El Cambio Climatico En Colombia
Enviado por maryuryv2 • 29 de Mayo de 2013 • 2.129 Palabras (9 Páginas) • 481 Visitas
EL CAMBIO CLIMÁTICO EN COLOMBIA
Aunque los cambios climáticos han sido una constante en la historia de la Tierra, el que estamos viviendo ha sido atribuido a la actividad del hombre. Y existen evidencias de que está afectando a Colombia, particularmente desde la segunda mitad del siglo veinte. Se ha demostrado un incremento de la temperatura media anual del aire a un ritmo de 0,1 a 0,2 grados centígrados por década. Las precipitaciones han variado: en unas zonas aumenta y en otras disminuye en un rango que oscila entre el –4 y el +6 por ciento por década. Desde hace varios decenios los nevados experimentan una pérdida considerable de su masa de hielo, y ya varios nevados colombianos se extinguieron durante el siglo pasado. En las costas el nivel del mar ha aumentado a razón de dos milímetros por año. Y en materia de salud humana el dengue ha encontrado ambientes propicios para su proliferación donde antes no existía.
Nevado del Ruiz: EL refugio en los años 80
El clima
Según los estudios sobre el clima en estaciones meteorológicas de todo el territorio nacional, hay una tendencia al incremento de las precipitaciones en lugares como Santa Marta, Medellín, Quibdó, Puerto Carreño y Neiva, mientras que en el suroccidente han disminuido, por ejemplo en zonas de la cordillera Oriental (Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta) y en la isla de San Andrés. El aumento de precipitaciones es de alta intensidad (aguaceros y tormentas).
En cuanto a la temperatura, hay una propensión al aumento de las máximas y las mínimas, lo que quiere decir que tanto las noches como los días son más calientes.
En el altiplano cundiboyacense tienden a disminuir los períodos fríos o heladas en las horas de la noche y de la madrugada. Las últimas heladas del altiplano corresponden más a efectos del fenómeno de “El Niño”.
Los nevados
Durante el siglo pasado se extinguieron ocho nevados colombianos: Puracé (1940), Sotará (1948), Galeras (1948), Chiles (1950), Pan de Azúcar (1960), Quindío (1960), Cisne (1960), Cumbal (1985).
Los seis nevados actuales (Ruiz, Santa Isabel, Tolima, Huila, Sierra Nevada de El Cocuy y Sierra Nevada de Santa Marta) presentan un derretimiento constante muy marcado en las últimas décadas. Esta pérdida se asocia con el aumento térmico global, resultado a su vez de la acumulación de gases de efecto invernadero. De hecho, Colombia ha perdido en el último medio siglo el cincuenta por ciento de su área glaciar. Cabe recordar que en el Ruiz se llevaron a cabo campeonatos suramericanos de esquí hasta 1958.
Nevado del Ruiz: EL refugio en 2007
De las décadas de 1940 a 1980 las pérdidas de área fueron de uno por ciento anual, mientras que hoy son de dos a tres por ciento. A este ritmo, en dos o tres décadas tendrá Colombia muy poca cobertura de nieve. Es como mantener un grifo de agua abierto. Y el problema será más grave cuando exista un área mínima de nevados y las poblaciones de alta montaña se afecten por la disminución del caudal de los ríos. Y además será una gran pérdida no ver en nuestras cumbres montañosas tan hermoso y único paisaje, ya que culturalmente está muy arraigada la idea de la montaña nevada.
Los glaciares son excelentes indicadores de cambio climático por su rápida y fiel respuesta a las alteraciones de la atmósfera, y los glaciares ecuatoriales como los de Colombia representan un ecosistema único por su rareza y dinámica.
Junto con los nevados, los páramos son también vulnerables a los cambios climáticos, y se prevé una pérdida de la regulación hídrica de alta montaña. Las lagunas pequeñas de páramo, propias de ese ecosistema, tienden a desaparecer. El aumento térmico está causando, desde hace algunas décadas, que el páramo no sea tan frío y por lo tanto resulte apetecido para las labores agrícolas, con la consecuente ampliación de la frontera agrícola.
El nivel del mar
Hay evidencias claras de un ascenso lento pero progresivo del nivel del mar desde finales del siglo pasado, a razón de aproximadamente dos milímetros por año. Este proceso representa una amenaza para las costas y las islas colombianas por la posible inundación de zonas bajas y la erosión y el retroceso de las playas, entre otros impactos.
Estudios recientes muestran que en los próximos cien años en los litorales colombianos es posible la inundación permanente de casi 5.000 kilómetros cuadrados de costas bajas, así como el encharcamiento fuerte o el total anegamiento de 5.100 kilómetros cuadrados. En estas áreas se verán principalmente afectadas las playas y las marismas de mangle, tanto por la erosión como por la inundación marina. Se afectarán aproximadamente 1,4 millones de personas, las actividades económicas y la infraestructura vital de las costas.
En el litoral caribe colombiano se evidencia un retroceso generalizado de la línea de costa, atribuible en la mayoría de los casos al avance del mar por el ascenso de nivel, representado en erosión de playas y socavación principalmente. En el litoral del Pacífico, y en particular en los extensos acantilados de la costa del Chocó, ocurren actualmente procesos de erosión de playas y manglares.
El ascenso del nivel del mar puede causar la inundación de planicies y pantanos costeros y el represamiento del drenaje natural y artificial, y esto significará el aumento del nivel en las marismas asociadas a las ciénagas costeras,
en algunas de la cuales se han levantado barrios marginales que serían inundados, como en Cartagena, Turbo, Buenaventura, Satinga y Tumaco. También ocurriría el represamiento del sistema de alcantarillado, construido al nivel del mar actual, que provocaría graves problemas de salubridad para las poblaciones.
En las playas el ascenso del mar las destruirá paulatinamente, como hoy ocurre en Puerto Colombia y Salahonda; otras se reducirán y retrocederán hacia tierra adentro, como sucede ya en los departamentos de Bolívar, Sucre, Atlántico y Chocó.
Los sistemas coralinos, como los de las islas del Rosario y San Bernardo, pueden perder sus funciones ecológicas y hasta ser destruidos si aumenta su deterioro por la continua explotación de las formaciones de arrecifes y la contaminación de las aguas locales por residuos industriales y urbanos, como en las islas del Rosario por los sedimentos arrojados por el Canal del Dique. La zona insular del archipiélago de San Andrés y Providencia, con su extenso arrecife coralino, podría sufrir notables impactos por el cambio climático. Uno de ellos, la inundación por el ascenso del nivel del mar, puede representar el anegamiento del 10,1 por ciento de la isla de San Andrés y del 3,8 por ciento de Providencia y
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