores o distribuidores, las personas de escasos recursos se convierten en socios empresariales, proveedores o distribuidores. de modo que al incorporar pequeños empresarios locales en su cadena de valor, las grandes empresas crean empleo y aceleran la transferencia de habilidades [12].
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