EMPRENDIMIENTOS SOCIALES

La mejor lotería que pueda llegar a uno, es saber para qué ha venido a este mundo.

Todos los años se lleva a cabo la competencia de natación de aguas abiertas en el estrecho de Tiquina que se encuentra en el lago más alto del mundo (5.050 msnm), el lago Titicaca. Este es un evento al que he deseado asistir desde hace tiempo, es así que este año tomé finalmente la decisión y acompañado de mi entrenador inicié la preparación.

Cuando llegó el día de la competencia, no dude en zambullirme al lago para iniciar la travesía, transcurridos los primeros 15 minutos, la euforia del momento se fue transformando en un denso estado de ánimo, todo parecía estar mal, me faltaba la respiración, las bajas temperaturas ocasionaron la pérdida del sentido de orientación, las olas , cerca de los dos metros de altura, impedían un avance efectivo, el agotamiento era extremo, por debajo mío 75 mts de agua antes de tocar fondo, al frente 800 mts faltantes para llegar a la orilla, detrás mío una distancia similar, me encontraba literalmente en medio de la nada afrontando un momento que me estaba convirtiendo rápidamente en presa del pánico, volqué la mirada a la línea de partida con la esperanza de pedir ayuda y ví a las personas alejarse de la orilla, al otro lado, en la orilla la de llegada, observé a los espectadores pendientes del arribo de los concursantes, es difícil explicar que se siente en ese momento, son fuertes sentimientos de soledad, de impotencia, de frustración.

He compartido con ustedes esta experiencia, porque encuentro una estrecha relación con lo que sucede hoy en día en el ámbito del emprendedurismo social y en ese marco procuraré hacer algunas reflexiones utilizando la vivencia que acabo de describir.

I. Me parece que los promotores de emprendimientos sociales (yo me considero uno de ellos), tienen una actitud similar a la del entrenador de natación, nos concentramos en el análisis, el diagnóstico, el plan de negocios, las metodologías, los talleres, en fin utilizamos todo cuanto podemos de ciencia y arte, con un solo propósito, motivar a las personas a la creación de empresas que mejoren las condiciones de vida de los más necesitados, realizamos todo este esfuerzo y ponemos el máximo de voluntad, pero a pesar de todo el trabajo empeñado, olvidamos tomar en cuenta que el ambiente donde practicamos es diferente al ambiente donde actuamos, en la experiencia narrada aprendí que nadar en piscina de 50 mts de largo y 1 Mts de profundidad a 22 grados de temperatura, es muy diferente a las condiciones extremas de un lago de miles de kilómetros cuadrados, pareciera elemental, pero es frecuente incurrir en este error.

II. En muchas oportunidades he escuchado a los emprendedores comentar sobre el placer y la alegría que sienten cuando el negocio finalmente se pone en marcha, muchos de nosotros los promotores

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