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¿ES EL TRABAJO SOCIAL UNA DISCIPLINA?


Enviado por   •  23 de Agosto de 2013  •  4.439 Palabras (18 Páginas)  •  734 Visitas

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¿ES EL TRABAJO SOCIAL UNA DISCIPLINA?

Lorena Gartner Isaza

lgartner@col2.telecom.com.co

La reflexión acerca de lo específico del trabajo social o de aquello que lo identifica ha adquirido en los últimos años gran preeminencia, ésta puede ser emprendida, por lo menos, a partir de cuatro frentes que si bien se entrecruzan admiten miradas particulares, estos son:

Su objeto de conocimiento y de acción.

Las funciones y los roles profesionales.

Sus dominios metodológicos e instrumentales.

Su eventual estatuto científico en el concierto de las disciplinas sociales.

A continuación se sugerirán algunas consideraciones en torno al último aspecto, es decir, a la relación del trabajo social con las ciencias humanas y sociales. Que, por cierto, es un tema bien debatido y sobre el cual existe una gran polaridad en el colectivo de los trabajadores sociales.

A manera de premisa, se torna obligado hacer explícitos los significados de dos de las categorías centrales a partir de las cuales se intentará producir la argumentación propuesta con la finalidad de lograr algún tipo de entendimiento ante la ausencia de consenso y, por ende, la existencia de una gran variedad de criterios al respecto. Se trata de los conceptos de ciencia y de disciplina.

Aunque el intento por lograr claridad acerca de ellos se constituye en una tarea de hondo calado, de manera muy blanda, para el logro de lo propuesto en este espacio, se entenderá por ciencia : aquel producto de la actividad humana cuya finalidad es la producción de teorías acerca de un campo o región de la realidad con la perspectiva de explicarla y comprenderla, mediante procedimientos sistemáticos y con pretensiones de validez. Y, se entenderá por disciplina: "un cierto cuerpo de conocimientos, de tesis, de datos organizados, en cuanto están siendo sostenidos por una comunidad que cultiva ese mismo cuerpo teórico, instrumental, e informativo como una comunidad científica unidisciplinar" .

Obsérvese entonces que el concepto de disciplina está entrañablemente vinculado con el concepto de ciencia, de ahí que al hacer referencia a las disciplinas humanas y sociales (historia, sociología, antropología, economía, psicología...) se evocará el concepto de ciencia. Ahora bien, estos conceptos -ciencia y disciplina- serán retomados a través de un sucinto recorrido por el trayecto histórico de trabajo social que acá se realizará para entender su naturaleza. En este recuento, que no pretende agotar el tema del trabajo social en su historicidad, se tocarán solamente algunos aspectos que se consideran ilustradores para facilitar la reflexión en torno a su eventual carácter disciplinar y su relación con las ciencias sociales.

El intento de otorgarle cierta sistematicidad a la asistencia social cristiana desarrollada en la edad media, sin rupturas con respecto a su herencia filantrópica, caritativa y voluntarista, y los rudimentarios esfuerzos por desarrollar sistemas de seguridad social en la Europa preindustial orientados a ayudar y a asistir al necesitado, al débil, al desadaptado socialmente, se constituyen en la cuna del proceso de institucionalización del entonces servicio social o asistencia social que años más tarde sería nombrado también como trabajo social.

Este trabajo social, que nace como una forma de ACCIÓN SOCIAL, se remonta al siglo XVI, cuando la madre de las ciencias sociales, la sociología, aún no había llegado a este mundo mundo. Para referenciar esta etapa, son familiares para todos la Organización Social de la Caridad, la Ley de Pobres, Juan Luis Vives y San Vicente de Paul, entre otros, que proponen un esbozo de técnica operativa para el trabajo filantrópico.

Para finales del siglo XIX, primero en Europa y luego en Estados Unidos, se da inicio a las primeras actividades de entrenamiento, que marcan el inicio de la profesionalización de la asistencia social, cuyo interés se orientaba básicamente al desarrollo de procesos de aprendizaje para tratar a la gente, comprender las condiciones en que vivía, los medios que podían emplearse para mejorarlas y conocer los diversos organismos dedicados a la asistencia .. Para ese entonces, aún no se observa una clara comunicación con la joven sociología de corte positivista inaugurada por Augusto Comte. La motivación se centra, por tanto, en el HACER; podría asimilarse a una labor artesanal, cuyo objetivo es el manejo de una técnica que permita obtener unos resultados deseados.

1917 marca el comienzo de lo que se denomina trabajo social de casos al amparo del modelo diagnóstico que propone Mery Richmond, el cual se estructura a partir de la influencia psicoanalítica de corte freudiano. Esta autora se da a la tarea de referenciar la intervención del trabajo socia a la luz de las teorías psicológicas. Es entonces el primer esfuerzo por ofrecer piso teórico a lo que ella define como "aquellos procedimientos que desarrollan la personalidad mediante ajustes efectuados conscientemente, individuo por individúo, entre el hombre y el medio social en el que vive" .

El trabajo social de casos se psicologiza y desde la adopción de categorías tomadas de las teorías psicoanalíticas originadas por Sigmond Freud y Otto Rank, aparecen respectivamente la escuela diagnóstica o modelo clínico operativo y la escuela funcional o modelo de crisis. Posteriormente, surgen el modelo socio-conductista apoyado en el psicología del comportamiento fundada por John Watson, el modelo de comunicación interacción apoyado en la terapia familiar y, finalmente, la psicoterapia centrada en el cliente basada en los trabajos del Carl Rogers. A partir de dichos referentes teóricos procedentes de la psicología, desde el trabajo social se producen propuestas de tipo operativo; descollan en esta labor: Mery Richmond, Gordon Hamilton, Patricia Kane, Helen Perlman, Virginia Robinson, Edwin Thomas, y otros.

Aunque desde el siglo XIX ya se avizoraban bondades a la acción grupal, solamente a partir de 1936 se considera como una rama del trabajo social entendido como método y como campo de acción con propósitos correctivos, preventivos, recreativos, educativos y promocionales. Y, en 1943, se le otorga el respectivo reconocimiento a lo que se denominó el método de organización de la comunidad.

En lo corrido de la presente centuria, este proceso que va del individuo a la colectividad se explica por coyunturas socio-económicas y políticas, y por razones epistémicas, es decir, por la creciente incorporación de categorías sociológicas que permiten observar los problemas sociales y humanos en

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