El Maltrato Psicologico
Enviado por KarolynGarcia • 14 de Julio de 2013 • 935 Palabras (4 Páginas) • 306 Visitas
Los malos tratos psíquicos representan un fenómeno viejo, lo novedoso es su revelación como problema social.
El maltrato psicológico se basa en comportamientos intencionados, ejecutados desde una posición de poder y encaminados a desvalorizar, producir daño psíquico, destruir la autoestima y reducir la confianza personal. Su padecimiento lleva a la despersonalización, al mismo tiempo que genera dependencia hacia persona que los inflige. El maltratador se vale para ello de insultos, acusaciones, amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, refunfuños, indiferencias, frialdades y desprecios.
En la esfera de lo privado, aunque los hombres también lo sufren, las mujeres son las víctimas mayoritarias. Se produce asimismo en la relación de los padres con los hijos, en la que se ha detectado un incremento del maltrato de los hijos hacia sus progenitores, consecuencia de una educación cada vez más permisiva y del uso de la violencia, tanto física como mental, en la solución de los conflictos del mundo de los adultos. En el ámbito público, el maltrato psicológico está presente en el mundo laboral, el conocido como “mobbing”, y en el escolar, el llamado “bullying”.
La mujer, la víctima por excelencia
Los malos tratos psicológicos son un fenómeno viejo. Lo que resulta novedoso es su entendimiento como problema social. Los sufren mujeres de todas las edades, grupos sociales y económicos; culturas y países. Su gran incidencia, la gravedad de las secuelas, el alto costo social y económico, y en especial la degradación que produce la violación del derecho de las personas al ser tratadas como tales, y la ignorancia del respeto que merece toda existencia humana los convierten en una cuestión de gran relevancia universal.
…¡y solos que estamos!
El grito silencioso
Estos ataques sutiles, no son tan visibles ni manifiestos como los físicos. De hecho, en muchas ocasiones la propia víctima no es consciente de ellos hasta que sufre una agresión corporal, pero sus consecuencias pueden ser más graves y duraderas con el tiempo.
Las agresiones continuadas, tanto verbales como no verbales (el silencio, la indeferencia, la frialdad, los gestos...), crean una relación siniestra de codependencia entre el maltratador y la víctima. Ambos terminan necesitándose. La víctima porque estando sola siente que no es nadie y el miedo y la angustia la paralizan; y el que maltrata, porque se siente que es alguien a través de la dominación que ejerce. La situación de codependencia es tal que la víctima termina protegiendo y disculpando al maltratador. Recorre hasta ahí un proceso destructivo en el que va perdiendo la confianza en sí misma y la capacidad de respuesta, se va anulando y va interiorizando que de allí no se sale y abandona toda esperanza. Este fenómeno se estudia bajo el nombre del síndrome de Estocolmo.
El síndrome de Estocolmo
Unos ciudadanos suecos fueron, hace unos cuantos años, tomados rehenes por unos terroristas palestinos. A medida que el sitio, levantado por la policía para rescatarlos, se extendía, las víctimas aprendieron a apegarse y aun a “amar” a sus captores, quienes los intimidaban con amenazas de muerte, los maltrataban y aún los agredían físicamente. Al final, cuando fueron rescatados, los rehenes tomaron lados con los captores para protegerlos a ellos contra lo que consideraran “brutalidad policial”.
Eres todo lo que me queda…
Poder asimétrico
En la raíz de la violencia contra las
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