El Desarrollo Social, un modelo alternativo para un buen vivir en las comunidades locales

Artículo de opinión

El Desarrollo Social, un modelo alternativo para un buen vivir en las comunidades locales.

Por: Luis Eradio Toro.

     Colombia es uno de los países latinoamericanos que ha estado influenciado por las concepciones económicas dominantes del desarrollo basadas en el modernismo y la globalización impuestas por el modelo neoliberal durante las últimas cuatro décadas.

     Aunque la aplicación de estos modelos han generado crecimiento económico representado en mayores ingresos, expansión productiva y se han multiplicado las exportaciones, en el sentido contrario también se ha agravado la pobreza en los sectores populares, aumento del subempleo en una gran porcentaje de la población colombiana económicamente activa, agravamiento de déficits sociales (vivienda, salud, alimentación, educación), afectación ambiental y crecimiento de la deuda. Esto se refleja en las crisis a nivel político, social, económico y social que hoy en día se presentan en varios países de América Latina.

Por ello se hace necesario un enfoque diferente como el que se propone con el "Desarrollo  Social" como fruto del Trabajo Comunitario orientado hacia la satisfacción de las necesidades humanas, generar una creciente autodependencia y promover una articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los comportamientos globales con los locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía.

     Actualmente se requiere una práctica democrática más directa y participativa, desde abajo hacia arriba en donde las personas pasen de ser objetos a ser sujetos participando activamente mediante procesos organizativos.

     En el país existen muchos  ejemplos de comunidades organizadas que a través de la participación comunitaria luchan por sus propias causas, tienen capacidad de soñar, se encuentran con sí mismos y están convencidos que el mejor desarrollo es el de su cultura manteniendo la coherencia consigo misma y relacionada armónicamente con otras culturas.

     Los problemas que cotidianamente enfrentan las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas en aspectos como la educación, alimentación, servicios básicos, vivienda, vías, territorio, identidad cultural en sí afectan lo que se conoce como necesidades existenciales o básicas para un buen vivir acorde a los momentos históricos. Estas situaciones solo pueden ser enfrentadas de manera exitosa si las comunidades hacen acopio no solo de sus saberes ancestrales y su historia de vida, si no también  implementar  proyectos de desarrollo social para dar soluciones a dichas problemáticas. Iniciativas que les permitan  realizar diagnósticos comunitarios participativos donde las comunidades se erijan como sujetos de su propio devenir para lograr así el tratamiento de problemáticas y soluciones que destraben su desarrollo autónomo comunitario.

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