El Dilema

Brown & Williamson es una de las mayores e importantes empresas de la industria tabacalera. Acaban de despedir a uno de sus altos directivos y científico, Jeffrey Wigand. Tiene un contrato de confidencialidad que no debe incumplir si no quiere perder la seguridad médica y varios años de sueldo. Sin embargo, un día aparece Lowell Bergman ante éste hombre para preguntarle ciertos datos para un reportaje que está realizando en el programa que ejerce como productor, 60 Minutos.

Jeffrey Wigland al descubrir el secreto de los componentes adictivos añadidos al cigarrillo muestra mucha inconformidad a su compañía. Después de su despido el “acepta” respetar la cláusula de confidencialidad sobre la labor de la empresa.

El siendo padre de familia de dos hijas, una con problemas respiratorios, la cual la tiene en tratamiento, Jeffrey tendrá que decidir qué es lo correcto, ya que por un lado está en el deber ser de su profesión, en el cual revelaría una información de interés para toda la sociedad relacionado con la salud. Está en sus manos denunciar esta práctica de las empresas tabaqueras, pero por otro lado tiene que velar por el bienestar de su familia.

Para Wigland tomar la decisión de contar o no contar era muy difícil, ya que tenía mucho miedo de lo que se vendría, porque estas empresas tabaqueras tenían mucho poder y podían pasar por encima de todo el mundo. Cuando conoció al periodista Lowell Bergman su pensamiento había cambiado totalmente. Se sintió respaldado y apoyado, dejando todos sus miedos atrás. Así sus valores éticos, su sentido de responsabilidad y el deber moral de contar lo que sabe lo fue aplicando en su vida. No importa hasta donde llegaría, pero era necesario llegar a la verdad, sin acceder a ningún tipo de chantajes o incluso que su familia se alejara de él. Con el apoyo de Bergman el empieza a creer y solo dice “solo quiero que mis pequeñas entiendan el día de mañana lo que hizo su padre”.

Lowell Bergman cree mucho en su profesión, tiene un gran sentido de responsabilidad y un código ética profesional, como buen periodista lleva a cabo correctamente su actividad profesional. Él es una persona que daría todo por saber la verdad sin importar las consecuencias.

Las empresas tabaqueras son compañías que no tienen una responsabilidad social que desconocen este término por completo. Son empresas que recurren al engaño y a la extorsión para beneficios económicos, no tienen principios éticos y solo piensan en ganar más y más.

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