ENTREVISTA A HIPÓLITO MORA, LIDER DE AUTODEFENSAS DE LA RUANA
Enviado por ChristianMM11 • 7 de Octubre de 2015 • Informe • 1.069 Palabras (5 Páginas) • 100 Visitas
ENTREVISTA A HIPÓLITO MORA, LIDER DE AUTODEFENSAS DE LA RUANA
CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 17, 2014. Debido a la ausencia de gobierno en la comunidad de La Ruana, habitantes formaron el movimiento de las autodefensas para evitar que La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios siguieran atentando contra ellos.
En entrevista con Adela Micha, Hipólito Mora, líder de las autodefensas de la comunidad de La Ruana, narró la violencia que vivía en la comunidad donde incluso, la policía estaba a las órdenes de Los Caballeros Templarios.
"Hace 10 años, más o menos llegó la Familia Michoacana aquí, o 12 años. Al principio no se metían con los ciudadanos, pero después se les ocurrió las famosas cuotas", dijo Mora.
El líder narró que si alguien iba hablando por teléfono, se le olvidaba e iba llegando a un tope y lo brincaba sin disminuir la velocidad, "lo jalaban", como dicen ellos y les cobraban 2 mil o 2 mil 500 pesos.
"Si alguien se peleaba con su esposa, les llegaban a poner tablazos a los dos y aparte de eso, son 10 mil pesos por haber peleado y si peleas otra tranquiza y subía la multa. Si algún ejidatario tenía problemas con su parcela o una zanja o algo, ya no iban con las autoridades, iban con ellos, con el jefe de plaza. Le decían, sabes qué este me borró la zanja, que esto que el otro, no pues las cosas son aquí así y ellos decidían", dijo Hipólito.
El líder afirmó que había multa por todo.
"Estábamos aguantando, a mí me daba mucho coraje de ver lo que hacían. Si alguien tiraba unos balazos, le cobraba, 20 o 25 mil pesos por unos disparos. El presidente municipal no mandaba en nada aquí en autoridad. El de seguridad aquí en el municipio estaba a las órdenes de ellos, no podía hacer nada sin pedir permiso", dijo.
Mora afirmó que llegó a ver cuando la policía agarraba a alguien y ellos mismos lo entregaban a los Caballeros Templarios.
"Yo los llegué a ver aquí en las calles platicando, dos o tres camionetas llenas de policías con cuatro o cinco de Templarios, mejor armados que la Policía Federal., platicando, fumando un cigarrito o tomándose una cubita o algo. Yo pasaba y lo veía, por cierto lo veían a uno muy feo".
"Nadie decía nada", dijo Mora quién narró algunos de los actos de secuestro en la comunidad.
"Hubo algunas personas que fueron a poner una denuncia, o fue a quejarse más bien con una autoridad y se le hizo fácil de un problema que traía. Fue y dijo los Caballeros Templarios hicieron esto y esto con mis sobrinos, y se vino. A los dos o tres días le llegaron como a las 5 o 6 de la mañana. Le tocan la puerta, sale, se lo llevaron y no sabemos dónde quedó".
Otro caso fue el de un teniente del Ejército de Veracruz que acudió a La Ruana de vacaciones, y en plena senaduría llegaron los Templarios y lo levantaron delante de su esposa y sus niños.
"Todavía uno voltea y en tono burlón dice: No se preocupen, ahorita regresa. Nunca regresó. Al día siguiente, el suegro de ese teniente, le habla al jefe de plaza aquí: Quiero que me regresen a mi yerno, sino los voy a demandar. Al ratito le caen a la casa también al señor y se lo llevaron también. Ya no se podía... ya no se podía" dijo Mora.
Hipólito Mora, siempre se dijo: "Ojalá que no se metan conmigo. Porque conmigo chingan a su madre".
"A mí no me van a levantar, no le hace que me maten, pero me 'quebró' a algunos si puedo. Afortunadamente nunca se metieron.
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