ENSAYO CONTEXTOS DE ENCIERRO
Enviado por fmc228 • 2 de Noviembre de 2014 • 1.944 Palabras (8 Páginas) • 982 Visitas
ENSAYO CONTEXTOS DE ENCIERRO
LA RESOCIALIZACION EN LAS CARCELES DESDE UNA MIRADA JOVEN.
Con el siguiente trabajo pretendo abordar la situación de resocialización o rehabilitación al sujeto a través de la educación, desde una mirada joven en el sentido que tan solo llevo trabajando en esta modalidad 3 (tres) meses, Por lo tanto mi observación puede ser superficial.
Cuando me propuse escribir sobre el sujeto educativo en contextos de encierro, y su resocialización como una problemática, pensé en el primer día de trabajo con un miedo impresionante, con diversos interrogantes y por sobre todo el responder a ciertos interrogantes que me llamaron la atención ¿Usted nos tiene miedo? _Mire que acá hay chorros, asesinos, violadores, acá hay de todo. Profe. ¿Qué dice la gente de nosotros? _ no nos quieren verdad. ¿Qué opina usted de nosotros? ¿Nos tiene miedo? _Muchos profesores vienen una semana dos como mucho y renuncian no les da el bocho para estar encerrados. La respuesta que di fue que yo no soy nadie para juzgarlos, que no dependo del ministerio de justicia ni soy nadie, que no me interesa lo que hicieron, que yo vengo a enseñar.
Hoy me doy cuenta que al cabo de un tiempo dichos interrogantes, tiene una respuesta solita y contundente “es mi vocación”. Desde el primer día no estuve equivocado en su momento el haber pensado en la negativa de su juzgamiento o que la misma sociedad tiene, se puede contrastar la realidad misma. Tomando unas palabras del Prof. Alberto Estanislao Sileoni, “los alumnos y alumnas de escuelas en contexto de encierro, capaces de hallar en la educación y la cultura verdaderas puertas de salida hacia la calle y hacia la vida” son las que confirman mi afirmación.
Constantemente he venido desarrollando y construyendo una idea más clara sobre el sujeto que está en la cárcel sus intereses sus pensamientos e ideologías que se tienen de la misma vida que es única y la viven a diario en su mundo del cual nosotros los docentes nos encontramos insertos. Por consiguiente voy a tomar fragmentos del modulo 2 “Derechos y sistema penal” la dimensión jurídica de las practicas educativas en contextos de encierro. Pág. 23 para explicar si las cárceles pueden resocializar o rehabilitar y cómo actúa la educación, ¿Existe un compromiso o se desvirtúa de la situación?
“La primera regla de toda institución es la de poner orden y esto implica imponer ciertas condiciones. Estas instituciones trabajan con grandes números de personas, deben lograr en ellas cierta homogeneidad, deben poder manejarlas y administrarlas en plural, colectiva e individualmente. Para ello hay un proceso de despersonalización en que el interno es despojado de su identidad anterior. Se lo clasifica dentro de cierto grupo, cambia su apariencia, se le ordena cierta forma de actuar y de comportarse, y, casi siempre su nombre es suplantado por un apodo. Se lo separa de su entorno, de su pasado y se lo desculturaliza”
Históricamente desde el sistema penal se ha establecido que las cárceles nunca podrán resocializar porque es algo utópico. También se estableció que la intención no es volver al sujeto más apto como ser, sino una persona apta para el mercado del trabajo.
Ahora bien: ¿Puede un docente de contextos de encierro, pensar que sus educandos no tienen posibilidad de cambio? ¿Qué sentido tiene la acción de enseñanza orientada a un sujeto que de antemano es denigrado y subestimado?
Preguntas muy simples de responder, desde mi simple experiencia como docente el interno busca una identidad, el saber quién es, su lugar dentro del pabellón, dentro de las aulas y dentro de la misma sociedad, cuestiones que solamente ellos saben expresar y demostrar en el día a día, en clases, en el trabajo, desarrollado con mucho entusiasmo y esfuerzo; si bien existen las etiquetas esta por sobre todo el apellido algo estrictamente sagrado que lo distingue de los demás. Sin embargo este ser humano tiene valores y actitudes que le ayudan a construir su identidad mediante los sentimientos, la razón, reconoce al “otro” distinto a él, como a alguien que le importa, que no es diferente a los demás, por lo tanto va construyendo su identidad según actitudes solidarias, justas, respetuosas, democráticas, que él considera propias de su mundo. Seguramente se preguntaran ¿Y qué tiene que ver el docente en todo esto? Pues mucho, y yo diría que bastante, es aquí donde el rol del docente juega un papel fundamental, ya que implica desnaturalizar y criticar los consensos aparentes, cambiar las propias opiniones, desarrollar la tolerancia, dialogar sin eliminar las diferencias, respetar el derecho de disentir, ser capaz de negociar, reconocer momentos y tiempos para distintas acciones. En definitiva ser el líder de la manada, quien los guiara.
Por otro lado la escuela en contextos de privación de la libertad opera a modo de una institución dentro de otra y supone conjugar prácticas y marcos normativos entre el sistema penitenciario y el sistema educativo con lógicas diferentes, tarea que en la práctica es muy complicado de llevar. El sistema penitenciario posee normas muy rígidas y una estructura “castrense - militar” donde es muy difícil de penetrar y es allí donde la escuela, con sus propias reglas tiene que funcionar. En muchas oportunidades el choque se produce porque cada una de las instituciones sigue rituales legitimados por las normas y naturalizados por el propio ejercicio, en un esquema de relaciones de poder asumido por las propias personas que cumplen su rol dentro de la institución a la que pertenecen.
La escuela en este contexto está implicada por la institución cárcel con la cual convive, y de la cual aún no ha podido separarse. De esta forma la lógica organizacional de la cárcel se superpone a la escolar, imponiendo parte de sus prácticas por sobre las de la escuela.
Poder articular la institución
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