El Lado Oscuro de la Moda

Rayon Canuto Misael

Grupo: 1

El Lado Oscuro de la Moda

En este ensayo analizaré sobre la problemática que nos hemos enfrentado actualmente en el mundo de la moda: las fast fashion.  La bajada de los precios en la ropa durante los últimos 20 años nos ha permitido comprar cada vez más. Tenemos 5 veces más ropa de la que tenían nuestros abuelos. Todo parecía perfecto hasta que descubrimos qué se escondía tras esta tendencia, lo que implica graves consecuencias para nuestra salud, nuestro planeta y para las vidas de quienes las producen, ya que, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, después de la del petróleo. A medida que crece el mercado, también crecen los daños al medioambiente y la explotación de mano de obra barata.

Pero ¿Qué es la Fast fashion?, es un sistema empresarial basado en producir ropa barata en grandes masas, que se adapta muy rápido a las tendencias y que dura muy poco tiempo en las tiendas.  La aparición de innumerables colecciones al año nos hace sentir constantemente pasados de moda y nos empuja a seguir consumiendo. 

Las grandes marcas en el mundo de la moda observan las colecciones de los diseñadores más reconocidos, interpretan las tendencias con un estilo propio, le realizan modificaciones adaptándola al mercado y la producen en un tiempo más corto, logrando ubicar productos con mayor rapidez, a un precio más asequible al bolsillo del consumidor y llegando a un público más amplio.

Según la revista académica IESE Insight y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Bangladesh es uno de los países considerado a nivel mundial como el gigante textil; es el segundo mayor exportador de la ropa del mundo. La industria textil de este país asiático está valorada en 28 000 millones de dólares y supone el 80% de las exportaciones del país asiático.

A pesar de que Bangladesh es un pilar fundamental en la producción de prendas de vestir a nivel global, las condiciones en las que los encargados confeccionar la ropa que se vende en las tiendas de renombre son inapropiadas, inseguras y en muchas ocasiones inhumanas. Aunque pareciera que la esclavitud es una práctica casi erradicada, muchos de los trabajadores de estas fábricas textiles en el mundo trabajan en condiciones de esclavitud. Si exigen sus derechos laborales, los salarios de los trabajadores o mejores condiciones para laborar son despedidos inmediatamente debido a que la alta demanda de trabajo es facial para las fabricas contratar a nuevas personas.

La mayoría de los empleados no cobran más de 2 dólares al día, trabajando en condiciones deplorables y siendo muchos niños. Tan mal que   está la situación que el 24 de abril del 2013, la estructura del edificio se derrumbó donde 1 130 personas perdieron la vida, la mitad de las personas muertas eran mujeres; el fatal accidente puso de manifiesto las pésimas condiciones de los trabajadores de la industria textil en Bangladesh. Los empleados habían visto desde antes el estado de la estructura, lo informaron y aun así se les obligó a entrar y trabajar.

El salario mínimo en Bangladesh es de 5300 takas mensuales (50 euros), unos 0.30 euros la hora (equivalente actualmente a casi $8 mexicanos), no se compara a los altos objetivos de producción que se deben lograr; obligando a los trabajadores a dedicar excesivas horas extras para mejorar un poco sus ingresos, mientras que esas empresas todos los días se vuelven más ricos.

Debemos estar conscientes de que al comprar una camiseta de menos de $150 mexicanos, alguien del otro lado del mundo tiene que coserla cobrando un salario que no le permite vivir dignamente y trabajando en condiciones que ninguna persona alrededor del mundo aceptaría.

El objetivo de la fast fashion es la optimización de la cadena de suministro. La globalización ha dado la creación de un fenómeno en donde la producción de la vestimenta es más rápida y económica.  Las tiendas minoristas no fabrican su propia ropa, sino más bien las adquieren de manufacturas subcontratadas no solo en Bangladesh, también como China o la India, donde los costos de producción son mínimos. Según Lucie Siegle, periodista del Reino Unido “ya no existen dos temporadas por año sino 52, así que el consumidor tiene algo nuevo cada semana. La fast fashion ha creado esto para vender más productos.

Tiendas como ZARA, Forever21, H&M, TOPSHOP, GAP, Bershka, C&A, Guess, Pull & Bear, Shasa, Victoria's Secret, Primark, Mango, Nike y Adidas, entre otros. Son los claros ejemplos de lo que se trata este tipo de mercado. Son empresas con dueños procedentes de Estados Unido y Europa, pero ninguna de las prendas es hecha en su país de origen, sino en alguna fabrica del sur de Asia.

Por otra parte, el impacto ambiental de la moda rápida se ve en la contaminación del agua, el uso de productos químicos, tintes tóxicos y la sobreproducción de telas insostenibles. El teñido textil, es el segundo mayor contaminante de agua limpia a nivel mundial, después de la agricultura. Estos colorantes químicos son extremadamente dañinos para el medio ambiente y la vida salvaje, pero también hay que tener en cuenta que también afectan negativamente a nuestra salud.

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