El Circulo De Francisco Flores
Enviado por Guesk47 • 15 de Agosto de 2014 • 2.269 Palabras (10 Páginas) • 407 Visitas
El Círculo de Francisco Flores, brazo político del G20 salvadoreño
Los principales hombres de confianza del ex presidente Francisco Flores han sido colocados estratégicamente en las más altas jerarquías de las gremiales empresariales. Y son los voceros opositores al gobierno, de acuerdo con varios analistas.
Última actualización: 16 DE OCTUBRE DE 2013 05:10 | por Redacción de Diario La Página
Un grupo de millonarios salvadoreños —conocido como el G20— y el ex presidente Francisco Flores tienen una alianza que ha derivado en un centro de poder donde se toman las grandes decisiones y se controla a gremiales, tanques de pensamiento y un partido político, ARENA.
Flores ha generado un círculo íntimo que está compuesto por gente de su confianza desde que era mandatario y que hoy dirigen entidades empresariales y son poderosos voceros en la política nacional.
Detrás de ellos como soporte financiero está el G20 y, como nexo natural, el mismo Flores. Esto de acuerdo con varios analistas que, incluso, perciben que tal simbiosis se hace cada vez más poderosa.
El pacto entre el G20 y el Círculo nació cuando Francisco Flores llegó a la presidencia en 1999 y comenzó su plan de privatizaciones (Pensiones, Puerto La Unión, telefonía, minería verde, prisiones, servicios de salud y generación de energía eléctrica, entre otras), dicen varios analistas.
Durante su mandato, por ejemplo, se dio permiso a la empresa Pacific Rim para iniciar estudios y extraer oro, y se firmó un contrato con la italiana Enel para que, tras inversiones en LaGeo, se quedara con la mayoría de acciones de la explotación geotérmica.
La idea, según expertos en política como el investigador Geovani Galeas, era que empresarios del G20 fueran los socios locales de esos inversionistas extranjeros. De ahí la necesidad de tener cerca a Flores.
De las empresas al partido
El concordato de Flores con los millonarios fue más allá del aspecto económico. Siendo presidente de la República los llevó a dirigir el partido ARENA. Fue así como en 2002 ingresaron a la cúpula arenera figuras como: Archie Baldocchi, Roberto Murray Meza, Roberto Palomo, Ricardo Poma, Ricardo Sagrera, Carlos Enrique Araujo Eserski y Guillermo Sol Bang.
Esta llegada de los multimillonarios a la dirigencia de ARENA trajo aplausos y críticas. Un reportaje de El Diario de Hoy de esa época reseña: “Esto hace pensar que el arribo de Ricardo Poma (y otros empresarios) a la dirigencia del partido tricolor no necesariamente es obra del destino. La llegada y ascenso de prominentes empresarios sobre la figura de fundadores areneros sugiere en algunos inquietudes y en otros sólo una confirmación de que son ellos los que en realidad siempre han tenido la manija del partido y ahora prefieren dar la cara”.
Por mala fortuna, las elecciones de alcaldes y diputados de 2003 fueron un fracaso y se tildó como culpables a Flores y al Coena de los millonarios. Un Coena que había ocasionado que la fundadora Gloria Salguero Gross se marchara del partido aduciendo que ARENA se había vuelto una S.A. de C.V. porque había sido tomado por el gran capital.
Otra nota de El Diario de Hoy, posterior a esa derrota, dice: “Flores está, desde el domingo, contra la pared. El mandatario es, sin duda, el hombre más influyente de su partido. Eso le permitió construir, en los últimos años, un COENA tallado con atrevimiento: llevó a los puestos más importantes a un grupo de los más relevantes empresarios del país.
“Para que eso ocurriera, Francisco Flores debió desplazar, como si se tratase de cumplir una ley de la física, a algunos de los políticos de su partido.
“Eso permitió que los empresarios reemplazaran a los políticos que tradicionalmente manejaron ese partido.
“Pero, eso provocó que muchos dirigentes históricos no sólo se sintieran desplazados por las decisiones de Flores. Algunos también acumularon rencores.
“Ahora, algunos de los reemplazados quieren volver. Opinan que fue un error instalar empresarios en el COENA. Creen que eso provocó alguna dosis de impericia en el manejo de los asuntos electorales”.
Se funda el grupo de lobby
Cuando Flores salió del poder, en 2004, dejó en marcha varios procesos de inversión privatizadora a la espera que el entrante Presidente, Elías Antonio Saca, diera continuidad a tales negocios.
Eso no sucedió y, en vez de ello, Saca se dedicó a poner en el Coena a su gente de confianza y a armar estructuras departamentales que le rindieran total obediencia.
Mientras esto ocurría, el ex presidente Francisco Flores creó una Fundación que se llama Instituto América Libre, donde colocó a sus principales hombres de confianza: ahí entraron Juan José Daboub (su ministro de Hacienda y jefe de gabinete), José Ángel Quirós (su ministro de Obras Públicas), Francisco Bertrand Galindo (su ministro de gobernación, y miembro del Coena), el empresario Miguel Ángel Simán, Rafael Barraza y Arnoldo Jiménez, entre otros.
Desde América Libre, Flores y su círculo de lealtad comenzaron a hacer fuerte lobby en el exterior teniendo al ex presidente como la voz más fuerte ante los clientes, y a un excelente operador político: Juan José Daboub, quien pasó a ser parte del directorio del Banco Mundial.
Se unieron al trabajo de lobby otras figuras como Miguel Lacayo (exministro de Economía), Manuel Enrique Hinds (exministro de Hacienda de la época Calderón Sol, 1994-99) y el entonces embajador en EE.UU. René León, de acuerdo con información que manejan diversos analistas.
Una nueva estrategia
Con este poderoso equipo, Flores y sus padrinos del G20 comenzaron a consolidar un clan que adoptara como propias las grandes decisiones económicas y políticas y fuera protagonista ante la opinión pública. Una corporación leal que después capitaneara las gremiales salvadoreñas.
Con la desilusión de Saca en el gobierno y la posterior llegada del FMLN al Poder Ejecutivo, el Círculo de Flores tomó una nueva determinación: había que “tomarse” las gremiales y al partido ARENA para mantener un control que sirviera de contrapeso al FMLN y al gobierno del Presidente Mauricio Funes.
De entrada, expulsaron a Saca de ARENA y, en su lugar, pusieron a uno de los hombres de máxima confianza del empresario Ricardo Poma (miembro del G20), el gerente general de Excel Automotriz, Jorge Velado.
En el engranaje internacional se dejó siempre a Juan José Daboub y se conquistó a su asistente, Mary Anastasia O’Grady, para que escribiera artículos de opinión en favor de las privatizaciones de la energía geotérmica y de la minería verde en el periódico The Wall Street Journal. Y que firmara punzantes críticas al gobierno y al ex presidente
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