Educacion superior en Chile

Bibliografía

Espinoza, O. (2017). Privatización de la educación superior en Chile: consecuencias y lecciones aprendidas. EccoS Revista Científica.

Espinoza, O., & González, L. (2015). Equidad en el Sistema de Educación Superior en Chile.

La constante presencia de la educación superior en Chile dentro de los debates más relevantes, en donde las discusiones se centran sobre su papel dentro de la sociedad Chilena y como esta se ha desarrollado desde la constitución de 1980 hasta nuestros días.

La evolución de la cual ha sido parte la educación superior Chilena y como se nos presenta hoy en día, se debe en gran medida a la reforma impulsada en la dictadura en Augusto Pinochet  en los años 80 en donde “la educación superior comenzó a considerarse más como un subsector de la economía que como parte de una política social” (Espinoza, 2017). Es así como dentro de este esquema de libre mercado impulsado por el régimen militar, el repentino advenimiento de la privatización en la educación no se hizo esperar. El estado ya no proporcionaba financiamiento como lo hacía antes del régimen, sino que esto fue más restrictivo, con el objetivo de ampliar la privatización de este sector según los términos neoliberales; el quitar espacio dentro de la economía al estado. La visión de los “Chicago Boys” se ve reflejada también en el nuevo sistema de “autofinanciamiento institucional” (Espinoza, 2017), en donde los costos de la educación pasan directamente a ser financiado por los estudiantes y sus familias. Otro impacto casi inmediato de la liberalización de la educación es el surgimiento de los nuevos actores privados que proporcionan al estudiantado la educación terciaria, estos son los institutos profesionales (IPs), los centros de formación técnica (CFTs) y las universidades privadas no tradicionales (Espinoza, 2017).

Este panorama provoco un gran crecimiento en las matrículas y en la cantidad de instituciones participantes de la educación superior, esta mayor oferta privada fue quien concentro las matrículas y amplio la cobertura de la educación, en el rango etario entre 18 – 24 años, la cual “pasó de un 8% a un 46% en el período 1980-2013” (Espinoza & González, 2015) , es decir, el acceso a la educación superior respecto a los jóvenes ha mejorado, pero esto no refleja la calidad de la educación otorgada ni el nivel de endeudamiento al cual han estado inmersos los estudiantes más vulnerables para poder acceder a la educación superior, a menos que estén dentro del sistema de gratuidad (la cual no abarca a todos los estudiantes).

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