El Maestro Como Enemigo

“EL MAESTRO COMO ENEMIGO”

Harry F. Wolcott

Trabajo Social y Educación Social

Grupo EPD 52 

Introducción

Este texto escrito por el autor Harry F. Wolcott relata los problemas que encontró cuando fue a trabajar como maestro y etnógrafo a Blackfish, un pueblo nativo indio de Canadá. En este pueblo las clases se impartían en una sola aula que incluía a todos los alumnos de edades comprendidas entre seis y dieciséis años. Su intención era estudiar la relación entre la vida de esa población y la educación formal de los alumnos. Al llegar allí se dio cuenta de que no estaba preparado para los problemas con los que se iba a tener que enfrentar en la escuela. Los niños recibían a los maestros con gran hostilidad.

Harry considera que en contextos donde las principales diferencias entre alumnos y maestros están enraizadas en antagonismos culturales, una estrategia podría ser reconocer, por parte del maestro, el rol del maestro como enemigo, sin tratar de negarlo.

Desarrollo de las ideas principales

La aculturación es la modificación que una cultura sufre por contacto continuo con otra. Frecuentemente una de las culturas es dominante, y esto suele generar antagonismo por parte del grupo dominado. El antagonismo surge por los sentimientos de pérdida y destrucción de las formas de vida propias y el deterioro del grupo étnico, que acaba perdiendo su categoría de clase.

Harry podía observar la manifestación de la aculturación antagonista de los niños en el aula. “El aula se las apañaba para echar por tierra mis esfuerzos educativos” (Wolcott, 1993) Esta frase de este autor describe muy bien como actuaban los alumnos y la impotencia que debía sentir el maestro al no saber ya que hacer. Los niños no hacían prácticamente nada durante largos períodos de tiempo, las tareas eran entendidas como tareas de grupo, todas las tareas individuales las realizaban entre los compañeros; los enfados y las amenazas eran algo frecuentes y muy perturbadores en el aula; había una tendencia a ayudar a los compañeros más atrasados de la misma edad o mismo nivel para que éste no pareciese muy torpe ante el maestro, lo que dificultaba al maestro detectar a los alumnos más atrasados para poder ayudarlos; los alumnos esperaban demasiado de las actividades del trabajo escolar que les parecían apropiadas; les gustaba dedicar mucho tiempo a realizar una misma tarea; los alumnos trataban de socializar al maestro.

Wolcott cree que sería conveniente poseer más de una forma de percibir los roles tanto de maestro como de alumno, en situaciones similares a la que vivió en Blackfish. A pesar de haber experimentado antagonismo antes de llegar allí, nunca se había encontrado antagonismos enraizados en fuerzas sociales exteriores al aula. Siempre había compartido con maestros y alumnos expectativas semejantes respecto a conductas, valores y actitudes.

Erróneamente, dio por hecho que una vez los alumnos estuviesen en clase podrían ser dirigidos hacia un nuevo aprendizaje guiados por un maestro dispuesto a entregarse. Según él, hubiese sido mucho más eficaz si se hubiese contemplado desde la perspectiva de maestro enemigo. El concepto de enemistad al que se refiere lo relaciona con un campo de prisioneros. El maestro al ser percibido como enemigo, es consciente de la posibilidad de que sus alumnos no comprendan el papel funcional que está desempeñando en sus vidas, y lo vean solo como un representante de la cultura enemiga.

El concepto de maestro como enemigo trae consigo una serie de ventajas. La primera ventaja es que el maestro reconocerá que hay una distinción entre tener a los alumnos físicamente en clase y psicológicamente receptivos a la enseñanza. Se planteará unos objetivos y unas expectativas realistas sobre la clase, y reconocerá que el antagonismo de los alumnos está provocado por razones culturales y no por el maestro como individuo. La segunda ventaja es la admisión de la existencia de importantes diferencias en los estilos de vida y en los valores de cada grupo, teniendo en cuenta que no es probable que el maestro logre sus objetivos insistiendo en que los otros estilos de vida son inadecuados. Por último, el maestro comprendería el significado y los costes que puede tener aceptar esa enseñanza para quienes la aceptasen.

Funciones de la educación social y/o el trabajo social en los temas planteados que funciones tiene en este artículo.

En este campo de la diversidad cultural en las escuelas, veo muy importante la figura del educador y trabajador social.

Tanto estudiantes como profesores deberían ser más sensibles y tolerantes hacia las diferencias étnicas existentes en la escuela. Los educadores sociales podrían realizar charlas en las escuelas, para concienciar a los alumnos y profesores sobre este colectivo. Una buena actividad para ayudar a conocer la cultura de las minorías étnicas es realizar un taller en las aulas donde cada alumno aporte fotografías que reflejen lo que consideren más importante sobre sus costumbres, y posteriormente las expliquen. Esta actividad busca disminuir los prejuicios que se tiene hacia “los otros”.

El multiculturalismo en educación no es suficiente con la promoción de la comprensión cultural y la consciencia de la existencia de grupos étnico/nacionales. Los maestros deben facilitar el desarrollo de su identidad étnica y su competencia en más de un sistema cultural. Los alumnos pertenecientes a minorías tendrían una importante mejora en su rendimiento académico si se integrasen en los currículos el idioma

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