El Científico Y El Político Resumen

Weber en su libro, primeramente nos habla de la política como vocación, en donde trata de conceptualizar este término. Nos dice que por política sólo se puede entender como la dirección o la influencia sobre la dirección de una asociación política, es decir, el Estado. En pocas palabras la dirección o postura de la que se encarga el Estado representa, para Weber, a la política. Él mismo define al Estado como una comunidad que se rige con base en la relación de dominación de hombres sobre hombres. Los dominados acatan la autoridad impuesta por los que dominan.

Weber también menciona tres tipos de justificaciones internas que fundamentan la legitimidad de una dominación. En primer lugar se encuentra la llamada legitimidad del “eterno ayer”, es decir, la de índole tradicional. En segundo término se encuentra la autoridad carismática, la cual se refiere a la entrega, la confianza y actitud personal que muestra cualidades de mando, las cuales sólo posee un caudillo, héroe, etc. Por último, la legitimidad basada en la legalidad, la cual se enfoca en la validez de los preceptos legales y la competencia objetiva específicamente en ciertas normas o leyes creadas para una obediencia.

Según Weber existen diferentes políticos, los políticos que tienen vocación y los políticos que viven de la política. Nos dice que existen tres cualidades decisivamente importantes para el político; pasión, sentido de la responsabilidad y la mesura. Cuando nos habla de pasión se refiere al sentimiento de entrega apasionada a una causa, sin embargo también nos menciona que la mera pasión no convierte a un hombre en político sino que está al servicio de una causa que está dirigido por la mesura que hace cumplir responsablemente con esa causa, de ahí se desprende la falta de responsabilidad que lo lleva a gozar el poder por el simple hecho de ser eso, sin tomar en cuenta su finalidad y objetivos.

La segunda parte del texto de Weber se enfoca en la vocación científica, la cual divide en las dos vertientes siguientes: el ser dueño del saber y el poder compartirlo como un buen profesor. Weber explica que estas diferenciaciones no están obligadas a relacionarse, se refiere a ellas más bien como cualidades en potencia de desarrollo.

Weber plantea que la vocación científica está condicionada porque la ciencia requiere de especialización, es decir, tiene la necesidad de actualizarse constantemente. También cree que la pasión es un elemento fundamental para la vocación científica. Sin pasión la ciencia no tendría sentido, sin embargo no hay que confundir la pasión con la razón para llegar al resultado deseado. Finalmente, para Weber, todo aquel que se encuentra comprometido con la ciencia, está al servicio de una causa, la cual implica un deber científico que pretende un cuestionamiento innovador, que al mismo tiempo, ha de ser superado por nuevas interpretaciones y descubrimientos que

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